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Kyungsoo se tensó de nuevo en su lugar y recogió sus piernas brevemente mientras la felina pasaba tras el, dirigiéndose al balcón de nuevo.

-Jungkook.-El Omega casi balbucea.-¿Por qué elegir a un animal salvaje como mascota? Puede herirte o matarte, no estoy tranquilo con eso.

-Relájate, Kyungsoo.-Jungkook dejó su taza de té en la mesa y miró a la tigresa echarse en el balcón.-Es cariñosa.

-¿De dónde la sacaste?-Casi exigió saber el Omega mayor.-Esto es bastante irresponsable.

-Fué un obsequio.-Mintió.-Te prometo que no hace daño. ¿Quieres tocarla?

-¡Por supuesto que no!-Exclamó estirándose para tomar una galleta.

Hacia rato que habían acabado de estudiar y Jungkook lo había arrastrado hasta su habitación para tomar un poco de té a pesar de que no era la hora del té. Jungkook no pudo evitar ver el vientre de Kyungsoo.

-Aún no se te nota bulto.-Murmuró.

-Tiene quizá una semana.-Kyungsoo frunció los hombros brevemente y suspiró.-Ojalá no engorde mucho.

-¿De qué hablas? Es la mejor parte, cuando te crece la panza y sientes sus movimientos.-Jungkook sonrió con nostalgia y dulzura.-Te hace querer estar así para siempre, aunque a veces es difícil dormir...

Kyungsoo lo miró con cierta pena y Jungkook bajó la mirada a su taza en la mesa.

-No quería ponerte incómodo.

-No lo haces, soy yo quien te incomoda.-Kyungsoo se sonrojó.-Debí pensarlo mejor antes de meter la pata de esta manera. Has pasado por perdidas dolorosas.

-Eso no debe impedir que vivas esto.-Jungkook lo miró y le sonrió suavemente.-No deberías sentirte culpable. Estoy feliz por ti.

Pese a su sonrisa y sinceridad Jungkook derramó una lágrima. Kyungsoo también comenzó a derramarlas, un poco más triste que Jungkook, lo que empujó al menor a llorar más también.

-¿Por qué lloras?-Casi reclama Jungkook limpiando sus lágrimas.-Me haces llorar también.

-Es que lo lamento mucho.-Sollozó Kyungsoo estirando sus manos para tomar las de Jungkook y apretarlas.

-Yo también tendré un bebé.-Aseguró Jungkook.-Ya verás, deja de llorar, solo me haces llorar. No quiero llorar.

-Perdóname.

La tigresa en el balcón rodó los ojos ante los lloriqueos del par de Omegas. Un aroma lo hizo prestar atención a su alrededor y se levantó sobre sus dos patas traseras para ver por el balcón. Observó un carruaje entrar, una bandera amarilla ondeaba a cada lado del elegante carruaje de color café. Si no se equivocaba era la bandera de Italdandis. Se bajó rápidamente y se dirigió a Jungkook. Sabía de sobre que Seoul no era un reino amistoso, ¿Entonces qué hacían ahí? ¿Iban por Jungkook?

Kyungsoo volvió a saltar en su lugar al verla y Jungkook acarició sus orejas, pero ella empujó su silla varias veces y caminó hacia la puerta.

-¿Qué sucede?-Jungkook se levantó y caminó hasta ella.-¿Quieres salir?

-No le preguntes cosas, Jungkook, es bastante extraño.

-La sacaré.-Jungkook le dijo.-Volveré enseguida.

-Mejor me retiro, nos veremos mañana.-Kyungsoo lo miró aterrado y salió rápido.

Jungkook hizo una mueca y escuchó la voz de la tigresa entonces.

-Hay un carruaje allá abajo.

-¿Taehyung irá a algún lado?-Preguntó el Omega confundido.

-Más bien es un carruaje de otro reino.

REIGN: Destino | Taekook | #2 Where stories live. Discover now