IX.- Manada Alfa

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Stiles miró el bosque desde el balcón de su habitación, se encontraba vestido con unos tejanos negros, se encontraba sin playera y se podía ver el tatuaje del símbolo de la manada, tenía lo que parecían las fases de la luna sobre su columna y el último parecía el de la marca de una mordido en su costado, la luz de la noche no permitía ver con más atención su abdomen y espalda pero entre sus dedos estaba un cigarro que dejaba salir el suave humo. La mirada del alfa parecía perdida y nostálgica.

— ¿Vas a estar así toda la noche? Tienes que dormir. — le dijo Noah desde el primer piso, sabía que su hijo podía estar horas viendo al bosque perdido en sus pensamientos. Nunca había entrado a su habitación y no la haría a menos de que fuera una emergencia, él tampoco se los había prohibido nunca pero era como una regla sin decir.

— Esta anocheciendo, es muy temprano. — le dio una calada al cigarro y dejó salir el humo — Me gusta esta paz, es tranquilo. Me recuerda a mamá, el anochecer es como su cabello, sabes Ally se parece cada vez más a ella, es bonito pero también tiene ese rasgo salvaje tuyo.

— Mas bien ese rasgo es tuyo. — sonrió con cariño. Su hijo tenía demasiada responsabilidad para su joven edad, pero siempre pensó que viviría con el odio en su corazón o no hablaría de su madre pero siempre lo hace y eso lo hace sentir feliz, ella era una mujer que los amo con todo su corazón.

— Puede ser, soy un poco amargado y cínico.

— No, eres como tu madre, demasiado amable y te preocupas por los demás.

Stiles sonrió mientras apagaba el cigarro.

— Deberías ir a dormir, se que los cachorros están viendo un película de terror, mejor asústalos con la ayuda de Peter. — rio levemente — Tengo que solucionar algunas cosas, pero Deucalion viene con sus manada, se quedarán un temporada.

— De acuerdo y no pienso asustar a los tiernos cachorros.

Stiles sonrió para después entrar a su habitación.

*

Todos en la manada se encontraban en la sala de estar, su alfa los había citado a esa hora, el mencionado entró a la habitación, vestía unos tejados de mezclilla negros, una camisa azul marino y zapatos negros.

— Que guapo estás, querido Mitch, ¿va a suceder algo importarte? — le preguntó Allyson.

— Quería avisarles que viene una manada aliada, ellos son una manada sin territorio, viajan por todo el país. Su manada esta conformada por un alfa líder y otro dos alfas pero tienen bastante betas, ellos se quedarán un tiempo aquí, hay una casa cerca de aquí que es de ellos. Recuerden ellos son amigos, Deucalion es el alfa de la manada, viejo amigo de la familia y mi padrino, sus betas son agradables. — miró a los Hale con una sonrisa dulce — Tranquilos, estarán a salvo, le explicaré todo a Deucalion y nadie les hará nada. — les dijo el alfa de manera tranquila.

— Gracias por decirnos. — le dijo Drake, sabía que no corría ningún peligro con ellos.

— No tienen que agradecer, aquí todos sabemos lo que pasa, no me gustan los secretos, eso sí todos podemos tener secretos que son privacidad. — les dijo Stiles guiñando un ojo.

Los Hale sonrieron, estaban acostumbrándose a ser más Stilinski que Hale.

Los betas prestaron atención cuando escucharon pisadas fuera de la mansión.

— Ya llegaron nuestros invitados. — abrió la puerta dejando ver a diez personas.

Deucalion se acercó con una sonrisa feliz y abrazó al castaño.

— ¡Ha pasado tiempo, Mitch!

— Hola, Deu. Ha pasado tiempo. — miró a las otras dos personas detrás del alfa — Kali, Enis es bueno verlos.

— Es bueno verte, cachorro. ¿Cómo va la manada? — preguntó Enis mientras acariciaba el cabello del menor.

— Me imagino que sigues siendo un excelente alfa al ver como tus cachorros te miran desde dentro. — dijo Kali con emoción, ese pequeño niño era como un hijo para ella.

— Cachorro, vengan. Papá, ¿no vas a saludar a nuestros invitados?

Noah salió primero con una sonrisa mientras negaba con la cabeza.

— Tengo que controlar a los cachorros, somos pocos adultos aquí. — levantó la mano — Ha pasado tiempo, Deucalion. ¿Planeas quedarte más tiempo que antes?

— Es bueno verte, Noah. — estrechó la mano del hombre y se abrazaron por un momento — Esa es la idea, será bueno estar un tiempo en un solo territorios.

— No seas así, Noah este cavernícola quería que siguiera en el camino durante mis dos últimos menes de embarazada. Te juro que si no me hubiera hecho caso hubiera venido sola. — se quejó una mujer embarazada de cabello castaño de ojos grises y piel levemente bronceada. A su lado había un niño de nueve años de cabello castaño rubio de ojos avellana.

— ¡Mitch! Hola. — saludó el pequeño que miró a su madre y después corrió a los brazos del castaño.

— Hola, Leo. ¿Cómo estuvo el camino? — le preguntó Stiles al niño.

— Si, mamá le pego mucho a papá. — se rio el niño aunque se tapo la boca al ver a su padre.

— Ese es mi niño, ya vez tu hijo si me escucha. — le dijo la mujer mientras le daba un golpe a su esposo en el brazo.

— Hola, Cali. — le saludó Stiles recibiendo el abrazo cariñosos de la mujer.

— Hola, mi pequeño Mica. ¿Cómo están tus cachorros? Veo que tienes más y uno bastante adorable. ¿Ese es el famoso Derek? ¡Esta súper tierno! LO quiero abrazar. — dijo la mujer con emoción.

— Pueden salir. — los betas se acercaron, Derek por instituto se acercó a alfa y tomó una parte de la camisa del mayor — Él es Derek uno de mis nuevos betas. Der, ella es Calipso, esposa de Deucalion y mi tía, este pequeño es Leonardo, su primer cachorro. — presentó Stiles con orgullo.

— Hola, mucho gusto. — saludó Derek con una sonrisa.

— Eres muy tierno. — le dijo Calipso mientras abrazaba al humano.

Stiles presentó a los demás pero con una mirada Deucalion y sus betas se quedaron callados al mencionar a los Hale, sabía que después tendrían una explicación.

— Ellos son la manada de Deucalion. — dijo Stiles señalando a las personas que solo sonrieron. 

Una Historia DiferenteWhere stories live. Discover now