Capítulo 2.

238 38 6
                                    

Flashback

Estaba sentada en la esquina de la cama de Sun, esperando a que llegara. Me comentó que tenia una idea, sabía en donde podía quedarme; no dejo que hablara y salió vuelta loca. A pesar de que la castaña era cuatro años mayor que yo, parecía una adolescente.

Llevaba mucho tiempo que salió, tenía miedo de que fuera hacer.

También tenía algo de miedo de que sus padres llegarán y me descubrieran aquí, creo no fue buena idea traer mi motocicleta; pero si no en que me estaría transportando.

Suspiré cansada de mis pensamientos, deje caer mi espalda en la cama y bufé.

No le perdonaré a mi hermano esto, nada; como se atreve a dejarme en la calle, prometió siempre cuidarme a pesar de la distancia y no lo está haciendo. Mi intención no fue causarle problemas ni a él, ni mucho menos a mis padres (no son mis padres biológicos pero ellos me criaron por lo tanto para mí lo son), ni a mí hermana quien es mayor que yo. Siempre intenté ser como mi hermana, educada, buena persona con los demás, social, amigable con todos lo que se me acercaban; pero era inútil, cada vez que intentaba ser amable con alguien terminaba golpeando su nariz.

Mucha veces me sentí excluida de los grupos por ser latina, recuerdo cuando tenía once años y todos los niños se burlaban de mi por no saber hablar su idioma; incluso los profesores se metían con mi persona.

¿En serio pueden hacer esto en tu país? ¿Te enseñaron a hacer eso allá? ¿Como aprendiste coreano tan rápido? ¿Piensas casarte aqui a pesar de ser latina? Muchas preguntas estúpidas.

¿Ellos creen que no cualquier persona tiene la capacidad para aprender algo rápido? ¿De que a pesar de ser de otro país hacer algo que están acostumbrados aquí? Maldita gente retrograda.

Al menos nunca fui mala estudiante, todo lo contrario, de hecho me adelantaron un grado más. Este año iré a la universidad y ni siquiera se que hare con mi vida. No tengo idea de que carrera estudiar.

Tampoco me inscribí, creo que es una perdida de tiempo.

Siempre que intento cambiar mi actitud y pensamientos, no puedo.

Es como si me faltara algo, necesitara algo en mi vida, que aun no se que es.

—Luna.

Escuché que me llamaron.

Mire a la puerta de la habitación, Sun había llegado con una sonrisa radiante. Cerró la puerta tras entrar; me senté y mire como ella comenzó a bailar de emoción.

—¿Q-qué estás haciendo? —pregunte desconcertada.

—Conseguí un lugar donde te podrás quedar —dijo orgullosa—. Será con unos amigos míos, son de confianza.

Negué.

—No —rechace inmediatamente—. Ni siquiera los conozco.

—¡Vamos! —exclamo con alegría—. Será con mi mejor amigo donde te quedarás y con sus amigos.

—¡Ni loca! ¡Son hombres que tal y si me hacen algo! —dije pensando en que podría hacer conviviendo con muchos hombres—. Además odio a los hombres —gruñí.

Mi amiga comenzó a reír fuertemente a carcajadas.

—¿DE QUE TE RIES? —grite.

Ella dejo de reír y me tomo de los hombros.

—Ellos son cantantes, dudo mucho que te quieran hacer algo y salir en las noticias —me soltó de los hombros—, también no creo que quieran perder a todas sus fans —concluyo pensativa.

Por dos semanas  | Jungkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora