7. Emociones

8K 693 23
                                    

Charlotte POV

En momentos como este, me siento como un conejo de indias sacrificado a los lobos.

¿Abortar?, ¿Hablan en serio?, están locas. Yo viví toda mi vida en un orfanato y no me quejo de esa vida, aunque fue cruel, dura y muchas cosas más, gracias a eso es que estoy aquí...ese niño si nace tendrá una vida perfecta, tendrá la suerte que muchos no tienen. Sarocha de seguro estará feliz con esa idea, eso reforzara sus lazos con Rebecca, estoy tan segura que esas dos serán una pareja perfecta de esposas pronto, ya lo son, es solo que Rebecca se deja llevar por las palabras de Baitoey.

Ellas serán como una clásica una familia feliz, es cuestión de tiempo.

Pero aquí estoy yo, y técnicamente el futuro de las tres depende de mí.

-¿Y qué dices Lotte?, ¡A que es una gran idea! – Menciono Heidi, entusiasmada con su propia idea.

Soy una imbécil. Los ideales que delicadamente forme durante tanto tiempo los estoy echando a la basura, todo por una persona, todo por una chica, ingenua, tonta, soñadora...y sorprendentemente amable y gentil de corazón. Estoy recordando la razón por la que me uní a este plan al principio, fue por Rebecca, fue porque la quería...quería echar a Sarocha a patadas de aquí, ¿A dónde se fueron esos sentimientos?, ahora solo puedo pensar en ella...la única persona que vale la pena, al menos en mi mundo.

Que diablos estoy pensando, ¡No voy a ganar nada con esto! Sarocha es una chica casada y embarazada, ella esta tan tontamente enamorada de su esposa, por donde veas yo no tengo oportunidad contra Rebecca, yo no voy a sacar algo positivo de esto. Apoyar a Sarocha y a Rebecca solo me traerá desgracias.

Entonces...¿Por qué quiero ir en contra de Heidi? Cuando pienso en Sarocha, en lo buena que es con todos, y en lo destrozada que quedará si su bebé muere...tengo ganas de llorar, esas ganas aumentan cuando caigo en que yo seré la causante de su sentir, además...solo haría que Heidi salga ganando. Si me quedo al margen de la situación Heidi y Baitoey lograran salirse de las suyas, y pasara lo mismo.

Así que al final todo depende de mí...me pregunto cuando cambie, tal vez Sarocha me hizo cambiar. No sé que sacaré de esto, ni que estoy buscando, pero...si puedo lograr que una buena persona sea feliz, lo haré. Porque yo sé que tan desgraciada puede ser la vida, si es por la persona de la cual me estoy enamorando está bien...dicen que el amor te hace ingenuo, puede que sea cierto, solo mírenme a mí.

Odie estas situaciones tan complicadas.

-No, no voy a participar, con el aborto nos estamos metiendo en problemas legales...no cuenten conmigo para esto – Me levanté con del sillón, quería irme rápido de aquí, sabía que mis palabras eran solo excusas de mis sentimientos.

Heidi solo se paró rápidamente y me tomó de los hombros, me asuste.

-Estas mintiendo...yo soy una actriz, yo se reconocer el buen talento de una persona, y cuando alguien dice mentiras, ¿Qué diablos te pasa?, ¡Creí que te importaba Rebecca! – Heidi me agitaba con rudeza de los hombros.

Todo esto hubiera sido más fácil si Sarocha no hubiera sido la esposa de Rebecca, si fuera cualquier otra persona no me dolería hacer esto, pero así es la realidad.

-¡Es cierto lo que digo! – Repliqué, estaba nerviosa, tenía a la chica que me leía como un libro abierto enfrente de mí y yo no era buena en esta clase de cosas.

-Lo único que se me ocurre es que sientes pena por ese bebé, ¡Vamos nacen miles de ellos a cada segundo! – Gritó Baitoey por un lado.

No dije nada, me sentía asquerosa, solo quería irme a dormir...quiero tener mi vida pacifica de vuelta. Heidi se me quedo viendo un momento detenidamente, casi examinándome con la mirada, en un movimiento rápido me zafé de su agarré.

Ella es mi esposaWhere stories live. Discover now