Capítulo 3

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Creo que vuelvo a tener la boca por el suelo. Eso que decía mi hermano de que su casa no era comparable con la de los demás jugadores tiene razón. Menudo casoplón tiene Vini, virgen santísima. Pobrecitos a los que les toque limpiar esta casa porque no es normal.

Mi hermano deja el coche en una parte del inmenso aparcamiento y subimos una cuesta para llegar a la puerta principal. Se puede ver que muchos de los jugadores han llegado porque hay varios coches aparcados.

¿Habrá llegado ya Bellingham?

Mi hermano toca el timbre y a los pocos segundos Vini abre la puerta con una sonrisa de oreja a oreja.

-¡Holaaaaa! Bienvenidos a mi humilde morada- dice y yo me río porque de humilde está casa nada más que tiene el césped.

Voy a entrar cuando mi hermano me coje del brazo parándome.

-No seas tímida y se tu misma que te conozco- me ordena y yo me rio.

-Tranquilo que siempre lo soy- miento porque siempre he sido muy tímida.

Es verdad. Desde que tengo uso de memoria siempre me ha dado vergüenza pedir algo o entablar una conversación con alguien porque siempre me ha dado vergüenza. Puede que no vaya a ser muy habladora ahí dentro pero todos son muy amigables y no me da tanta vergüenza ser yo misma.

-¿Vais a pasar o que?- pregunta Vini asomándose por la puerta y mi hermano y yo lo seguimos.

Si la casa era increíble por fuera no os la imagináis por dentro.

Vini nos dirige hacia unas cristaleras que están conectadas con el exterior donde se puede una mesa llena de carne y comida sana, porque como es lógico son futbolistas y se tienen que cuidar.

-Nuevos invitados mi gente- exclama Vini y todos dirigen su atención hacia nosotros.

Saludamos a todos los jugadores y nos ponemos a ayudar a terminar la barbacoa.

Busco a Jude con la mirada y lo veo sentado en un sofá hablando con Rodrygo alegremente. Me quedo un rato o observándolo. La verdad es que es bastante atractivo y tiene muy buen estilo. Me quedo mirándolo un rato más pero aparto la mirada rápido cuando se da cuenta de que lo estoy mirando. Joder Amaia tía podrías ser un poquito más disimulada.  

Intento disimular un poco girándome pero da igual porque noto a alguien muy alto detrás mío. Me giro lentamente y me pongo nerviosa al ver que es Bellingham y me mira con una sonrisa.

-Hola teacher- me dice y yo me cruzo de brazos apartando la mirada.

-Hola Jude, ¿qué tal? He visto que estabas hablando con Rodrygo, ¿es que habla inglés?- preguntó y él sonríe aún más.

-Si, he visto que nos estabas observando. Sabe algo inglés al igual que algunos más del equipo- explica y yo me muero de vergüenza.

-Que va. No os estaba observando, solo estaba mirando... aquella planta de ahí- digo y señaló a una planta que hay detrás del sofá donde estaban sentados.

-Muy bonita, ¿verdad?- pregunta y yo sonrío.

-Si, tiene un estilo muy moderno- añado y Jude se ríe.

De repente mi móvil vibra con la notificación de BeReal y parece que todo el mundo tiene la aplicación porque todos se ponen a gritar que hay que hacer el BeReal. Yo me rio ante la situación, mientras que Jude saca su móvil y abre la aplicación preparándose para hacerlo.

-Ven Amaia- me dice y nos enfoca a los dos.

Yo poso como él poniendo morritos y luego aparecen en la segunda foto todos por detrás haciéndolo con sus móviles.

Mi traductora FAVORITA // Jude Bellingham Where stories live. Discover now