VIII.- Vida en Manada

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— Tranquilo, Derek. Todo estará bien, acabamos con las personas que nos arrebataron a nuestra manada así que podemos centrarnos en sanar y dejar todo atrás.

— Niños, Mica regresó. — dijo Noah mirando con una sonrisa suave a todos.

Stiles sonrió cuando sus hermanos se acercaron a abrazarlo.

— Lo han hecho excelente. Ahora tenemos que darle la bienvenida a los nuevos miembros de la manada.

— Gracias por aceptarnos. — dijo Drake de nuevo mientras abrazaba al alfa.

Stiles se sorprendió pero aceptó el abrazo, era el padre del amor de su vida pero también era muy similar a Derek, sus abrazos eran cálidos. Ahora podía ver a quien se parecía Derek, él era igual que su padre y eso estaba bien porque ambos eran buenos hombres.

— Esta bien, Drake. Desde ahora nadie los tocara y si alguien les hace algo responderán a mí.

Derek abrazó con fuerza a Stiles.

— Gracias.

El castaño sonrió y acarició el cabello del humanos.

— Ahora estarán a salvo. No tienen porque temer. — miró a los demás — Quiero hablar de unas cuantas cosas con ustedes, la primera es saber si quieren la mordida aunque deben tener presente que pueden morir, la mayoría de las personas la aceptan, muy pocas son inmunes y otros mueren pero no es tan común. — les explicó Stiles sin dejar de abrazar al azabache.

— ¿Es necesario aceptar la mordida? — preguntó Cora frunciendo el ceño. Sabía que su futura novia nació como humana pero hace unas semanas aceptó la mordida de su hermano y todo había salido bien.

— No, es su decisión, los humanos son igual de valiosos que cualquiera de nosotros. — dijo Stiles con una ligera sonrisa calmando a los Hale.

Asintieron.

— No tienen que decidirlo ahora, ustedes pueden tomarse el tiempo que quieran, incluso si me lo quieren decir en diez años, los escucharé. Solo quiero que sepan que en esta manada pueden ser ustedes y si tienen un deseo yo lo cumpliré, mi deber es cuidarlo y darles una buena vida.

*

Isaac, Malia, Cora y los gemelos se encontraban reunidos en la nueva habitación de la tercera, apenas llevaban unas semanas viviendo en la mansión Stilinski y el alfa no dudo en darles una habitación a cada uno e incluso los llevo de compras para decorarla y comprar lo que necesitaran o quisieran. Stiles les contó que no tenían que preocuparse por el dinero, su familia había tenido una cadena e restaurantes desde sus abuelos así que ahora él, su padre y sus hermanos se encargaban de algunos locales aunque no de todos ya que aun eran unos adolescentes que estaban terminado la preparatoria, también es dijo que él había estudiado repostería y se encontraba estudiando economía y que tiene una cafetería en el pueblo donde iba a trabajar diario si podía, ya que adora ser barista. Los Hale ahora pueden ver el hecho de que el alfa pueda mantener a tantas personas y sea como un padre que consiente a sus hijos.

— Esta manada es interesante. — comentó Malia recordando las últimas semanas donde los Stilinski se la vivían a su lado y ahora eran el foco de atención en el instituto ya que ellos nunca dejaban que alguien se uniera su círculo de confianza. Eran los más populares y fríos con los demás que no sean parte de su grupo.

— Es un buen lugar y son buenas personas, ellos no nos presionan para contarles acerca de nosotros, solo se quedan a nuestro lado, además de que no nos juzgan. — comentó Aiden, le gustaba esa manada eran buenos con él y su hermano, fuera de los Hale nadie los había tratado de esa manera.

— Es verdad. Sé que no debería pensar eso, pero siento que Stiles nos oculta cosas pero siento que una es más importante. ¿No se les hace extraño que nadie pueda entrar a su habitación? Sé que ni siquiera Allyson ha entrado en ella, es raro. Me hace preguntarme que es eso que tanto oculta incluso a su propia familia, qué secreto puede guardar alguien como nuestro alfa. — se cuestiono Cora, no desconfiaba de Stiles pero sentía que ese secreto de alguna forma hería a su alfa y lo menos que quería era verlo mal después de todo lo que había hecho por ellos.

— Quien sabe, pero conociendo a nuestro alfa no es algo malo, tal vez para él sea difícil contar su secreto. Solo debemos confiar en él. — dijo Isaac con una sonrisa adornando su rostro.

— Claro, este es ahora nuestro hogar y no podemos traicionar la confianza de los demás miembros de la manada y nuestro alfa. — dijo Malia sorprendiendo a los demás.

— Por cierto, te hemos visto muy cerquita de cierta kitsune. — le dijo Ethan mientras levantaba las cejas.

Malia se sonrojó levemente.

— Nos estamos conociendo.

— Pero de manera muy profunda. — molestó su prima recibiendo un golpe de la castaña.

— Tú también estás así con la hermana del alfa.

— Pero eso no es secreto para nadie, Scott y los demás han hablado conmigo, no quieren que ninguna de nosotros salga herida. — dijo Cora con una sonrisa boba, cuando los betas se acercaron a ella pensé que le darían un sermón pero terminó encantada con los demás al saber que también se preocupaban por ella.

— Estos chicos son más raros pero raros en el buen sentido. — dijo Aiden pensando en cierta pelirroja.

— Creo que todos estamos tranquilos y a gusto en este lugar, además de que nos hemos acercado a ciertos miembros de la manada. — comentó Malia con cierta diversión.

— ¿Los has visto? Esta manada no es solo una manada, todos son realmente atractivos. — comentó Ethan logrando que los demás rieran.

— Tiene razón, parecen sacados de revistas o novelas, que envidia. — se quejó Isaac pensando en cierto latino.

— No puedo negarlo. — dijo Malia.

Jackson sonrió detrás de la puerta, se alegraba de que los Hale estuvieran felices en la manada, había llegado en el minuto que comenzaron a molestar a Malia acerca de Kira, él mismo junto con Stiles le habían preguntado a la kitsune acerca de la relación que parecía mantener con la Hale pero ella estaba tan tranquila como siempre y solo les dijo que les interesaba la chica pero que se lo tomaría con calma.

El rubio sabía que Stiles sería el primero en celebrar las relaciones que se formarían en un futuro, así es como era su alfa pero ellos no se quedarían atrás cuando él y Derek comenzaran a salir, era seguro que lo harían pero al parecer ambos eran muy lentos para eso de los sentimientos. 

Una Historia DiferenteWhere stories live. Discover now