La práctica

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Después de que Viktor me uniera en pareja con Georgi debía asistir en las mañanas por a rehabilitación, después me llevaba a las clases de ballet y seguido de eso terminábamos nuestro día en el Palacio de Hierro, cerca de la oficina de Yakov había una sala en la que las parejas debían juntarse para crear un vinculo. Hacíamos ejercicios espejo, imitar la acción del otro al mismo tiempo, seguirnos el ritmo, indicarnos el siguiente movimiento con la mirada, técnicamente comunicarnos sin palabras. 

Hacer eso con Georgi no era del todo difícil, él realmente intentaba adaptarse a mi, más de lo que yo lo intentaba. Me sacaba más de una cabeza  de altura y era casi diez años mayor que yo, aun así, de algún modo me sentía segura, protegida a su lado; intentaba cuidar de mi y de mi herida.

— ¿Georgi? —lo llame en medio del ejercicio espejo, él asintió indicando que continuara — ¿Crees que lograré patinar en pareja?

—Nunca es tarde para aprender algo nuevo, estuviste un año como solista, no te será difícil convertirte en patinadora en parejas —no dejo de realizar el ejercicio mientras hablaba, su respiración era tranquila y sonreía un poco.

—No estoy segura de que vaya a funcionar —baje las manos y él imito mi acción. Cerró los ojos y suspiro pesadamente. Era delgado y usaba su traje de calentamiento que al igual que el resto del equipo, era un conjunto negro; tomo el puente de su nariz abrió los ojos que era celestes y me miró por un momento.

—Estas así por Yuri, ¿no? —su pregunta me tomó por sorpresa, me resultaba extraño que después de pasar un par de días juntos ahora me hablase con tanta tranquilidad y sinceridad —Mi ex novia me dejo por alguien más, era bailarina sobre hielo y fue realmente difícil salir de eso, creí que me casaría —comenzó a aproximarse a la salida de la sala y lo seguí en silencio —Iremos al hielo, después de eso sería bueno que intentemos hablar sobre nosotros para poder conectar fuera de la pista.

Una vez en el hielo me tomo de la cintura con una mano y con la otra sostuvo mi mano dominante para poder deslizarnos en conjunto. Girábamos sobre nuestro eje al mismo tiempo, elevábamos la pierna contraria complementandonos, no hablábamos, pero de alguna manera no se sentía natural; solo patinábamos en conjunto al rededor de la pista, no habíamos practicado una rutina de pasos y mucho menos saltos, era consciente de que Georgi podía clavar un salchow cuádruple de manera limpia, era capaz de saltar con delicadeza, pero más que técnica para los saltos, sentía la música, la vivía, es más la clase de persona que hacia una secuencia de pasos desde el corazón.

Mientras seguíamos patinando al borde de la pista, Yuri se hizo presente, pero Claudia no estaba con él. Para mi desgracia no pude apartar la mirada a tiempo y sus ojos terminaron por atrapar los míos antes de poder girar el rostro para ver a Georgi, ese instante en el que nuestras miradas se encontraron detuvo mi corazón y respiración cosa que termina haciendo que me desacoplara a mi pareja haciéndome perder el equilibrio, me doble el tobillo y Georgi tuvo que sujetarme con ambas manos para que no cayera.

— ¿Estas bien? —me pregunto y me limite a asentir —Vamos, debes sentarte un momento —como si fuera una pluma, me cargo fuera de la pista, me sentó en una de las gradas —Iré por hielo —y se alejo para ir al pasillo para conseguir hielo.

Lo vi alejarse así que tomé mi celular para poder revisar las notificaciones. De alguna manera de vez en cuando aparecía un nuevo seguidor en mi instagram o alguna etiqueta en un edit o reel, me parecía extraño que de alguna forma hubiera personas que creyeron en mi en algún momento de la competencia y sabía que era más por Yuri que por mi talento y hablando del rey de Roma, no tardo en acercarse a mi.

—Ese tropiezo fue peligroso —podía ver sus patines negros frente a mi, pero mantenía la mirada en el celular pretendiendo que lo que estuviese en la pantalla era más interesante que sus palabras —Quiero hablar contigo —suspire, bloquee el celular y eleve la mirada —Me gustaría poder hablar contigo como antes... —espero a que le dijera algo, pero no había nada que decir —Me alegra que vuelvas al hielo.

—Te dije que volvería —me levante de mi asiento —Pero no creíste en mi, en lugar de eso decidiste llorar en las faldas de alguien que jamás será como yo —comencé a alejarme cuando vi a Georgi volviendo con una paleta de hielo al no poder encontrar hielo de verdad.

—No decidí llorarle a una falda —me siguió por el pasillo sin apartarse demasiado —No sabía sí volverías, no creía que con una herida como esa fueras capaz de dar los saltos —me detuve ante sus palabras, gire sobre mis talones para pode enfrentarlo.

Yuri tenía la respiración agitada, la frente sudorosa, el cabello peinado hacia atrás y en lugar de usar el uniforme de entrenamiento negro, estaba usando uno blanco haciéndolo lucir mucho más pálido, incluso enfermo.

—Soy capaz de dar esos saltos —sentí que mi voz no salio de mi garganta tan firme como esperaba. Georgi ya se encontraba detrás de mi, puso una mano en mi hombro para demostrar su apoyo —No te necesito para demostrar que tan buena soy patinando. Ahora, si quieres seguir viéndome practicar con Georgi, no tengo problema, pero no vuelvas a intentar hablarme como si fuéramos amigos, porque nunca lo seremos —le di la espalda, tome la muñeca de Georgi y lo jale hasta llegar a las taquillas donde lo libere de mi agarre y tuve que tomar varias bocanadas de aire para evitar llorar.

—Fuiste demasiado fuerte allá afuera —señalo el mayor haciendo que me sentara en una banquita, se arrodillo frente a mi y desato el patín para poder colocar la paleta de hielo en mi tobillo —Esta bien llorar, yo lo he hecho en la pista.

—No me gusto hablarle así —aparte la mirada —Que mierda de practica —rodé los ojos y pase una mano por mi rostro para limpiarme las lagrimas.

—Seguro que todo mejora en un par de días —se sentó a mi lado en la banca sin decir otra cosa.

No era de las personas que insistían en algo, en realidad, era de las que dejaban que las cosas pasarán como debían pasar. No preguntaba de más, no opinaba de más, era tranquilo y silencioso, quizá era el motivo por el cual no resaltaba en el equipo ruso donde la mayoría gritaba y se expresaba fervientemente con saltos y gestos eufóricos.

—Quizá debemos empezar a practicar saltos sencillos, fortalecer tu rodilla —pude sentir que me miraba —Así podre ver cuanto progreso llevamos.

La Gata Rusa 3 [Actualizaciones LENTAS ]Where stories live. Discover now