Moonlight La Saga | B.B The 100

Mis chicas

Tengo muchas cosas que decir, pero primero que todo, were back bitches!!

1. Muchísimas gracias por el apoyo que le habéis dado a uno de mis penúltimo edits de este fanfic en tiktok, y por el apoyo a este fanfic.

2. No he actualizado porque no podía 😭, me dejé el cargador en la casa de mis abuelos y no pude ir a por el hasta hoy en la noche, así que como me quede sin batería no pude escribir.

3. Se me queda la pantalla en negro un montón de veces y me toca hacer un montón de peripecias para que el teléfono vuelva a funcionar, si alguna vez dejo de escribir, ya sabéis porque.

4. Todas habéis estado confundidas con el edit de lexa sobre lilith en la tierra, se que es súper interesante, pero van a tener que esperar al final de este libro para saber de qué trata!

Y después de tanta charla, les dejo con este episodio ♡

THE GOLDEN TRIO, MY TWO SISTERS.

L

ilith despertó en el colchón, abriendo sus ojos y mirando a su alrededor con cansancio, para su sorpresa, no estaba en su cuarto.

Se alarmó por un momento, hechando un vistazo al lugar, pero luego los recuerdos volvieron a ella como un cubo frío de agua, la charla con Simon, lo que pasó después, ella viniendo desconsolada a Raven y Keia, y luego quedándose dormida en la cama de la mencionada.

Se sentó sobre el colchón desorientada, Raven estaba a unos metros de ella, plácidamente dormida sobre el colchón, mientras Keia estaba dormida en la silla frente a la cama.

Se levantó con cautela, tratando de no despertar a ninguna de las dos, camino hacia el baño, ya había estado varias veces en la casa de Raven, la conocía como la palma de su mano, así que no se le hizo difícil encontrar el baño aunque estuviera mareada.

Encendió la luz y el brillor la cegó por un momento, cuando sus ojos se adaptaron a la luminosidad pudo ver su propio reflejo en el espejo de cristal.

Estaba despeinada, con unas notables ojeras y sus ojos cansados, manchados con rimel corrido, las marcas de manos en el alrededor de su cuello, y sus muñecas rojas.

Un sollozo nació de su garganta pero Lilith lo ahogo rápidamente, prohibiendose a sí misma llorar.

Keia se levantó con una mueca por haber dormido en esa incómoda silla, dio un vistazo a su alrededor viendo a Raven durmiendo plácidamente sobre el colchón, pero sin rastro de la melena pelirroja.

Se levantó alarmada, Lilith ya había intentado hacerse daño a ella misma la siguiente mañana que Simon se hubiera... aprovechado de ella, varias veces fueron las que Keia y Raven tuvieron que impedirlo.

Camino hacia la cama con rapideza, despertando a Raven después de zarandearla varias veces, la morena se levantó descolocada, todavía dormida.

-¿Que pasa, Kei?-Preguntó Raven, sentándose sobre el colchón y frotándose los ojos para borrar el rastro de cansancio.

-Lilith no está.-Contestó Kei con rapideza, Raven le costó un segundo entender lo que Kei quería decir, se levantó con rapideza del colchón, casi tropezando.

Ambas caminaron con rapideza, ya sin rastro de el cansancio por la preocupación que parecía haberlo eliminado.

Llegaron al baño, la puerta estaba cerrada y la luz estaba encendida, Raven toco varias veces a la puerta desesperada mientras Keia aproximaba su oreja a la puerta para oír algo en el interior.

Lilith abrió la puerta y Kei, la que se estaba apoyando en esta, casi se cayó.

Lilith tenía una pinta horrible, normalmente la pelirroja se arreglaba tan solo despertarse después de "eso" porque así se sentía más ordenada y tranquila, si se mantenía de la misma forma podía volver a llorar.

Raven y Keia la observaron de arriba a abajo, pero ambas observaron primero con rapideza las muñecas de la chica, no habían cortes nuevos ni rastros de sangre, solo algunos cortes ya viejos cicatrizando.

Raven suspiro dejando que un peso en sus hombros se alejara, pero volvió al ver a Lilith en ese estado deplorable, no estaba tan mal en apariencia física, si no que el brillo que Lilith siempre portaba en sus ojos había desaparecido.

Kei reaccionó más rápido que la mecánica, envolviendo a la pelirroja en sus brazos, pero esta se alejo rápidamente.

Raven le dio una mirada a Kei, asintiendo, Lilith siempre necesitaba unas horas después de todo para asimilarlo, y parecía que dormir no había acelerado ese proceso.

-Esta bien Lili, estas con nosotras, no te tocaremos ni un pelo, no queremos hacerte daño-Hablo Raven con la voz calmada, todo rastro de la personalidad de la mecánica había desaparecido, ahora sólo había una buena amiga con complejo de madre de él grupo.

(...)

Las horas habían pasado con rapideza, Lilith había estado en silencio la mayoría de estas, solo comentando en momentos puntuales, con la mirada perdida mientras Kei y Rav la distraían con cualquier tema.

-Y también vino a buscarte alguien, ayer-Dijo Keia, tras intentar por horas encontrar un tema de conversación que distrayera o le brindará alegría por un par de segundos a su amiga.

Keia recibió la mirada curiosa de la pelirroja, mientras Raven le asentia, dándole a entender que continuara con ese tema, le alejaría de sus pensamientos por unos minutos.

-¿Te acuerdas de ese muchacho que nos contaste? Como se llamaba...

-Bellamy Blake-Respondió Raven, recibiendo toda la atención de Lilith, que volvía a tener ese brillo en su mirada por unos segundos.

Keia sonrió alegre de volver a ver ese brillo en su amiga, Raven le alentó con la mano para que continuara hablando de él.

-Se ve que te vio venir triste así que se preocupó por ti, le pregunto al guardia Carlos donde vivían tus amigas y vino a preguntarnos como estabas-En el rostro de Lilith apareció una media sonrisa, que desapareció a los segundos.

-¿Estaba dormida?-Raven tembló al oír la voz rota y suave de su amiga, las marcas de las manos de Simon en el cuello de la pelirroja eran muy notables, la ira e impotencia hírvio en ella.

Kei asintió a la pregunta de Lilith, sus ojos se ahogaron más en pena, el gesto de Bellamy había sido muy lindo y ella no había estado despierta para darle las gracias por preocuparse.

Actualizo en un ratito, tranquilas.