Por dos semanas | Jungkook

Capitulo 24.

Narrador omnisciente.

Esa noche se enteró de todo lo que había pasado a lo largo de los años, no justificaba que él también fue una mala persona con Sun Hee haciendo que llorara pensando que no fue suficiente para el. Aún que ella solo quería hacer llorar a su amiga, estando con la persona que ella amaba, nunca quiso a Jungkook realmente solo jugaba con él para que no fuera feliz su amiga. Siwoo dispuesto a hacerse responsable de su hijo le confesó todo lo que tenía que saber el pelinegro; hasta el último detalle haciendo que este llorara de la rabia en cada trago que tomaba.

El chico se puso demasiado ebrio, conduciendo borracho a casa, a pesar del accidente que tuvo hace un par de años y prometiendo a sus padres que no lo haría de nuevo. Rompió su promesa después de años; Jungkook no dejó de tomar en toda la noche, era lo único que lo tenía tranquilo olvidando sus problemas.

Al día siguiente Luna fue a primera hora a ver a Jungwoo quien la miraba con desaprobación después de su confesión el día anterior. Su socio Andrés quien estaba más contento que nunca la saludó con un gran abrazo después de todo la había extrañado en la oficina, era raro no verla atendiendo sus peticiones. La quería como una hija después de la muerte de su hermano se hizo responsable de ella como una niña pequeña, enseñándole todo sobre los negocios.

Dohyun se encontraba sonriente mirando a la pequeña abrazar al latino dulcemente. Ella no fue una mala persona nunca, solo que cuando su esposo vivía le metía pensamientos retrógrados en la cabeza. Cuando esté falleció y haciéndose responsable de los negocios, su pensamiento cambió. Tenía que convivir con gente de otros países todos los días.

Luna no quería firmar aún ese contrato donde ponía su vida en un papel. Tomo del brazo a Andrés haciendo que se aparatarán de los próximos socios. Sin querer decirle todo Luna quiso explicarle la situación con Jungkook para que la comprendiera. Andrés se tomaba pensativo, pero no para mal si no para bien después de todo la chica ya era más que responsable para saber que hacía; solo que su hermano no quería eso para ella. El estar con alguien tan inestable no podía ser una opción para ella.

—Tú sabes que él no es estable pasa de una ciudad en otra y pronto terminarán sus vacaciones —explicó Andrés calmado.

Luna tenía en su mente eso pero no quería dejar ir tan fácilmente al amor de su vida.

—Lo sé —admitió cabizbaja.

Andrés suspiró intentando calmarse.

—Hablaré con ellos para que el contrato sea firmado después de la petición de mano dentro de dos semanas —dijo más comprensivo dándole tiempo a la chica—. Así piensas bien y convives mejor con ambos para saber qué decisión tomarás —concluyó comprensivo como un padre.

Luna miró al moreno con alegría y después le dio un abrazo cálido. Andrés no quería la chica fuera infeliz después de todo lo que trabajo su hermano  para que tuviera todo lo que tiene y la felicidad no sería algo que dejaría en su puerta. Andrés después de soltarla platicó con los dos empresarios inventando una excusa para que pudiera tener más tiempo su futura socia. Un poco dudosos aceptaron el trato de que fuera en la pedida de mano; así se celebrarían ambas cosas, la unión y el contrato que los haría millonarios a ambos.

Más tarde cuando terminó la reunión y Andrés subió al avión donde fue escoltado por Dohyun y su hijo, está se fue para dejar a los tórtolos solos según el pensamiento de ella. No sabía en absoluto que si hijo estaba furioso y quería cancelar todo por una chica inmadura que no sabía que quería.