Capitulo 21: Charla con el suegro parte 1

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Mis ojos se llenaron de lágrimas, no podía creer lo que estaba viendo frente a mi.

–Aidan.—Fueron las únicas palabras que logre articular.

–Hola licuadora.—Ah que su maldita sonrisa que amo, me olvide de todo, incluso que estamos en el suelo con un montón de adolescentes patinando a nuestro alrededor y lo bese, correspondió tan delicioso que no se como pude estar tanto tiempo sin ellos.

–Chicos y si se levantan y terminan su magnifico beso fuera de la pista.—Esa fue la voz de Emerson. Nos levantamos y fuimos a una de las mesas solas para platicar.

–¿Como llegastes hasta aq—No me dejo terminar ya que me beso.

–No hables solo besame.—Y lo hice, ya no me importaba nada solo el hombre que tenia frente a mi.–No volveras a escapar de mi pequeña.

–Eso jamas.

–Bien pequeña hablemos, dime de una vez si seguirás huyendo de mi para decirte que te seguiré hasta donde vallas, no te desaras de mi.

–No Aidan, no mas huidas, no mas estar lejos de ti.

Pasamos el resto de la noche hablando hasta que Emerson nos interrumpió para avisarnos que la pista va a cerrar y que movieramos nuestros lindos piesitos, ya casi por salir se me vino a la mente Rene, el cual ni idea donde se metio.

–Espera y Rene, ¿Donde esta?—Aidan me señala a la bola de chicos fuera junto al auto y justamente ahí esta Rene con Daniela.

–Es quien me ayudo a sacarte de tu casa y traerte.

–A, ahora entiendo lo irritante y estresante que fue.—Mi mirada se encontró con la de Rene el cual me sonreía nervioso.–Igual que tu.

–Eh yo no soy irritante y estresante.—Me giro de golpe a el para susurrar en mis labios.

–No, Aidan, no lo eres.—Sarcastica.

–Bien porque no mejor nos vamos y nos perdemos un rato.—Beso mi cuello y entendi perfectamente lo que quería, y para que negarme si yo también lo deseo.

Los demás se fueron a la casa de mi tía donde Arlena los estaba esperando, y Aidan y yo subimos a un taxi y perdernos.

A la mañana siguiente.

–Aidan mi padre nos va a matar.—Vamos caminando por la acera de mi calle tomados de la mano y ambos con una sonrisa enorme.

–Lo se, por eso pienso hablar con el y decirle que te amo y nunca me separare de ti.

–Yo también jamas me alejaré de nuevo.—Llegamos y al abrir la puerta no ahí nadie despierto aun, nos sentamos en la sala un rato hasta que Ernesto bajo.

–Esa sonrisa es por algo.—Me escondí en el cuello de Aidan por vergüenza, les apuesto a que estoy peor que un tomate.

–Hola Ernesto.—Saludo Aidan con un choque de puños.–¿Como estas?

–Bien y no te pregunto a ti porque me eh de imaginar.

–¿Y papa y Diana?—Pregunte para cambiar de tema o eso intente.

–También se portaron mal anoche ya que aun no han llegado.—Genial, respire un poco, no se enteraron que no dormi en la casa.

–Hola, Hola, ahí alguien en casa.—Se escucho la voz de Diana mientras abría la puerta.

–En la sala.—Grito Ernesto.

–Buenos dias, ¿Como amanesieron?—Súper bien.

–Bien y a ustedes tampoco ni les pregunto, se ve en sus rostros.

–¿A que te refieres?—Pregunto mi padre y Aidan se levanto. Los ojos de Diana brillaron y los de mi padre miraban sorprendidos.–¿Que hace aquí Aidan?—El tomo de su voz me sorprendió, yo pensé en que seria molesto pero no todo lo contrario fue como si le diera gusto verlo.

–Señor estoy aquí para recuperar a Alena y para hablar con usted.—La voz de Aidan suena demasiado segura.

–Eso me agrada, vamos al patio.—Salieron al patio y yo me muero de miedo.

Alergica al amor. (Editando.)Where stories live. Discover now