Jane Agnelli, hija de uno de los dueños más importantes de ferrari asiste una noche a una fiesta porque tiene el corazón roto, en esa fiesta toma algunas malas decisiones que hacen que su futuro cambie.
¿Qué pasaría si Jane tiene que decidir entre 3...
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POV CHARLES
Los días hasta el domingo se pasaron extremadamente rápido, el sábado Jane tenía que regresar a Italia, yo me negué a regresar con ella con el pretexto de que no podían vernos en el mismo avión regresando de Mónaco.
En cuanto ella se fue yo tomé un vuelo hacia la ciudad donde esta semana se correría la carrera clandestina es Chicago, las carreras comúnmente se corren en las mismas ciudades que los GP, pero cuando hay semana de descanso los organizadores se encargan de buscar lugares para correr, esta semana se decidieron por Chicago.
Son las 11:30 de la noche, estoy acabando de prepararme para la carrera, comúnmente no sentía nervios pero ahora había algo en juego.
Toda la semana me la pasé con Jane yendo de un lugar a otro, mi madre y mi hermano ya la amaban y eso me encantaba. Jamás les había presentado a una novia, con ella todo era diferente.
Me sentía mal pues durante la semana quise decirle pero no pude, no quería involucrarla en esto y mientras menos supiera sobre esto mejor.
Tomo las llaves de mi coche, para las carreras compré un LaFerrari por varios motivos, uno de ellos es que ni la prensa ni los fans saben que tengo uno así si alguien llega a ver corriendo ese Ferrari no sabrán que es el mío, claro corro riesgos y la verdad no me importaban. Hasta ahora...
Salí del hotel y me dirigí hasta el sitio, una de las cosas que me gustaba de correr en este tipo de carreras es que por algunos momentos me sentía como una persona normal. En estas ciudades no me reconocían por lo cuidadoso que era, podía tomar el autobús o un taxi o incluso podía caminar hasta el lugar de las carreras cosa que me era imposible hacer otros días.
Llegué al lugar después de tomar varios taxis y de caminar un rato, la carrera se lleva a cabo afuera de la ciudad pero durante el recorrido atravesamos las calles de la gran e iluminada ciudad de Illinois.
El lugar ya se encontraba lleno de gente, la mayoría de personas eran niños ricos que buscaban un poco de diversión viendo correr a otras personas, ellos nos daban dinero y nosotros a cambio un espectáculo nada muy distinto a la F1, solo que aquí el dinero se iba mayormente a los bolsillos de Hero.
El viento soplaba muy fuerte por esta zona, las personas bebían y apostaban. Los chicos ya se encontraban revisando sus autos, me acerqué a donde estaban todos los carros ya en línea y visibilicé mi auto.
Los chicos no me saludaban, la mayoría de ellos me odiaban pues les había ganado miles de veces, habían sido humillaciones totales y les había dado en su ego, por eso me odiaban.
Subo a mi auto y comienzo a prenderlo, el interior era precioso cualquier persona que supiera un poco de autos sabe la maravilla de auto que es este.
El lujo rebosa en este auto tanto como en cualquier otro Ferrari, los detalles son finos y de buena calidad. Nunca me imaginaría corriendo otro auto que no sea Ferrari.
