La Isla del Huracán [Diddy Kong x Dixie Kong]

Capítulo 26: Fuga Silvestre

N/A: Este capítulo será muy extenso.

Había sido una larga noche para todos mientras planificaban su intento de fuga. Algunos no podían dormir, sea por la ansiedad y el temor de que algo no fuera a salir bien, o también por la emoción de poder salir de ese terrible lugar después de varios años.

El día siguiente aparentaba ser normal, pero por otro lado, estaban Diddy y Dixie pensando en su plan de escapatoria con toda la manada. Realmente era algo muy arriesgado, pero aun así, no dejarían pasar esa oportunidad de salvarlos a todos de esa prisión.

Ese día iba a haber otra función en el circo, por lo tanto, fue otro día más de largos y martirizadores ensayos para los animales. Aunque a decir verdad, ya les daba igual, debido a que tenían la casi certeza de que ese iba a ser su último ensayo. Diddy tuvo que regresar a su jaula y estar presente en los ensayos para evitar levantar sospechas sobre el plan. Además, momentos antes de los entrenamientos, anduvo con Dixie preparando algunas cosas para poder tener un escape más "seguro".

Después de un largo día, los empleados volvieron a arreglar a los animales en la noche y llevarlos hasta los camerinos. Aparentemente, se acercaba el momento exacto de comenzar la fuga como se había planeado.

—¿Conseguiste las fotos, Dixie? —le preguntó Diddy cuando ella llegó hasta el camerino.

—Sí, incluso ya se las dejé cambiadas para la función —respondió ella entre pequeñas risas—. ¿Y tú conseguiste las armas de los domadores?

—No exactamente, son muy pesadas, pero a todas les extraje sus cargadores, así no dispararán —respondió él mostrándole varios cartuchos de armas de fuego.

—Wow, ¿cómo sabes eso?

—Los cuatro tontos de la escuela me lo enseñaron —afirmó Diddy.

Luego, Diddy guardó todos los cartuchos en la mochila que cargaba Dixie.

Todos los animales estaban en sus jaulas, preparados ante la señal de poder salir de allí. No había personas presentes en la zona.

—Bien, creo que es la hora, voy a abrir sus jaulas —les anunció Dixie a los animales con emoción.

Dixie comenzó a abrir cada una de las jaulas con las llaves, mientras que Diddy se quedó a vigilar por el telón a que no llegara ninguna persona. Al parecer, el plan no iba a ser tan difícil después de todo.

—Ahora sí —dijo Dixie al terminar de abrir todas las jaulas y ya todos los animales estaban fuera—. Y recuerden, Diddy irá al frente para guiarlos, mientras que yo voy de último. Todos nos dirigiremos hacia la playa que está...

—¡Ay, no! ¡Ahí vienen personas! —interrumpió Diddy volteándose hacia los animales—. ¡Vuelvan a sus jaulas!

—¡Ay, demonios! —exclamó Dixie con frustración.

De inmediato, todos los animales tuvieron que regresar a sus jaulas, incluyendo Diddy. Esta vez, dejaron sus puertas semi ajustadas. Dixie, por otro lado, tuvo que esconderse debajo de las jaulas.

Al poco tiempo, varios de los empleados y artistas del circo comenzaron a ingresar a los camerinos; habían interrumpido el intento de fuga. El plan era salir antes de que ellos llegaran para evitar alboroto entre la gente, pero para mala suerte, las personas habían llegado antes del tiempo esperado.

—¿Y ahora qué hacemos? —preguntó Diddy en voz baja desde su jaula.

Dixie se mantuvo escondida debajo de la jaula rodante de Diddy, pensando ahora qué podrían hacer para salir huyendo, pues las cosas no estaban saliendo como habían planeado. Se quedaron así un buen rato.