Youngblood.

Capítulo 15.

—¿Le pusiste seguro a la puerta? —Fue lo primero que salió de los labios de Beomgyu y, aunque sus ojos se entrecerraron cuando los dedos de Bumjune abandonaron su interior, ningún otro sonido salió de sus labios.

Asintió dándole una nueva mirada a la puerta y preguntó:

—¿Qué pasa?

—Quítalo. El seguro no está bien, no me gusta, quítalo, Yeonjun.

—¿Por qué? —Insistió, avanzando dentro de la habitación. —¿Y si alguien entra?

—Ya te dije por qué me da miedo poner el seguro, ¿no?

—Uh, uh. Te equivocas. Eso se lo dijiste a tu otro amigo, a mí no me has hablado de miedos a las cerraduras.

Beomgyu lo miró con súplica, sus ojos ligeramente rojos y pequeños, pero demasiado brillantes y atentos para lo que claramente había consumido en tan poco tiempo.

Había tenido la incómoda idea de que encontraría a Bumjune follando a su Beomgyu, pero ni siquiera habían iniciado. Para decir verdad, él encontraba caliente haber visto esos dedos; que lo habían tocado en repetidas ocasiones antes del "trato" entre Beomgyu y Bumjune; en el agujero de Beomgyu.

Se acercó a la orilla de la cama y se inclinó sobre el rostro de Beomgyu. Le dolía el corazón al imaginar que la razón de no sentirse seguro de esa manera, con un simple pasador en la puerta, era alguno de los novios que Beomgyu había tenido, y estaba seguro que había sido un miedo formado desde esa primera vez que había tenido que abrir la puerta por la fuerza para sacarlo y llevarlo a casa.

Le acarició la mejilla, dando pequeños y suaves besos en sus labios.

—Mi amor, soy yo… ¿no confías en mí?

—No me gusta esto, Yeonjun.

—¿Y si alguien entra? Abriré la ventana, pero no quitaré el seguro, no querrás que nos vean…

Pero Beomgyu sacudió en un gesto negativo su cabeza y, en realidad, no estaba confirmando las palabras de Yeonjun.

—Está bien si nos ven. Abre la puerta.

—Deberías quitar el seguro, Yeonjun. —Fue Bumjune que dijo, mirando con preocupación cómo Beomgyu asentía rápidamente, de acuerdo con que lo apoyara en su petición. —No creo que sea algo pequeño.

Así que soltó un suspiro y volvió a la puerta para quitar el seguro. Se quitó la chaqueta y la camiseta y puso esta última prenda entre el marco y la puerta para mostrar que estaba ocupado y asegurar un poco. Luego, en realidad abrió la ventana para que Beomgyu pudiera escuchar lo que había afuera y supiera que también lo escucharían si se sentía inseguro.

Beomgyu lo miraba con detenimiento cuando se giró y sus ojos se encontraron, como si estuviera tratando de descifrar por qué o para qué estaba ahí dentro donde había estado a punto de follar con alguien. Sus ojos lo siguieron mientras se acercaba y quitaba a Bumjune para meterse entre sus piernas.

Fue claro el entendimiento en el rostro de Beomgyu, y entonces lo estaba escuchando decir:

—No. Te dije que no vamos a hacer esto…

Y él se inclinó hacia el frente, subiendo en sus rodillas y manos a la cama y preguntando, absolutamente cansado y a punto de rendirse del todo si volvía a decir que no. Entendía la parte del "no", pero jodidamente no quería creer que sólo no lo estaba aceptando porque creía que iban a arruinar lo bueno que tenían, si ya habían hecho básicamente de todo, tan íntimo como eso.

Porque no quería sentirse dependiente del cariño que le tenía ya, por eso no lo aceptaba, según las propias palabras de Beomgyu.

—Dime de verdad que jodidamente esto tiene una razón. No tenemos que tener sexo real, no tenemos que hacerlo, quiero ser tu novio incluso si nunca me dejarás tener esto. Quiero que me quieras sin restricciones, Beomgyu, porque yo estoy dispuesto a muchas cosas. Arriésgate, por nosotros. Joderemos las cosas si ese es nuestro destino incluso sin tener una relación real. Déjame ser tuyo, Beomgyu, déjame mostrarte a todo el puto mundo… Te amo. Te amo mucho, de verdad, no me importa donde hayas estado antes. Si me dices que no lo entenderé, Gyu, pero yo no puedo ir a la deriva esperando que me quieras alguna vez. Sé que no es tu culpa que sienta lo que siento, pero yo tengo la culpa por esperar e ilusionarme un poco más cada vez que tú… cuando duermes conmigo, cuando amaneces junto a mí, cuando me dejas besarte o esas estupideces. Si nunca tendré posibilidad de estar contigo en serio, sólo quiero saberlo para arreglarme a mí mismo y ser un verdadero amigo.