XVIII: El lago prohibido ★

21 4 19
                                    

Me aseguré de ocultar bien todo rastro de la investigación en curso para evitar que mis padres se preocuparan y me hicieran dejar todo. Guardé todas las evidencias en cajones, y cajas pequeñas para ocultarlas bien. El arco de violín, la pluma de la chaqueta, y todo lo demás que Beck y yo habíamos recolectado a lo largo de los días.

También escondí los círculos oscuros bajo mis ojos con un poco de maquillaje, la noche anterior no pude dormir muy bien, las pesadillas me despertaban cada poco tiempo y tenía los ojos algo irritados por haber estado llorando.

Gracias a los consejos de Briana, y su excelente habilidad con el maquillaje, logré cubrir todo, y cuando estuve lista, salí de mi habitación para ir camino al instituto.

El camino fue más difícil de lo que imaginé, el viento frío golpeaba mi cara violentamente y me daba dificultades para respirar. Cada paso que avanzaba, sentía que alguien lo daba detrás de mi. Pasaba por los tétricos, grisáceos y vacíos caminos de Raven Town hacia el instituto y podía divisar a lo lejos el bosque que se situaba a las afueras de Raven Town, donde la noche anterior encontramos a Jennifer Murphy muerta en el lago.

Traté de sacar todas esas imágenes de mi cabeza, y deseé que Beck estuviera conmigo, pues él me transmitía seguridad y tranquilidad en casos como ese.

Beck no me acompañaba al instituto, a su madre no le gustaba que anduviera sólo por ahí ahora que una chica había muerto. Sólo le envié un mensaje de texto deseándole un lindo dia y me respondió de igual manera.

Agradecí al cielo que finalmente pude llegar sana y salva al instituto y solté un suspiro de alivio.

Cuando entré, me encontré con Joey, una compañera de clases.

— ¡Hola Lisa! ¿Qué tal las vacaciones? —preguntó al sentarse a mi lado.

— No como hubiera deseado, pero nada mal —respondí.

— Oh, ya veo. El jefe Keys dice que encontraste algo en el lago, ¿Es cierto? —preguntó en voz más baja.

— ¿Quién te dijo eso? —pregunté alarmada.

— Oh por dios, ¡Si encontraste algo! Fue mi madre la que me dijo, es una íntima amiga de la señora Keys —respondió mientras saludaba con la mano a una chica que pasó por nuestro lado.

— Baja la voz —dije en tono acusatorio— ¿Qué más dijo?

— No mucho, sólo que estabas con Beck y llegaste a la estación a decirle algo importante, por cierto, ¿Qué hacías con Beck en el lugar más alejado de Raven Town? —preguntó alzando una ceja con una sonrisa pícara grabada en su rostro.

— Nada, era sólo una caminata nocturna —respondí incómoda.

— ¿Caminata nocturna? No es... Espera. ¿Tú y Beck están saliendo? &preguntó acercando su rostro al mio.

— Si —respondí alejándome.

En cuanto lo dije abrió su boca en una enorme "a" y estaba apunto de gritar. Por suerte, puse mi mano en su boca y le di una mirada de advertencia que entendió perfectamente.

— Mierda Lisa, ¡Tienes novio! Y vaya que uno genial, Beck se puso bueno en los últimos años ¿Eh? —eijo guiñando un ojo de manera exagerada.

— Ah, si, supongo — dije sin saber que más decir.

— Pero, ¿Y Jason? —preguntaba cada vez más intrigada.

— Jason está muerto, Joey —respondí.

— Está desaparecido, no muerto —atacó.

— Y qué te hace pensar que sigue vivo, ¿Dónde van a ocultarlo? —contraataqué.

El diario de Lisa Morgan (En actualización) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora