Para soñar. Sin espacio, sin tiempo.

La guia son las estrellas

Haruka despertó de golpe, no reconocía el lugar en el que se encontraba. Creyó que había muerto. Miró a su alrededor, todo estaba perfectamente ordenado y el olor a medicina le hizo caer en cuenta que estaba en el hospital. ¿Y los cuatro idiotas que lo atacaron?.

El moverse le causó un dolor horrible en las costillas. Apretó las sábanas con la mano derecha por furia y por dolor, una vez que saliera de ese lugar, buscaría al causante de todo eso. ¿Por cuánto tiempo estuvo así? ¿Un día?, ¿Una semana?, ¿¡Un mes!?. Miró otra vez a su alrededor, no había reloj y la cortina de la ventana no le permitía ver a su exterior. Maldijo a lo bajo.

Alguien abrió la puerta con lentitud, dándose cuenta que era Setsuna-San.

— ¿Set...suna?.– Preguntó confundido el joven rubio y con la voz rasposa.

— Buenas noches Tenoh. También trabajo aquí.– Dijo inmediatamente.

— ¿Qué pasó?, ¿Cómo llegué aquí?, ¿Por cuánto tiempo...?– Haruka comenzaba a impacientarse.

— Tranquilo, te encontraron moribundo en la calle justo detrás de mi edificio. Unos tipos te golpearon y por si fuera poco casi mueres desangrado. De no ser por Andrew y Seiya Kou, estarías ahora a tres metros bajo tierra.– Explicó seria la mujer.— Llevas cuatro semanas, de hecho hoy cumples el mes. Seiya no ha parado de venir desde que estás aqui.– Terminó por decir la peliverde.

— Un...¿¡Un mes!?.– Exclamó sorpresivo Haruka.

— Si, el corte en tu frente aun no sana del todo. Pronto saldrás de aquí, no te preocupes.– Tras decir eso, alguien tocó la puerta. Era la enfermera avisando una visita, la última del día.

—Es Seiya Kou y su madre.– Dicho eso la enfermera se marchó dejando pasar a los nombrados.

— Los dejo un momento para que hablen.– Informó Setsuna marchándose. Seiya y su madre asintieron.

— Tenoh al fin despiertas...¿Quién te hizo todo eso?.– Preguntó con furia el joven Kou.

— Haruka, ¿Cómo te sientes?.– Está vez fue el turno de Saori el preguntar.

— Sólo sé que fueron cuatro tipos enmascarados...me golpearon hasta dejarme inconsciente...o es lo que dijo Setsuna-San. Estoy bien. No le digan nada a mi abuelo, por favor.– Pidió el rubio con melancolía.— Se avergonzaria de mi al saber que no fui capaz de defenderme...–

Seiya se molestó por la actitud tan compasiva de Haruka, es muy extraño que él reaccione de esa manera.

— ¿De que hablas Tenoh?, ¡Fueron cuatro tipos que te golpearon y tú tenias las manos atadas!.– Exclamó con molestia y sorpresa.— Tranquilo...tu abuelo no sabe nada, el cree que asistes a la escuela con normalidad, pero quien si sabe tu situación  actual es tu patrocinador...– Dijo el chico bajando la voz.

— Haruka, lo que pasó no puede tomarse a la ligera, debemos informar a la policía. ¿Tienes problemas con algún chico o algo por el estilo?.– Preguntó Saori. Si algo hay que mencionar es que como Haruka y Seiya se conocieron desde niños, los padres de Seiya y la madre de Haruka se conocieron de igual forma.

Cuando la madre de Haruka murió, Seiya y sus padres acompañaron al abuelo Hachiro en su funeral. Lo mismo pasó cuando el padre de Seiya murió en un accidente aéreo siendo como principal piloto aviador. Había apoyo por parte de las dos familias.

Todos guardaron silencio por un minuto.

— Voy a salir de aquí. Ya estoy mejor.– Habló decidido el rubio.

— Debes cuidarte mucho por favor hijo. Tu abuelo no sabe nada pero tarde o temprano se va a enterar.– Le dijo Saori.

— Gracias, señora Kou.–