Termino de taparme las pedazos de ojeras que tengo debajo de los ojos por haber estado dos noches en vela llorando y recojo mis cosas para ir a la ciudad deportiva, donde tengo que ordenar y hacer un par de cosas, aparte de darle una clase a Jude.El otro día cuando llegué a mi casa no tenía ganas de nada, incluso no cené. Lo único que hice fue tirarme a la cama pensando en si debería decirle la verdad a Jude. Al final he llegado a la conclusión que el daño ya está hecho y cambiar las cosas no sería fácil.
La imagen de la cara de Jude al escuchar mis palabras está constantemente en mi mente y no sé qué va a pasar la próxima vez que me vea, pero sé que ya nada será lo mismo que antes y es normal. Sé que la he cagado, ¿pero que iba a hacer sino? Si le hubiera contado la verdad a Jude, yo sé que todo hubiera seguido igual hasta el día que nos pillaran, porque no se que le pasa a Carlos conmigo, pero me vigila todo el rato. Al principio creía que era un chico, porque es cuatro años mayor que yo, normal y agradable, pero últimamente me está sacando de mis casillas con tantas preguntas.
Cuando llego a la ciudad deportiva me dirijo rápidamente a mi despacho, lo último que quiero hacer es encontrarme con alguien y menos con mi jefe. Pero parece que Dios últimamente está en mi contra porque justo cuando paso por la puerta del despacho de Carlos, él sale.
-Hola Amaia- me saluda con una sonrisa.
Lleva unos papeles en la mano supongo que para trabajar algo, aunque lo dudo, porque lo único que hace es mandar y tomar café.
-Buenos días Carlos- contesto intentado no parar, pero es imposible porque me sigue hablando.
-¿Qué haces aquí?- pregunta y yo me doy la vuelta con una sonrisa falsa.
¿Pues qué coño voy a hacer aquí Carlos? Trabajar.
-¿Trabajar?- pregunto algo seca.
-¿No te ha avisado Jude?- pregunta y mi corazón se acelera.
-¿De que debería haberme avisado?- respondo preocupada.
-Ayer se puso malo y hoy no viene a entrenar-. Explica muy tranquilo y a mi eso me pone de los nervios- Hoy se supone que la clase sería en su casa, pero veo que no te ha avisado.
¿No podrías haber empezado por ahí Carlos?
-Eso debes hacerlo tú, no él. Así que la próxima vez avísame antes por favor- respondo yéndome para ir a casa de Jude.
Yo sé porque Jude no quiere verme, y sé que es la misma razón que la mía, pero cuanto antes terminemos esto mejor. ¿Va a ser difícil? Si, pero al menos voy a poder saber como está sin tener que preguntarle.
Pido un taxi dirección a casa de Jude, que sé gracias a la última vez que fuí a esperar a que se cambiara el día que fuimos a comprar y no tarda menos de cinco minutos en llegar.
———————————
Me quedo mirando la casa de Jude sin saber qué hacer. A lo mejor no me ha dicho nada, porque de verdad me odia y no quiere verme o es muy malo y no se ha acordado. Joder, ¿que hago? ¿Me bajo o no? Si yo fuera él no querría verme.
Noto la mirada del conductor desde el retrovisor y no se me ocurre mejor cosa que preguntarle. Que el destino decida lo que quiera.
-Perdona señor, ¿le puedo hacer una pregunta?- le digo asomándome un poco por el asiento del centro para mirarlo.
El señor se me queda mirando raro por un momento pero luego asiente.
-¿Usted qué haría si le has partido el corazón a la chica de la que estás coladisimo y ahora le tienes que dar una clase de inglés? ¿Se bajaría del coche o se iría por donde ha venido?- pregunto seria sin saber que hacer.
STAI LEGGENDO
Mi traductora FAVORITA // Jude Bellingham
FanfictionAmaia Díaz, hermana del jugador Brahim Díaz, acaba de terminar un doble grado de licenciatura inglesa. Su sueño siempre ha sido ser profe de inglés, así que mientras busca trabajo se muda con su hermano a Madrid. Brahim le comenta que la directiva D...