Capítulo 61: Extraños Eventos

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Transcurrían las horas del atardecer cuando, sobre el mar abierto, iba navegando un barco de madera de tamaño mediano, el cual llevaba siquiera una hora navegando desde que zarpó de aquella Isla del Huracán. Dicho barco había sido construido, desde hace más de un par de semanas atrás, por una manada de niños kongs... manada la cual, ahora estaba siendo trasladada y aparentemente secuestrada a bordo del mismo, entre ellos: una pequeña chimpancé de cabello rubio y prendas rosadas, quien se encontraba temblando y estremeciéndose. Cuatro sujetos encapuchados y con largas capas oscuras iban a bordo, vigilando de manera constante a todos los niños, a quienes los tenían atados de pies a cabeza y con los ojos vendados. Entre los tripulantes, estaba también un cuarteto en particular conformado por dos niños y dos niñas kong, quienes se hallaban sentados en uno de los escalones del barco... todos con una aparente mirada fija y sin expresión alguna.

Pero además de todos los tripulantes mencionados, había un pequeño mono de prendas rojas que se había infiltrado y que se hallaba sujetado de una barra sobresaliente a los costados exteriores del barco. Durante todo el trayecto se mantuvo en esa posición, puesto que la barra a la que estaba sujeto, era muy corta y no tenía ningún objeto más al alcance para poder escalar hasta la cubierta del barco.

—Estamos a menos de un kilómetro de llegar, preparen los sacos para estos mocosos —dijo uno de los sujetos encapuchados a los otros de su especie.

Los cuatro sujetos encapuchados tomaron unos grandes sacos, en los cuales, comenzaron a introducir a todos los niños kongs. Todos estos niños parecían no mostrar resistencia alguna al momento que aquellos sujetos los tomaban y los metían en los sacos, a excepción de la niña chimpancé rubia de rosado, quien con todas sus fuerzas intentaba desatarse en vano.

—¡Quédate quieta, niña! —exclamó uno de los sujetos mientras la introducían en uno de los sacos, al mismo tiempo que ella intentaba gritar y se tambaleaba tratando de soltarse.

Diddy, desde el ángulo en que se encontraba sujeto a los costados del barco, no podía ver lo que sucedía en la cubierta del barco y no tenía cómo subir; literalmente, estaba colgando mientras tenía el mar corriendo por debajo de él. Sus brazos ya estaban bastante cansados de mantenerse sujetado, pero no podía soltarse, ya que al caer al mar, corría el riesgo de ser arrollado por el barco o perderlo de su alcance.

Durante el trayecto, Diddy también estaba con toda la incertidumbre en su mente. Se preguntaba de forma continua de qué se trataba todo ese repentino suceso: tal vez aquellos sujetos misteriosos aparecieron de la nada y secuestraron a todos los niños kongs junto con el barco... o tal vez, sus ex amigos eran cómplices y habrían sido utilizados para secuestrarlos a todos y para eso fue que construyeron ese barco; siendo la segunda suposición la más probable, ya que Diddy hace muy poco había descubierto algo curioso sobre esos cuatro niños kongs... algo impactante que, de haberlo sabido antes... él y Dixie ni los hubieran rescatado el día que los conocieron del supuesto gorila secuestrador que les mencionaron y, en su lugar, mejor hubieran investigado qué es lo que eran ellos cuatro realmente.

Pasó un cuarto de hora después, cuando apareció un islote rocoso a la vista, al cual se iba dirigiendo el barco. El islote se lo veía con todo un aspecto cubierto de roca, que daba la impresión de que el barco estaría a poco de estrellarse... No fue hasta que, frente al barco, estaba una cueva marina a la cual se dirigía.

El barco comenzó a ingresar a la cueva, la cual se iba poniendo cada vez más oscura y estrecha, que le estaba comenzando a dificultar la visión a Diddy. Llegó un momento en donde los costados del barco estaban casi rozando las paredes rocosas de la cueva, al punto de ir causándole leves rasguños a Diddy, por lo que tuvo que soltarse de inmediato y prenderse ahora de las paredes hasta que el barco terminara de pasar. El barco continuó avanzando por la cueva mientras que Diddy ahora se había quedado atrás, sujetándose lo más que podía de varias rocas sobresalidas de las paredes. De todas formas, Diddy no podía quedarse atrás, así que se dispuso a seguir al barco. Él, aunque con mucha dificultad, se iba sosteniendo de cualquier roca sobresaliente para poder alcanzar el barco, el problema ahora era que todo estaba oscuro y eso le impedía avanzar rápido, y el barco ya iba bastante lejos. Diddy trataba de avanzar lo más rápido que podía, pero al apresurarse tanto, llegó a un punto en donde puso el pie sobre una roca húmeda, la cual hizo que se resbalara al instante y cayera al agua de la cueva. El agua estaba tan correntosa que en varias ocasiones Diddy se iba chocando con pequeñas rocas y se le dificultaba nadar.

La Isla del Huracán [Diddy Kong x Dixie Kong]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن