Capítulo 17.

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Yeonjun estuvo ahí, entre el público nuevamente. Estaba casi tan lleno que comenzaba a sofocarse por el calor, pero poco le importaba cuando las miradas constantes que enviaba Beomgyu desde el escenario eran un incentivo a continuar mirando.

Beomgyu estaba cantando para él, y no era el único que se daba cuenta.
Algunos murmullos alrededor le dejaron saber lo curiosas que estaban algunas personas por saber a quien exactamente Beomgyu miraba.

Se sintió orgulloso cuando, por supuesto, fue a él a pesar de que nadie pudiera descifrarlo.

Algo era perfecto en la interacción a pesar de estar tan lejos.

Ya no se sentía ansioso, sabiendo que en cuanto estuviera libre de todas personas, a quien saltaría eufórico y besaría ansiosamente, sería a él.
No era más un espectador, sino el protagonista de esa loca atracción que tenía con Beomgyu.

Al terminar, no importó lo mucho que esperó mientras todos se amontonaban alrededor de Beomgyu y los otros chicos a los que Yeonjun no les había dado más de una mirada. Pudo ver a algunas personas lanzándose más lejos que el resto para pedir cosas triviales e íntimas, desde firmar senos, algún beso o hasta ser invitados a una habitación.
Beomgyu rechazó todo lo que fuera demasiado privado, pero todavía se tomó el atrevimiento de firmar algunas partes muy locas del cuerpo de su creciente número de seguidores.

Yeonjun incluso rió un poco al ver las expresiones de Beomgyu, reaccionando a cualquier petición espeluznante, pero cuando finalmente el representante de la banda comenzó a echar a todos para dejar descansar a los miembros, Yeonjun fue el último en acercarse, con el riesgo de ser echado a patadas por el hombre.

—Oye, tú. —Cuando fue señalado, Yeonjun sonrió. —Acabo de decir que…

Beomgyu se había lanzado en sus brazos y, por suerte, Yeonjun lo había visto venir.
Lo atrapó por los muslos y lo levantó en su cintura, dejándose llenar la cara de besos mientras la satisfacción de haber silenciado al hombre recorría su cuerpo.

No era un fanático más, a pesar de lo mucho que apreciaba a Beomgyu en el escenario.

Beomgyu y él eran mutuamente su religión, y pudo notarlo desde el último par de semanas, en los que se habían acercado tanto emocionalmente, que sentía haberse fusionado incluso cuando no lo había tocado lo suficiente.

Sus labios se estrellaron finalmente, sus dientes mordieron la lengua de Beomgyu cuando decidió entrar en su boca y el sonido que obtuvo de ello fue lo que necesitaba para ponerse un poco drogado, luego de que Beomgyu hubiese comenzado a tirar cada una de las sustancias que consumía.

Beomgyu tuvo razón cuando le dijo: “Necesitas mucho menos que esto para sentirte hasta arriba”.

Él lo sabía.

Sonrió en respuesta y acarició la lengua de Beomgyu con la suya, luego chupando antes de separarse.

Sabía que eran un poco demasiado extremos al besarse, pero necesitaba estar dentro de su boca cada vez para sentirse perfectamente, o no sería suficiente a menos que estuvieran acurrucados todo el día, sin separarse del lado del otro.

Cuando miró detrás de ellos, no estaban los compañeros ni el representante de Beomgyu, y sonrió aún más fuerte, porque sucedía constantemente. A las personas no les gustaba quedarse a mirar cuando se besaban así y parecían tan ansiosos por conectarse.

Cubrió la mejilla izquierda de Beomgyu con besos pequeños y delicados, y sin bajarlo de su agarre, cuando estuvo seguro, finalmente abandonó la piel suave para mirarlo y decir:

—Estuviste increíble ahí arriba. Fue muy intenso.

—Estabas muy rojo. —Beomgyu respondió, casi divertido, pero la preocupación se notaba en sus ojos. —Te dije que tienes que venir detrás del escenario para que estés cómodo.

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⏰ Last updated: Apr 01 ⏰

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