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—Es absurdo. —Murmura para sí mismo mientras revisa la lista por quinta vez.

Durante la reunión que organizó su padre, uno de los hijos del jefe de policía le entregó la lista de proveedores clasificada de la farmacéutica, una a la que Hyunjin no tiene acceso de forma oficial. Luego del viaje a Mynta y de la pelea con Minho, el alfa se dedicó a revisar la información de todos los proveedores de aquella lista. Un par de empresas también proveían a la empresa de Marissa, pero eso no fue lo que llama la atención de Hwang.

De manera oficial, solo existen doce proveedores.

Dos empresas, que solían proveer el cuarenta por ciento de la demanda de la farmacéutica, desaparecieron de la lista hace menos de tres años y no fueron sustituidos. Es imposible que la empresa por sí sola cubra esa demanda sin otro proveedor.

Así que Hyunjin maneja hasta las instalaciones de estas empresas, que resultaron ser un galpón vacío y una fábrica abandonada —supuestamente incautada por el gobierno local—. Según los vecinos, los recintos han estado deshabitados desde hace dos años.

No hay mucho más que el alfa pueda hacer para averiguar sin meterse en problemas, porque la información financiera de las empresas no es dominio público. Así que el alfa toma sus cosas y se dirige a la farmacéutica de su padre.

Los guardias de la entrada del complejo lo miran extrañados, pero no hacen otra cosa más que saludarlo con respeto cuando le autorizan el paso.

Hyunjin evita a toda costa el edificio administrativo, pasando directamente a la planta, ubicada al fondo del complejo empresarial. Estaciona frente a un pequeño edificio de la sede y pregunta por el administrador de la planta.

—¡Qué sorpresa tenerlo por aquí, joven Hwang! —Le saluda el viejo alfa con una sonrisa—. No nos comunicaron que vendría.

—Fue algo de último minuto. —Sonríe Hyunjin devolviendo el saludo—. No le quitaré demasiado tiempo, tan solo necesito su ayuda con algo.

—Sí, claro. Mientras esté en mi poder y lo autorice el señor Kim, con gusto.

Hyunjin evita hacer una mueca ante la mención de su cuñado.

—No creo que sea necesaria la intervención de Minjae todavía. —Dice con seriedad sentándose finalmente en la silla frente al escritorio del administrador de la planta—. Verá, señor Yoon, estoy a cargo de la gerencia de Hwang & Lee, y últimamente los almacenes del centro presentan un constante desabastecimiento de medicina. Quería saber si hay algún problema con la planta antes de hablar con Minjae al respecto, sabrá que no es muy paciente.

El hombre hace una mueca de disgusto que disimula con una sonrisa incómoda, que podría pasar desapercibida pero Hyunjin está atento a cada gesto.

—La planta funciona perfectamente, joven Hwang. Recibimos los pedidos, los fabricamos y los enviamos. Si los almacenes tiene algún problema, deben notificarlo directamente al departamento de logística.

—Supe que ya lo han hecho. —Suspira Hyunjin, sacando de su maletín una carpeta y abriéndola ante la mirada nerviosa del administrador—.  Dos veces, de hecho.

—No hemos sido notificados.

—Esperaría que con el cierre de la bodega oeste, los fallos en el abastecimiento del centro se verían reducidos. —Continúa ignorando al otro alfa—. Especialmente ahora que hay un incremento en la demanda de medicamentos para aliviar síntomas estacionales. ¿Hay algún problema con los proveedores? Porque si no se puede suplir la demanda con los que tenemos, deberíamos buscar nuevos.

—Con todo respeto, joven Hwang. Eso es competencia de su cuñado, no de usted. —Responde con altanería mientras trata de controlar el temblor de su pierna—. Usted no está al frente de la farmacéutica, no sabe su funcionamiento. Ni siquiera debería estar aquí.

Atlas -  HyunhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora