VI

1K 90 4
                                    

La cena había sido intensa, claro que no iba a quedarme callada ante tales faltas de respecto

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La cena había sido intensa, claro que no iba a quedarme callada ante tales faltas de respecto. Como si solo estuviéramos de adorno y no pudiésemos expresar nuestros pensamientos. Anthony Bridgerton es un ser bastante interesante y complicado, si es demasiado complicado e intenso. Pero estoy acostumbrada a que mi opinión sea tomada en cuenta, mi padre era consciente de eso, misma razón por la que me dejo venir a Londres sin mayores problemas y rechazo sin reclamos la propuesta de matrimonio por parte de Milano, adoraba a mi padre por no entregar mi mano a ese animal. No era una mujer común y quienes me conocían sabían eso perfectamente. Entre suspiros avance junto a los demás para disfrutar del té y el pastel de grosellas que Violet traía para nosotros. Una delicia culinaria según sus hijos era algo que la mayor de la familia sabia preparar bien y tenía razón, era una delicia. Todos los sabores balanceados.

— ¿Podría conocer tu trabajo en este momento? – Cuestione a Benedict.

— Esa pintura. – Apunto un cuadro anclado en una de las paredes. Un simple árbol cuyos colores anaranjados y todas sus tonalidades hacían de esa pintura un deleite para la vista.

— Es hermoso. – Dije aquello viendo de forma fija sus ojos.

— Pintare algo para ti, con el color de tus ojos. – Menciono el logrando el rubor en mis mejillas.

— Esperare por eso. Lo pondré en mi nuevo hogar.

— ¿Nuevo hogar? ¿No vivirá con Lady Danbury?

— Casa Grimaldi. Ya está casi lista.

Y tal como había mencionado hace un par de días, casa Grimaldi estaba lista para ser habitada. Era un lugar magnifico desde la entrada hasta el último rincón. Varias habitaciones y hectáreas de jardín para poder realizar actividades de campo, para caminar por el campo. Un enorme salón para fiestas, tan amplio que podríamos meter a toda la ciudad en casa y claro que realizaremos una fiesta para inaugurar la casa, de eso no hay dudas. Mi habitación era la más amplia de un color azul claro, como mis ojos y con una agradable vista al bosque. No podía sentirme más a gusto al estar ahora lejos del bastón de Lady Danbury que me regaño por dos días luego de mi escándalo en casa Bridgerton, que esa no era la forma en que una dama debía comportarse ¿Con que cara me lo dice ella? Cuando su lengua es venenosa y despiadada, dice las cosas sin temor al qué dirán y la gente la respeta por eso o le temen, ambas son opciones razonables.

— Llegaron los meseros y la gente de la orquesta mi Lady. – Menciono Leonor.

— Perfecto. Mi primera fiesta como anfitriona ¿Se aseguraron de enviar todas las invitaciones?

— Si.

— Excelente. – Me deje caer en la cama con Leonor a mi lado. - ¿Qué opinas de Lord Bridgerton?

— Pues el joven Anthony es un buen partido, es guapo y es la cabeza de la familia. El vizconde parece bastante interesado en usted.

— ¡Dios, no! – Me senté en la cama algo sorprendida. - ¿El interesado en mí? Imposible, no tenemos absolutamente nada en común y después de como lo insulte en su propia casa, dudo siquiera que tenga intenciones de cortejarme. Además, yo me refería a Benedict.

Dulce pecadoWhere stories live. Discover now