Capítulo 63: Descubrimientos Inquietantes

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En medio de aquel pasillo, el maestro Pinky se detuvo frente a Diddy y Dixie, quienes terminaban de tranquilizarse al verlo, antes de correr de inmediato hacia él.

—¡Maestro Pinky! —exclamó Diddy abrazándole el brazo con fuerza y emoción junto con Dixie—. ¡¿Pero q-qué hace aquí?!... ¿Cómo llegó?

—¿No que estaba en su reunión en la escuela? —le preguntó Dixie—. ¡Y tiene que irse de aquí, este lugar es peligroso! —agregó en voz baja y mirando hacia los lados con temor.

De pronto, ambos se percataron de algo muy extraño... El maestro Pinky no les respondía, tan solo los miraba de una manera fija y seria, parecida a cuando se enojaba con intensidad.

—Ehh... ¿Se encuentra bien, maestro? —le preguntó Dixie mirándolo con extrañeza y comenzando a tener un mal presentimiento.

De repente, el maestro Pinky introdujo su mano dentro de su capa y, como si de pronto no fuera él, sacó un arma de fuego. De inmediato, les apuntó a Diddy y a Dixie, lo cual los dejó demasiado confundidos a ambos.

¡¿P-pero qué le pasa?! —susurró Diddy tomándole y apretándole el brazo a Dixie.

Ambos dieron un grito despavorido y empezaron a huir a velocidad cuando de repente, el maestro Pinky comenzó a presionar el gatillo y soltó un disparo al instante. Acto seguido, los comenzó a perseguir también.

Diddy y Dixie corrían lo más rápido que sus cuatro extremidades le daban, mientras ambos seguían en estado de pánico ante lo que presenciaron. No tenían ni idea de qué le sucedía al maestro Pinky, pero por el momento solo necesitaban huir y esconderse mientras sentían una enorme adrenalina continua.

El maestro Pinky iba persiguiéndolos a velocidad a Diddy y a Dixie, recorriendo varios pasillos del edificio. De vez en cuando, soltaba un disparo con el arma, lo cual ponía con los pelos de punta a los dos mientras trataban de no ser atrapados.

¡¿Qué le sucede al maestro Pinky?! —exclamó Diddy horrorizado mientras corría con Dixie—. ¡¿Por qué quiere dispararnos?!

Luego, Diddy y Dixie estaban acercándose a una zona donde había dos pasillos que daban hacia distintas rutas, lo cual los dejó indecisos y apenas tuvieron tiempo para escoger por dónde ir. Ambos pensaron distinto en ese instante y cada quien corrió hacia cada uno de los dos pasillos.

¡Dixie! —exclamó Diddy deteniéndose en seco, y luego corriendo hacia donde iba Dixie.

De pronto, se apareció el maestro Pinky de golpe frente a Diddy, por lo que él se detuvo y continuó corriendo por ese mismo pasillo, mientras que el maestro fue persiguiéndolo y apuntándole con el arma. Diddy solo corría de manera despavorida y sin rumbo mientras sentía un temor intenso por el maestro Pinky como nunca.

¡Diddy! —exclamó Dixie de la misma forma.

Dixie, sin saber qué hacer ahora, corrió de nuevo para intentar a alcanzar a Diddy, a quien ya había perdido de vista al igual que al maestro Pinky. De pronto, ella alcanzó a oír un disparo... lo cual solo la dejó pensando en lo peor. Pero de todas formas, continuó corriendo y tratando de al menos localizar a Diddy.

Más tarde, Dixie ya no oía ningún ruido ni veía rastro de Diddy ni del maestro Pinky, así que se detuvo mientras pensaba hacia dónde ir. De pronto, escuchó que alguien susurró su nombre, a lo que ella se volteó de inmediato a mirar quién era. Por suerte, se trataba de Diddy, quien se hallaba escondido en un corto pasillo que daba hacia una puerta. Dixie sintió un enorme alivio al verlo a salvo, y se dirigió hacia él.

—¡Diddy! —exclamó Dixie en voz bien baja y tomándolo de los hombros—. ¿Te encuentras bien?

—Sí. Logré perderlo de vista —respondió Diddy en el mismo volumen de voz y respirando de manera agitada—. N-no sé qué le pasa al maestro Pinky, ¿por qué quiere matarnos?

La Isla del Huracán [Diddy Kong x Dixie Kong]Where stories live. Discover now