Capitulo 28: Fiesta Sorpresa.

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Gracias a dios ningún daño resulto en Arlena, volverá a casa esta tarde.

Dalton no se a despegado de ella, papa y Ernesto no están feliz, Aidan y Facundo le hacen bromas al pobre de Tayler diciendo que cuando valla a ver a Cristin ya tendrá novio, parecen niños chiquitos.

–Alena.—Me llamo Arlena antes de que saliera de la habitación.

–Si dormilona.

–Ernesto esta molesto conmigo ¿Cierto?

–Claro que no, el te ama pero esta celoso y molesto por la presencia de Dalton, eso es todo.—Me regrese y ella ya esta vestida para regresar a casa.

–Yo lo amo, no tiene porque sentir celos de Dalton, el ya es pasado.

–Pero para el no lo es, tienes que dejarcelo claro Arlena, el volvió para recuperarte.—Bufa un poco y se recarga en mi hombro.

–¿Esto es lo que sentistes con el regreso de Fran?

–Enojo, frustración, coraje contigo misma, miedo.—Ella asiente.–Si, es lo mismo, ahora andando a casa.

Es Aidan quien nos lleva a casa, papa y los demás están preparando una fiesta sorpresa para Arlena la cual espero y si sea buena como lo planeo Emerson y las chicas.

–Alena quiero un litro de helado.—Dijo tirandose en el sillón de atrás.

–Sus deseos son ordenes cuñada.—Aidan nos llevo por unos helados y darles mas tiempo a que este todo listo.

–¿En el cielo ahí helado?—Pregunto Arlena mirando la cuchara con helado de pistache.

–No lo se, pero si no ahí no seria el cielo entonces.—¿Quien opina lo mismo?

Al llegar a casa Aidan la cargo para que no caminara mucho.

–Ya se lo que sintió Alena cuando la cargastes hasta la enfermería, y es magnifico.—Logro Sonrojar a Aidan, le debo un chocolate.

–Pero no te acostumbres que esos brazos solo son mios, te los presto solo porque estas enferma.

–Señora celosa.—Me mira Aidan aun rojo.

–Si, obiamente, ya que eres solo mio.

–Eh baja a mi mujer Aidan brazos perfectos.—Dijo Ernesto molesto, tomo a Arlena en sus brazos lo cual ella de inmediato lo beso para que se le quitara lo molesto.–Solo yo puedo cargarla.—Se la llevo al patio y Aidan tomo mi mano para caminar pero no me movi.

–¿Que pasa?

–Se te olvida algo.—Rodeo los ojos sonriente y me tomo entre sus brazos.–Wii.—Soy muy madura dejenme.

Al entrar al patio tiene a Arlena en una silla de ruedas y todas a su alrededor, mi hermana lleva una sonrisa en el rostro que jamas quiero dejar de ver.

–Alena ¿podemos hablar?—Me dijo Dalton.

–Si claro.—Bese a Aidan y me levante de sus piernas, aun se que no le gusta la idea a de dejarme sola con el respeta mi espacio.

–Ya me quedo en claro que ella ama a Ernesto y no me metere.

–Valla algo coherente sale de ti una vez en la vida.—Ambos reimos.

–Ya hablando encerio, mi vuelo sale en una hora, dale esto a Arlena, y dile que jamas la voy a olvidar.—Me entrego un sobre blanco.

–No te preocupes, y esta mal escrito, Arlena no lleva H.—Volvio a reir.

–Ella sabrá porque la H.

–Ta bien, no me cuentes.—Dije mientras finjia limpiar largas de mis ojos.

–Adiós Alena.—Me dio un último abrazo y se fue.

–Me tendrás que comenzar eso eh.—Dijo Aidan a mis espaldas.

–Chismoso.—Rodie mis brazos por su cuello y un poco de puntitas lo bese.

–¿Compenzado?

–No, te falta mucho para eso.—Volví a besarlo.

La fiesta por mas estubo buena, Arlena y yo terminamos agotadas, Aidan no se quería ir se quebaja que porque Ernesto si se podía quedar aquí y el no.

Fue divertido verlo hacer berrinche.

Pero ya porfin  Sadman apoderate de mi.

Alergica al amor. (Editando.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora