Prólogo

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—Entonces... ¿Qué son ustedes?

—Digámoslo así: Tú —me señaló— eres el ángel que intenta permanecer en la luz para estar "segura"; esta mansión, es el infierno al que entraste por error; y nosotros... Somos los demonios que intentarán arrastrarte hacia las sombras para que te quedes en ellas hasta que te des cuenta de que no necesitas salir.

—Muy bonita tu metáfora pero no respondiste mi pregunta. Hazlo antes de que te dé una patada.

Fingió una expresión dolida.

—Estoy intentando caerte bien. Mis metáforas son mis formas de agradarle a la gente.

—Oh, no tienes que esforzarte tanto para agradarme. Gente como tú cae muy bien... por las escaleras, por ejemplo.

Engaños mortalesWhere stories live. Discover now