Lilith Myers, la encantadora hija del consejero John Myers, ha llevado una vida llena de privilegios en la estación Atlas, mientras observa la Tierra desde detrás del cristal. Pero bajo su sonrisa perfecta y su estatus de trofeo, Lilith guarda anhel...
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I SAW THE COMET WHILE I RESTED BETWEEN YOUR ARMS
B
ellamy la abrazó por la espalda, apoyando su barbilla en el hombro de la pelirroja.
-No era necesario-Lilith se giro negando-Tenía que agradecerle de alguna forma que preparará a su hermano tan guapo para mí-Bromeó esta, mientras Bellamy todavía estaba embobado por el simple hecho de que a ella le importará su hermana de verdad.
-¿Podemos probarnoslo?-Hablo con ilusión O' girandose hacia la pelirroja, robándole de los brazos de su hermano.
-Claro, lleva la ropa a tu habitación.
Lilith y Octavia se probaron todas las vestimentas conseguidas por la primera mencionada, como si fuera una pasarela de modelos, mientras Bellamy las obserbava y Aurora se acababa uniendo cuando volvía de trabajar.
-¿Como es posible que estés preciosa en todo lo que te pongas?-Coqueteo el mayor de los Blake mientras su hermana en compañía de su madre volvían a la habitación a probarse más cosas.
-Como es posible que siempre tengas algo lindo que decirme?-Bellamy levantó los hombros, agarrandola desde la cintura para acercarla a él, empezando a besarla.
-Hoy pasará un cometa, quieres venir a verlo conmigo?-Pregunto Bell, separándose del beso con curiosidad, Lili asintió emocionada y después Bell la volvió a acercar para besarla.
Mala suerte su beso fue interrumpido por Tavia saliendo con una nueva vestimenta seguida de su madre.
(...)
Ambos estaban en la vieja enfermería, que era un sitio amplio y abandonado que tenía una gran ventana que daba al espacio, dejando unas vistas impresionantes.
Lilith tembló al entrar en esta, recordando como se había colado en el despacho del Canciller desde esta habitación y la información que había encontrado, pero lo disimulo bien cuando se encontró más cómoda.
Bellamy trajo una especie de manta para que ambos se acomodaran sobre esta, con la vista frente a la ventana, esperando el cometa, Lilith estaba sentada apoyada en un par de cajas, y Bellamy acostado con la cabeza sobre las piernas de Lilith.
Lilith jugaba con los rulos de Bellamy antes de que, en silencio, observarán como la habitación se iluminaba por completo cuando una bola de fuego pasaba frente a sus ojos, el espectáculo y brillor duro apenas un par de segundos, pero fue perfecto para ambos.
-Me pregunto como se verá desde la tierra-Lili comentó en voz baja, desde que sabía la información y había decidido bajar a esta se había replanteado muchas cosas.
¿La nave soportaría el impacto? Y si llegaba viva...¿la radiación la mataría? O...¿se sentiría mal por dejarlos en el Arca? ¿Que pasaba si no podía volver? ¿Se vería todo tan bonito como en el simulador?
Lilith estaba perdida en sus pensamientos con los ojos en la ventana, pensaba que Bellamy estaría en la misma situación, pero como solía pasar, Bellamy había admirado el brillor relucir en el rostro de la pelirroja cuando la bola de fuego pasó.
Prefirió admirar y tener el recuerdo fotográfico de su amor pelirrojo que de esa belleza natural que pasaba cada par de décadas, decidió observar esas ondas rojizas cayendo sobre su frente, sus preciosos ojos, sus preciosos labios, su preciosa nariz.
Prefirió observarla a ella porque para el, ella era el espectáculo natural.
Lilith pareció notar la mirada del pecoso sobre ella, cuando sus miradas se encontraron Lilith sonrió y por primera vez, Bellamy fue el que se sonrojó.
-¿Habías visto un cometa antes?-Pregunto Lilith bajando la cabeza, acariciando todavía los rulos del pecoso, que tenía la mirada sobre ella embobado de amor.
-No-replicó él-Pero lo mejor de esta noche fue estar contigo...-añadió en un susurró y está vez, como de normal, Lili fue la que se sonrojo.
Sus mejillas ardieron y puso los ojos en blanco tratando de minimizar el comentario, nunca se acostumbraría a su coqueteo.
-Me encanta cuando te sonrojas-continuó Bellamy, acercándose a ella, dejando un casto beso sobre sus labios, Lilith se desánimo cuando bellamy se levantó para caminar hacia su jaqueta de cadete.
Saco algo de su bolsillo, escondiendolo tras su espalda para caminar hacia la pelirroja y sentarse sobre la manta, indicándole a Lili que se sentará sobre su regazo.
-No es mada importante, pero...-Bellamy tenía un chocolate entre sus dedos, Lilith subió la mirada con una sonrisa, un acto simple pero bonito, no lo había visto en nadie más.
Sin pensarlo mucho, lo beso en los labios, dejando el chocolate sobre la manta, Bellamy aprovecho que ya estaba sentada en su regazo para deslizar sus manos debajo del suéter de la chica.
Lilith volvio a besarlo, entrelazando una de sus manos en su cabello, mientras con la otra trataba de deshacerse de la camisa del pecoso.
Cuando lo consigue, la arrojó a algún lado de la vieja enfermería, Bellamy copio sus movimientos, sacando la camiseta de la pelirroja y tratando de desabrochar su sostén, acertando y deshaciéndose de él, lanzandolo hacia algún lugar de la enfermería.
(...)
Bellamy estaba acariciando el cabello rojizo de Lilith, que descansaba sobre su pecho desnudo, ambos sobre la manta bajo la tenue luz de la sala.
Lilith deseo que aquella noche nunca terminará y pudiera repetirla una y otra vez, sintiendo las manos de Bellamy recorrer cada centímetro de su cuerpo y sus labios detrás de estas, oírla suspirar su nombre entre gemidos, nunca se había sentido así con alguien, y amaba la sensación de amor y libertad que Bellamy le podía ofrecer.
-Te quiero-susurró Bellamy continuando con sus caricias, interrumpiendo los pensamientos de la pelirroja.
Lilith subió la mirada en silencio, preguntándose si su inconsciente lo había imaginado pero supo que no cuando Bellamy sonrió de una forma que le hacía sentir que esas palabras eran verdaderas, y lo decía con la profunda sinceridad de su corazón enamorado, sin esperar una respuesta.
Tomo la mano de Bellamy entre la suya, aún acostada bajo su pecho, sintiendo la paz que le provocaba oír el corazón de Bellamy latir.
-Yo también te quiero-dijo de la misma forma, sintiéndose tranquila por un momento, dándose el placer de cerrar los ojos y descansar sobre el pecho del chico.
