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Después de que se presentara como omega, el padre de Felix le compartió durante "la charla" una explicación detallada sobre la formación de los lazos entre alfas y omegas durante el proceso de cortejo. El Clan Lee es conocido por ser una de las familias de lobos puros que todavía creen en la pureza de razas, por ello es impensable que acepten a algún miembro de otra raza en sus filas. Debido a esta estricta norma, el cortejo en esta familia presenta diferencias sutiles con respecto a la regla general que rige en aquellos que no priorizan la pureza de raza.

Cualquier alfa y omega pueden consolidar un lazo mediante una mordida, eso es un hecho. Sin embargo, los lobos exhiben un carácter territorial más acentuado en comparación con otros animales, lo que dificulta la incorporación de nuevos miembros en su manada. Los lazos entre los lobos deben ser auténticos y arraigados en la mutua aceptación. Alcanzar esta condición se torna particularmente desafiante cuando se trata de matrimonios concertados, donde la cimentación de un vínculo genuino entre alfa y omega encuentra obstáculos porque se ve forzado.

Durante el cortejo, sus animales internos se conocen y se enlazan antes que sus partes humanas, al igual que cualquier otra raza. Sin embargo, en el caso de los lobos, si no lo han hecho para el momento en que el alfa muerde al omega, el lazo no durará y deberá renovarse cada luna llena hasta que los lobos se resignen y formen un lazo. El proceso de renovación resulta tanto doloroso como vergonzoso para el omega, quien usualmente se ve inculpado por su aparente incapacidad para forjar una conexión sólida con su alfa.

Si bien su clan no creía en los predestinados, Felix siempre tuvo la impresión de que existían y los matrimonios arreglados dentro del clan eran en base a ello dada la durabilidad de los lazos en su familia. Por ello cuando su madre le dijo que Hyunjin sería su esposo, se emocionó porque pensó que el heredero de los Hwang sería su destinado.

Ahora no lo tiene del todo claro.

El cortejo ha sido nada más que dulce. Hyunjin es siempre atento con él, pero hay algo que al omega le molesta. A pesar de que el alfa suele ser muy abierto a expresar sus ideas y deja que él también lo haga, últimamente siente que no es así.

Hyunjin sí suele hablar con él pero parece que lo que dice es medido, calculado. No está dispuesto a entrar en conflictos ni lo mira a los ojos cuando están en una conversación relativamente profunda, aunque Felix no podría decir si realmente han tenido una. No debería sentirse así porque apenas se están conociendo otra vez, pero algo en el pecho de Felix le dice que eso no cambiará pronto.

Suspira esperando que la Luna le dé paciencia a su lobo, quien reclama por atención todo el tiempo.

—¿Está mi pequeño príncipe aquí? —Le pregunta su hermano desde la puerta de la habitación.

—¡Minho! —Felix se da vuelta alejándose de la ventana para correr y abrazar al beta—. Te extrañé mucho, pensé que no vendrías más.

—¿Por qué no lo haría? Aquí vive mi hermano favorito.

El menor se ríe en voz alta.

—Soy tu único hermano. —Se aleja sonriente de su hermano para tomar el bolso que descansa en la cama—. ¿Cuánto tiempo te quedarás?

—Vine a hablar con mamá sobre algo, me invitó a la cena. —Habla con tranquilidad el beta pasando la mirada por su hermano, notando por primera vez lo arreglado que luce—. ¿A dónde irás?

Felix no evita que sus mejillas se sonrojen con la pregunta.

—Es el cumpleaños de la hermana de Minnie, ¿la recuerdas? —Espera una respuesta pero su hermano hace una mueca mientras niega. No le sorprende en lo absoluto—. La hija del Coronel. 

Atlas -  HyunhoWhere stories live. Discover now