23

2.2K 357 149
                                    

Jihyo miró impresionada la habitación abarrotada de rosas blancas, tantas que Jungkook ni siquiera podía moverse libremente y tenía que hacerse camino para ir a la cama en donde había un cofre y una carta esperando por él. Jihyo junto a Jiyook sonrieron, y la más joven no pudo evitar reír de puro gozo ante el rostro iluminado del Omega.

-¡Cuantas rosas!-Exclamó ella pellizcando levemente sus mejillas.-¡Son tan hermosas y grandes! Huele exquisito aquí. Omega Jungkook, que afortunado, ¿Cuántas cree que sean?

-Quinientas.-Jiyook respondió a su pregunta.-Quinientas rosas blancas para Jungkook. Taehyung fué bastante estricto al respecto.

-¿Por qué quinientas?

-No tengo idea.

-Es por mi poema.-Jungkook dijo gustoso al leer la carta con ilusión.-Hice un poema en donde el enamorado llevó una rosa cada día por quinientos días a su amada, incluso cuando ya la tuvo en sus brazos. Quería demostrarle cada día que su amor prevalecía a pesar del tiempo.

-¿Y después de que pasaron quinientos días qué sucedió?-Preguntó Jihyo curiosa.

-Tuvieron un bebé.-Jungkook miró a Jiyook y sonrió tímido.-Tenían una nueva rosa.

-Eso es tan lindo.-Jihyo suspiró enamorada de la idea.-Y el Rey fué tan detallista al respecto. ¿Después de quinientos días tendrán bebé?-Preguntó ella.

Jiyook la golpeó, pero Jungkook no pareció afectado, estaba demasiado concentrado en su carta.

-¿Cómo podría llevar esa cuenta?-Rió divertido.-Aquí dice que me da esos quinientos días de rosas por adelantado para dejarme claro que su amor es tan intenso como el aroma de estas flores en la habitación y más grande que cualquier cantidad de rosas.-Jungkook chilló mirando a Jihyo y Jiyook.-¿No es bastante romántico?

-Bastante.-Jihyo asintió inclinándose para sostener una rosa.-Incluso no tienen espinas.

-No quería que Jungkook se lastimara.-Jiyook miró a Jungkook dar vueltas con la carta sobre su pecho, embobado con su escritura.-¿Te gusta, Jungkook? Fué un gesto hermoso.

-¡Fué precioso!-Jungkook se arrodilló junto a las muchas rosas en el suelo y acarició una de sus mejillas sonrojadas con una de ellas.-Lo amo, lo amo tanto y el me ama también...

-¡Seguro que sí!-Jihyo sonrió.-¿Quién lo diría? El Rey es bastante romántico.

-Eh, ni una palabra.-Jiyook golpeó su brazo con riña, murmurándole a penas.-Recuérdalo. Todo es un secreto.

-Eso lo sé.-Susurró la Beta.

-Huele mucho a queso y vino.-Jungkook levantó un puño de rosas y las dejó sobre la cama.-Quedaría muy bien con pan.

Jihyo frunció el ceño ante el raro comentario, pero Jiyook asintió.

-Son los preparativos de la cena, ya nos retiramos.

-¿No quiere que le traiga jarrones para las rosas?-Preguntó Jihyo.-Son muchísimas. Podría armar una cama de rosas.

-Y parecería un ángel en ella.

Jihyo se sobresaltó ante la voz del Alfa y en cuanto lo miró entrar hizo una reverencia. Jiyook miró al Rey llegar hasta Jungkook y el Omega saltó sobre él, abrazándose de su cuello.

-¡Me sorprendiste mucho!-Exclamó Jungkook en voz baja.

-¿Te gustó?

-Me encantó.-Jungkook acercó sus labios a los del rubio, sintiendo sus brazos rodear su cintura.-Me hiciste muy feliz.

REIGN: Destino | Taekook | #2 Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum