Jane Agnelli, hija de uno de los dueños más importantes de ferrari asiste una noche a una fiesta porque tiene el corazón roto, en esa fiesta toma algunas malas decisiones que hacen que su futuro cambie.
¿Qué pasaría si Jane tiene que decidir entre 3...
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ABU DABI
El viento recorre cada parte de mi cuerpo, subir al edificio más alto de la ciudad era algo tan maravilloso, Carlos e Isa nos invitaron a mi y a Charles a cenar, cuando nos hicieron la invitación me imaginé algo sencillo, no me esperaba estar cenando el la terraza más alta de la ciudad.
Desde aquí las luces nos dan un espectáculo maravilloso, los cuatro platicábamos animosamente mientras bebíamos vino (sin excedernos) como de costumbre hoy es sábado, el día antes de la carrera y para ser sinceros esto ya se sentía como una victoria, era imposible que alguna escudería nos ganara en este punto.
Charles prácticamente tenía ganado el campeonato, y Carlos tenía que pelear con Max para obtener el segundo lugar.
-Tenemos que decirles algo. -Carlos habló mientras tomaba la mano de Isa. -Ustedes, son como mis hermanos. Los amo demasiado y nada nos haría más feliz a Isa y a mi que fueran nuestros padrinos.
-Nos hace mucha ilusión que sean ustedes. -afirmó Isa viéndonos con una dulce sonrisa.
-¡Claro que si! -dije alegremente, estaba feliz de encontrar tan maravillosas personas y que el amor y el cariño fuera mutuo. -Bueno... -miré a Charles, el estaba igual o más sonriente que yo, se veía que esto le emocionaba tanto como a mí.
-¡Es un si! Oh amigo, no sabes lo feliz que estoy. -Charles se levantó y abrazó a Carlos.
-Nada nos haría más feliz que ser sus padrinos. -abracé a Isa la cual comenzó a llorar de la emoción, Carlos se acercó también al abrazo y yo hice señas a Charles para que se nos uniera.
Ahí estábamos, dos parejas felices arriba del edificio más alto, siendo felices. Nos sentíamos en el punto más alto de nuestras vidas.
Todo lo que sube tiene que bajar.
En ese momento nos sentíamos los reyes del mundo y no por el dinero, nos sentíamos así porque teníamos todo lo que podíamos pedir. Habíamos formado una familia con amistades sinceras, había encontrado una familia. Lo tenia todo.
Un trabajo que amaba.
El campeonato.
Amigos.
Familia.
Y al amor de mi vida.
Pero ya saben lo que dicen, la vida así como da también quita.
-Una foto para el recuerdo. -dijo Isa mientras llamaba a un mesero para que nos tomara la foto.
-Carlos abrazaba a Isa, Charles me abrazaba a mí. Los cuatro mirábamos a la cámara con unas enormes sonrisas.
-Queremos tener una foto con el futuro campeón y con la dueña de Ferrari, esta foto será histórica. -Carlos comenzó a reir y nosotros también, tenía razón esa foto sería histórica pero los cuatro sabíamos que no la publicaríamos, esa foto se quedaría solo para nosotros.
