El Dios-Emperador en Multiverso

#22 Interludio IV

#22 Interludio IV

(MC POV) (Cocina en el Palacio Imperial)

Hay un ambiente alegre en la espaciosa cocina mientras preparo el almuerzo para veinte de mis hijos. Las mesas de trabajo están cubiertas de ingredientes, sartenes y bandejas para hornear, y los olores de la comida se esparcen por la habitación.

La masa se extiende en círculos grandes y delgados, lo que me da mucho espacio para trabajar.

Tomo cajas de tomates, luego pimientos, champiñones y salchichas y las pongo cerca de la masa.

Tomo un tazón grande de salsa y me acerco a las pizzas. Es salsa de tomate. Es muy importante encontrar la proporción adecuada de tomates y especias para que la pizza quede jugosa y aromática.

Tomo la salsa y la extiendo uniformemente sobre la masa. Pongo una capa de salsa en cada pizza. Un poco de amor y manos rápidas, ese es el ingrediente clave para una comida deliciosa, eso es lo que dice la gente.

Tomo un cuchillo y corto las verduras y agrego las verduras en rodajas a la masa. Pimientos, champiñones y salchichas: una gran combinación. Distribuido uniformemente en la superficie y así me aseguro de que cada pizza contenga una gran cantidad de sabores diferentes.

Después de pensarlo un poco, decido agregar queso a la masa.

Espolvoreo queso sobre la masa. Agrego cantidades generosas de queso a cada pizza.

Las pizzas están terminadas y listas para ser horneadas. Lo cojo y tarda unos minutos hasta que meto todas las pizzas en el horno.

[30 minutos después]

Saco todas las pizzas horneadas del horno. Más de cien pizzas, cada una de ellas de tamaño mediano.

Un agradable olor comienza a extenderse por toda la cocina. No sabía que cocinar era tan divertido. No usé mis poderes en absoluto, solo usé mis manos y mi conocimiento.

El almuerzo esta listo.

Con un pensamiento, levanto cada pizza en el aire y pronto la cocina está llena de pizzas levitando que me siguen.

Atravieso la puerta hacia el comedor y veo a cada una de mis hijas esperándome ansiosamente.

Y Malcador estaba con nosotros, su silla estaba a mi derecha.

Veo a algunas de mis hijas más salvajes lamiéndose en espera de una comida deliciosa.

Dejo caer telequinéticamente cientos de pizzas en una mesa grande y pronto toda la mesa se llena con el aroma de tomates, mozzarella fresca, hierbas y los mejores sabores de la carne.

Me siento a la mesa y tomo un trozo de pizza e inmediatamente siento que la corteza tibia y suave se derrite en mi boca. Agarro otra pieza, esta vez con una rica mezcla de salchichas, jamón y pimientos picantes. El primer bocado revela una rica combinación de sabores: la salsa de tomate agridulce realza el sabor del queso y aporta una nota viva de pimienta fresca.