"Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴅɪᴇcinueve"

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Jungkook ojeó los libros de la biblioteca mientras Kyungsoo lo seguía, parloteando sobre cualquier cosa que se le ocurría solo porque Jungkook estaba extrañamente callado aquel día. Pero Jungkook no estaba de humor para hablar, mucho menos cuando el escándalo de la cocina entraba directamente a su cabeza como si mil voces distintas le estuvieran gritando.

-¿Qué buscas exactamente?-Preguntó Kyungsoo.

-Un libro de brujería.

-Jungkook.-El Omega mayor miró a los lados para percatarse de que nadie lo escuchara, lo cual era imposible porque estaban solos.-La magia negra está prohibida. Además es un mito en gran parte.

-No es un mito.-Jungkook murmuró.-Ayúdame a buscar.

-Dudo que haya algo. El Rey Kim Taeyang odiaba cosas como la magia y esas cosas, así que se deshizo de todo lo que tuviera que ver con ella. En su reinado hubo una de las mayores cazerias de brujas en Seoul, ni siquiera debe quedar alguna...

-¿Cazar brujas?-Jungkook miró a Kyungsoo con curiosidad.-¿Cómo?

-Una leyenda antigua dicen que tienen su propio mundo, pero la verdad es que se ocultan mayormente en los bosques. Tienen un característico olor a quemado, pero jamás he visto una así que no lo sé.-Kyungsoo dijo sin interés.-No creo que hagan más que asustar a otros por placer, si fueran tan poderosas no estarían ocultas.

-¿Crees que quede alguna en el bosque?

-No.-Kyungsoo se cruzó de brazos y lo miró con los ojos entrecerrados.-¿Por qué quieres saber sobre esto?

-Tengo curiosidad.-Jungkook lo pasó de largo y miró lo más alto de la estantería.-¿Crees que las brujas curen enfermedades?

-¿Te sientes mal, Jungkook? Deberíamos avisar a un médico. Deberíamos avisarle al Rey.

-¡No!-Jungkook tomó al Omega sel brazo antes de que pudiera irse corriendo.-No le digas nada de esto al Rey, solo estoy divagando.

-Déjate de juegos, Jungkook.-Kyungsoo lo riñó.-Si te sientes mal debes decirlo, una bruja de mentira no va a curarte, pero un doctor si.

-Estoy bien.-Mintió Jungkook.-Solo me lo preguntaba...

Kyungsoo miró a Jungkook sin poder creerle y lo siguió el resto de la tarde, ayudándolo a regañadientes a revisar casi cada libro se la biblioteca. Salieron polvorientos y sin nada de lo que buscaban de aquel lugar.

-Te lo dije, no hay nada.

-Aún faltaron muchos, buscaremos mañana.

-Esto no es simple curiosidad, Jungkook. Dime que sucede.-Kyungsoo suavizó su mirada.-Puedes contarme.

Jungkook apretó los dientes. No podía contarle. No podía contarle a nadie, no quería que lo tacharan como un Omega defectuoso que no podía dar a luz al heredero de Seoul. Era un secreto que solo estaba a salvo con Taehyung y Jiyook.

-Nos vemos mañana para estudiar.-Jungkook le sonrió y se fué corriendo.

-¡Espera, no corras!-Kyungsoo suspiró y se cruzó de brazos.-¿En dónde quedan sus modales?

Jungkook corrió a su habitación y tomó su capa, corriendo luego abajo para buscar a Jiyook. Tenía que ir al bosque y no podía salir sin ayuda. La encontró en la cocina, dando órdenes y pelando papas. Le explicó brevemente lo que necesitaba de ella en silencio, pero una sirvienta que les daba la espalda los escuchaba con atención. Chaeyoung, la misma beta responsable de la perdida de las bebés de Jungkook.

Al parecer Jungkook quería salir, pero Jiyook se negó a ayudarlo. Jungkook le suplicó un poco más y Chaeyoung se irritó por su voz. No entendía como el Rey podía soportar todavía a ese Omega. Ya había perdido al bebé, ¿Entonces por qué seguía ahí? ¿Planeaba embarazarlo de nuevo?

REIGN: Destino | Taekook | #2 Where stories live. Discover now