Capítulo 26: Punto y aparte.

4.3K 344 19
                                    

"Día ocho sin ti. 

Me he ido a dar un paseo a la playa,ha llovido como si le hubieran roto el corazón al cielo...y he comprendido: que uno es de donde llora pero siempre querrá ir donde ríe." 


Narra Damián.

¡Mierda, mierda, grandísima mierda!

Me encontraba corriendo casi siendo atropellado al cruzar varias calles hacía el campus a toda velocidad para recibir a varios nuevos alumnos que al parecer venían con un expediente...algo complicado.

Me había pedido además el enorme favor de ir a por ellos y darles la más cordial bienvenida a las instalaciones; hubiera sido mucho más sencillo para mí el simplemente dejarlo pasar como siempre lo he hecho, pero como hace poco había acudido a su ayuda pues... no, tenía los ojos encima de mí.

Entré corriendo a la parada mirando a un lado a otro notando lo solitario que estaba el lugar, descansé internamente al notar que el autobús que iba a parar a estas horas aún no llegaba a la parada.

-Ah...-Jadeé recargándome contra la parada recibiendo la sombra que me proporcionaba mientras trataba de jalar aire a mis pulmones. Como odiaba a los malditos nuevos alumnos por hacerme correr así, yo que quería quedarme a mirar el dramatismo de Cez.

Saqué el celular ubicando las fotografías que les tomé a las hojas de perfil de los nuevos, más que nada para ubicarlos y saber sus nombres sin tanto problema. Cinco minutos después un autobús azulado llegó dejando bajar a varios alumnos con una mochilita donde cargaban sus cuadernos y libros o simplemente bajando con sus amigos, hasta que uno de ellos bajó con tres mochilas que amenazaban con reventar de tantas cosas que cargaba; vi mi celular y me acerqué a él.

-¿Jon Snow?- Pregunté mirando al chico de pies a cabeza para asegurarme que no hubiese ningún error.

-Sí.- Contestó seco y cortante a medida que me veía con poca atención

-Por favor, quédate aquí unos momentos.- El me miró y asintió sin preguntar más al respecto, solamente acomodando sus maletas alrededor.

Mi primera impresión es que era un chico increíblemente serio y algo común. Jon era alto, muy alto, de pelo negro y espeso (tanto que podría jurar que era teñido), de ojos obscuros y una tez blanca que hacía solamente que sus ojos se volvieran más potentes sobre la blancura de su piel.

-Al fin...- Suspiré aliviado en cuanto una segunda persona bajo del camión, otro hombre igualmente alto (ahora me sentía jodidamente chaparro), cabello castaño claro y ojos casi tirando a negro bajaron con una maleta ancha. Tenía facciones levemente conocidas en su rostro, facciones que no supe identificar con claridad.

-¿Lauro McLaen?- Pregunté intrigado hacía él mirando mi celular y luego volteando la mirada a él, sus ojos me miraron por encima de la mirada casi con superioridad.

-Sí, soy yo.- Comentó casi inexpresivo, me di cuenta que era terriblemente serio, aunque no tanto como Jon.

Me pare de puntas para ver sobre sus hombros, sin embargo no vi a nadie más con la intención de bajar del autobús, aunque el conductor miraba con impaciencia desde su asiento la parte trasera de su camión.

-Quédate aquí unos momentos, esto no tardara nada. – Caminé rodeándolo con su mirada casi interrogativa siguiéndome las espaldas, subí el primer escalón del autobús y al estar cerca, me di cuenta de la divertida sonrisa del chofer y de los murmullos que se escuchaban suavemente.

Enséñame a amar (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora