Capítulo 13.

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—Entonces Heeseung se estaba cayendo del escenario y ambos nos tomamos de la ropa para que no lo hiciera, pero me rompió la camiseta y me caí con él. Caerse del escenario es doloroso, pero da más vergüenza. Habían muchas personas lindas preocupadas y cuando nos levantamos se rieron. Hay un video. Soobin y yo hicimos un cover en nuestro canal, estábamos cantándole una serenata a su loro pero él dejó blanco el cabello de Soobin y entonces dijo que me lo va a regalar porque a él no lo quiere. —Beomgyu se encontraba recostado sobre el tejado junto a Yeonjun, trazando líneas sobre el cielo oscuro donde se suponía que encontraba figuras uniendo algunas estrellas, pero Yeonjun no veía más que puntitos blancos. —¿Ya te dije que Soobin me propuso matrimonio?

Yeonjun sacudió su cabeza y él sonrió, asintiendo en respuesta.

Estaba drogado. Muy drogado. Yeonjun se había puesto un par de píldoras en la lengua y antes de poder tragarlas Beomgyu lo había besado intensamente, chupando las píldoras de su lengua y tragando sin darle tiempo a quejas, y como alguno de los dos debía cuidar que no descubrieran al otro bajo los efectos de ello, le había pedido a Yeonjun que no tomara nada.

En cambio, se habían lamido uno al otro como gatos, todo el cuerpo.

Se encontraban satisfechos, pero no habían tenido la cereza para su postre.

Con sólo un calzoncillo, Beomgyu se había acomodado sobre el costado de Yeonjun, cubriendo sus caderas con su múslo. Yeonjun estaba vestido con más prendas que él porque tenía frío, así que ahí estaban uno sobre el otro.

—Él dijo que cuando lleguemos a los treintas, si no nos hemos casado con alguien más, nos casaremos entre nosotros. Taehyun se enojó; dice que somos demasiado gays. Heeseung dijo que Taehyun está en el clóset, porque a nadie más le molesta lo que hablemos Soobin y yo, y nada es verdad.

—¿Qué tal si le dices a Soobin que venga a hablar conmigo?

—¿Para qué?

Yeonjun encontró sus ojos y le sonrió, presumido como siempre.

—Mh, para que le de su merecido por meterte ideas en la cabeza. Tú vas a casarte conmigo.

—Primero tienes que proponérmelo y luego tengo que decir que sí.

—Ah, ya me encargaré de eso…

Yeonjun se inclinó para besarlo y Beomgyu no puso ninguna resistencia, porque desde la última vez, en su baño, sus barreras se habían roto de una manera increíble.

Se besaron lento pero hambrientos, profundizando en el sabor del otro, compartiendo aliento y jadeos, y tarde se dieron cuenta de la sombra que cubría un poco de la luz amarilla que los iluminaba desde la habitación de Yeonjun. Cuando miraron a través de la ventana, Sun, la madre de Yeonjun, parecía sorprendida. En las manos de la mujer había una canasta de ropa y ella tenía una camiseta de su hijo en la mano.

Pasaron segundos y ella les sonrió, antes de mover sus labios con claridad para que pudieran leer lo que decía:

«Sigan en lo suyo». Ambos rieron y Beomgyu se acomodó más cerca, resistiendo su impulso por tocar, besar, hacer algo con el cuerpo de Yeonjun estando a la intemperie y pudiendo ser pillados por algún vecino, o simplemente que su madre los viera en algo. Tampoco quería asustar a la mujer.

Algunas vez se había sentido demasiado escandalizado de que sus madres los sorprendieran juntos. Era obvio que ellas querían que lo estuvieran, siempre hacían referencias demasiado obvias sobre los dos, y se ponían tristes o felices dependiendo qué tan bien estuviesen entre ellos, o les daban miradas sospechosas.

Fue un alivio darse cuenta que no les importaba en realidad con quién estuvieran, sólo querían verlos felices y con una relación de cualquier tipo, pero sana.

Youngblood.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang