Capítulo 01

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Narrador omnisciente

________ corría por los pasillos de la universidad, con la mochila al hombro y el pelo un tanto alborotado. Llegaba tarde a su clase de estadística, y sabía que el profesor no se lo iba a perdonar. Aceleró el paso, esquivando a los demás estudiantes que caminaban tranquilamente.

—Disculpa, disculpa —decía ella, mientras se abría paso entre la multitud.

Llegó al edificio donde se impartía su clase y subió las escaleras de dos en dos. Llegó al pasillo donde estaba el aula y vio que la puerta estaba cerrada. Se mordió el labio y se armó de valor. Tocó la puerta con suavidad y esperó a que alguien le abriera.

La puerta se abrió y apareció el rostro del profesor. Era un hombre mayor, bastante serio y muy exigente con sus alumnos.

—¿Qué excusa tiene esta vez? —le preguntó el hombre, con voz áspera.
­­­_________ bajó la mirada y trató de pensar en algo.

No podía decirle la verdad, pero tampoco podía inventarse una mentira demasiado elaborada porque el profesor no se la iba a creer. Se quedó en silencio por un momento, entonces el mayor habló.

—Ya, tome asiento y deje de distraer a quienes si les importa mi clase —le ordenó, mientras volvía al frente de sus alumnos—. Sé que usted no se la toma en serio, así que, deje el show de las llegadas tardías por favor.

Las ultimas palabras hicieron que algunos rieran.

_________ sintió que se le humedecían los ojos. El profesor era muy duro con ella, no solo por su impuntualidad, sino también por no ser tan buena en su materia. Siempre la criticaba y la humillaba delante de sus compañeros, lo que hacía que _________ odiara esa clase y se desmotivara aún más.

Caminó entre sus compañeros, entonces tomó asiento junto a Soobin, su novio.

Soobin era el mejor alumno de esa y de todas las demás clases. Era un chico alto de complexión delgada. Su cabello era negro, su piel era clara y suave, sin imperfecciones, con rasgos finos y armoniosos en su rostro; unos ojos grandes y expresivos de color marrón y unos labios delgados. Era uno de los chicos más atractivos de la universidad, y tenía la sonrisa mas encantadora que ante los ojos de _________ pudiera existir, aunque no era algo que pudiera disfrutar seguido.

El chico era un tanto frío y distante. No era mucho de mostrar emociones ni debilidades, y prefería mantenerse al margen de las situaciones sociales. Aun cuando tenía una novia, no estaba muy inmerso en el amor ni el romance, apenas le demostraba afecto. Parecía que solo estaba con ella por costumbre, y era algo que _________ ya había pensado algunas veces, pero trataba de negarse a la realidad.

Soobin dirigió su mirada hacia ella, para después seguir tomando sus apuntes, sin decirle nada.

­­­_________ mordió su labio inferior, entonces suspiró, acercándose más hacia él.

—¿Adivina por qué llegué tarde? —susurró en el oído del chico, sonriendo de oreja a oreja.

—No tengo idea —respondió Soobin, sin apartar la vista del pizarrón.

—Bueno, ¿al menos sabes qué día es hoy? —volvió a preguntar.

—Sí, claro —dijo él, sin dejar de escribir en su cuaderno—. Es viernes.

_________ sintió una punzada de decepción en su pecho tan pronto escuchó aquello, se separó de él y dirigió su vista hacia su otro costado.

—Sí, es viernes —dijo ella, sonriendo de forma forzada. No quería insistir con el tema, pero le era imposible—. De verdad… ¿no quieres saber que fue lo que me hizo llegar tarde?. Algo que he planeado por días y que… —.

Back To You | Soobin & tú Where stories live. Discover now