Capítulo 13: Meses Después, Últimas Semanas

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Habían pasado varios meses... De hecho, ya eran los últimos días de clases en el ciclo escolar de Kong Kollege, y las vacaciones ya se acercaban. Diddy y Dixie habían tenido un buen rendimiento durante ese ciclo, a diferencia del grupo de los niños bravucones, que apenas sus calificaciones les alcanzaban para aprobar el año escolar.

Diddy estaba llegando a la escuela con toda normalidad; ya no temía mucho por sus compañeros malvados. De hecho, a raíz de la llegada de Dixie a la escuela, Diddy había llegado al punto de ver a aquel cuarteto tan solo como unos compañeros odiosos, en lugar de una gran amenaza para él como lo eran antes. Incluso, ya ni tenía pesadillas sobre ellos; parecía que las cosas habían mejorado aunque sea un poco. Sin embargo, aunque esos cuatro niños ya no lo maltrataban físicamente, todavía se le burlaban una que otra vez o le hacían alguna broma o jugada de mal gusto.

Diddy ya ni siquiera se escondía al llegar a la escuela y tan solo pasaba de largo. De pronto, alguien más llegó de sorpresa y le causó un pequeño susto. Por supuesto, era Dixie, quien se empezó a reír al ver la expresión de Diddy después de asustarlo.

—¡Oye! ¡Ahora verás! —exclamó Diddy antes de abalanzarse contra ella y hacerle cosquillas.

—¡Suéltame! —respondió Dixie entre risas, y devolviéndoselas—. De acuerdo, de acuerdo —agregó antes de detenerse y terminar de reírse—. Oye, Diddy, por cierto... encontré tu cuaderno que se te había perdido. Ten.

Dixie sacó de su mochila un cuaderno que era Diddy, y que al parecer, se le había extraviado días atrás. Luego, se lo entregó en sus manos.

—¡Ah, ¿dónde lo encontraste, Dixie?! —exclamó Diddy tomándolo con emoción, antes de revisar las hojas al azar—. Pensé que ya no lo encontrarí...

—Esos cuatro tontos te lo habían robado para copiarte la tarea de la semana pasad... —respondió Dixie antes de notar una expresión paralizada en Diddy—. ¿Qué sucede?

Diddy, mientras le daba un vistazo a las hojas de su cuaderno, se percató de que en una de ellas tenía el nombre de Dixie escrito dentro de un corazón que él mismo había hecho hace un buen tiempo. Él se quedó congelado por unos segundos y solo rogaba en su mente que Dixie no lo haya visto.

—Eh... Ah, n-nada, es que... —respondió Diddy antes de rebuscar con rapidez otra página al azar—. Ah, sí, es que vi esta falta ortográfica que me corrigió Wrinkly la semana pasada —agregó mostrándole a Dixie con una sonrisa nerviosa.

—Pero si esos son ejercicios matemáticos —señaló Dixie con unas pequeñas risas, a lo que Diddy volvió a mirar la página y se dio cuenta que era cierto.

Diddy no sabía qué otra excusa poner, y trató de pensar en otra idea para desviar el tema. Cuando de pronto, apareció el grupo de niños bravucones cerca de ellos.

—Ay, miren, aquí está el par de salamanquejas apestosas —les dijo Mandrew junto con el resto del grupo. Si bien, ya no los molestaban a golpes, seguían molestándolos de forma verbal o diciéndoles apodos de vez en cuando.

—¿Hasta cuándo tenemos que escuchar sus "miren, ya llegó el par de bla bla"? —respondió Dixie imitándolos con exageración—. ¡Apestosos ustedes, báñense!

—"Báñense" —la imitó Melenky con una voz aguda—. ¡Monos patéticos!

—Cuarteto de zoquetes, ¡sí molestan! —les respondió Diddy mirándolos con disgusto.

Diddy y Dixie solo torcieron los ojos y luego los ignoraron para poder seguir caminando hacia el salón.

—Por cierto, ¿podemos hacerles una pregunta? —añadió Rocky alzando la mirada.

La Isla del Huracán [Diddy Kong x Dixie Kong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora