ღ t r e c e ღ

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—Perdón Ale —empezó Hassan, intenté interrumpirlo para también pedir disculpas, pero no fue posible —dejame terminar primero.

Asentí, nos habíamos retirado de Junior H y nos fuimos a una esquina donde no hubiera tanto ruido.

—Realmente no sucedió nada —empezó a explicar —pero si te fallé en que debí haber sido mas pinche firme, en decir que no se pueden sentar en mí o actuar de esa forma a la verga porque tengo novia, me preocupe más por el que dirán de mi que lo que ibas a pensar tú y eso estuvo mal.

Veía en su rostro que de verdad estaba preocupado y triste.

—El tema de los medios, esa mierda no lo puedo controlar yo —dijo —lo que puedo controlar son mis acciones hacia ti, los medios siempre van a distorsionar todo para tener algo que vender, pero mientras te sea leal a ti, lo que digan los demás no debe importar ni un carajo.

Terminó de explicar y me abrazo, la diferencia de estatura se hacia notoria en los abrazos y eso era algo que me daba ternura. Al terminar el abrazo, con ambas manos tomo mi cara y me acerco para darme un beso.

—También te quiero pedir disculpas yo —comencé —no reaccioné de la mejor manera y ni te di oportunidad de que me dieras una explicación.

Hassan me veía feliz, con su hermosa sonrisa de oreja a oreja que causaba que sus ojos se rasgaran. Me comencé a poner nerviosa y no pude continuar mis disculpas.

—¿Por qué sonríes? —pregunté apenada —no puedo concentrarme así.

—Te ves chulísima pidiendo disculpas, preciosa —dijo sin dejar de sonreír —hasta das ternura.

—¡Oye! yo siempre doy ternura —dije ofendida.

Ambos nos volvimos a disculpar y nos abrazamos, al momento de terminar el abrazo Hassan aprovecha y me vuelve a jalar de la cintura, pero ahora para besarme. 

Con su mano en mi cintura y la otra en el costado de mi rostro, profundizó el beso. Yo como desesperada paseaba mis dos manos en su cabello, básicamente lo estaba despeinando. Pasó sus manos hacia mis piernas y con un leve esfuerzo me cargó y me sentó sobre una mesa, mis piernas nunca lo dejaron de rodear y eso se sentía bien.

-¿Aquí? ¿Ya ya aquí aunque nos vean? -dijo con una voz ronca y agitada aún cerca de mis labios.

Me sonrojé de tan solo pensarlo.

—Hassan cómo crees —dije apenada.

—Andale —dijo bromeando mientras hacía puchero, ambos nos comenzamos a reír y nos incorporamos de nuevo a la fiesta.

—Bueno, pero en el departamento no te vas a salvar —dijo cerca de mí oído y al mismo tiempo me dió un discreto apretón en mi parte trasera.

Solté un gemido ahogado al sentirlo, pero fui lo suficiente capaz de disimularlo ya que ya había personas a nuestro alrededor. 

Sofía se acercó a mi y parecía tener los labios despintados.

—Alguien se la estuvo pasando bien —dije y le apunté a sus labios.

Sofía comenzó a reír y sacar su celular para verse en la cámara, se dió cuenta que si era muy notorio y volvió a colocarse mas labial. Al terminar, se nos quedó viendo como sin saber si Hass y yo ya nos habíamos arreglado, ambos asentimos y Sofía hizo una seña de agradecimiento. 

—Yo siempre estuve del lado de hablar las cosas —dijo Sofía —me alegra mucho que ya esté todo solucionado. 

Hassan comenzó a reír.

—¿Por qué entonces al entrar me hiciste una cara de odio? —preguntó.

Sofía comenzó a reírse de nervios y a pedir disculpas.

—Lo siento —dijo —es que tengo que estar siempre del lado de mi mejor amiga, aunque a ella si la regañé por como actuó.

Hassan solamente asintió mientras seguía riéndose por lo sucedido.

—También lo siento porque Ale robó tu entrada para que yo pudiera entrar —dijo —básicamente soy una colada. 

—No hay pedo —dijo Hassan —cuándo quieras me dices.

La fiesta iba muy bien, Sofía se escapaba para ver a quien se ligaba mientras que Hass y yo hacíamos rondas de shot, también de vez en cuando (de hecho siempre) pasaban otros artistas a saludarlo y pedirle foto. Él siempre me incluía, pero ya hasta me daba pena porque muy seguramente solo han de querer foto con él entonces yo era la que terminaba diciendo que solo ellos. Aunque eso me pareció un muy lindo gesto de su parte, no me dejaba sola ni me hacía sentir que sobraba.

Después de un rato de convivir con muchas personas, decidimos irnos de la fiesta. Agradecí internamente la decisión, ya que Hass es de carrera larga y yo digamos que ya prefiero dormir que ir de fiesta.

—Claro wey —decía Hass hacía Junior H y Gabito, claramente ya borracho —la siguiente peda que sea en mi departamento cabrón, a la verga y namas nosotros, puro pinche real.

Casi casi tuve que estirar a Hass para que se alejara de ellos, yo me limité a despedirme con la mano y a Junior H le dije gracias solamente con los labios. 

Cuando volteé a ver a Gabito para decirle adiós, ví que me guiñó el ojo y que hizo como si me lanzara un beso. Sonreí un poco incómoda porque no supe que más hacer, pero rápidamente volteé a ver a Hass para asegurarme que no haya visto lo que hizo Gabito, porque así en este estado se iba a poner mil veces peor.

El chófer de Hass llegó y ambos nos subimos en la parte de atrás.

—Te adoro hermosa chula preciosa —decía arrastrando las palabras.

Lo acerqué a mí para darle un beso. Sin dudarlo dos veces, con una de sus manos toma mi cuello y con la otra mi cabello, comenzó a profundizar el beso y yo realmente lo estaba disfrutando, pero me daba pena que el chófer nos viera.

—Voy a levantar la cabina para que no nos vean —dijo Hass, como si pudiera leer mi mente.

Un toque de adrenalina recorrió todo mi cuerpo y asentí.

En cuanto la cabina se levantó, Hass rápidamente me acostó en los asientos. Sus manos pasearon por todas mis piernas y me levantó el vestido para poder acariciar mi piel desnuda. Los besos y las caricias no paraban, a lo mejor no era el lugar más cómodo y definitivamente no era el correcto, pero eso le agrega adrenalina y me hacía sentir cada roce más poderoso.

—No creo poder aguantar a llegar al depa por lo buena que estás —dijo con voz pesada en mi oído, causando escalofríos de placer por todo mi ser.

Cuando llegamos a su departamento y nos bajamos de la camioneta, seguimos caminando sin dejar de darnos besos, solamente pequeñas pausas para poder respirar.

—Quiero que conozcas a mi mamá —dije entre besos, no sé porque ese comentario salió en este momento, pero bueno.

Hassan me separó de él. Comencé a preocuparme un poco, porque el comentario pareció haberlo tomado desprevenido.

—¿Compro de una vez tu anillo de compromiso para aprovechar la visita y pedirle tu mano? —dijo sonriente.

Sonreí aliviada, pensé que se había molestado.

—Eres un tonto —dije y lo abracé.



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hellooo, yo de nuevo :) ojalá les este gustando!!

cuidenseee <3 les tqm





No lo esperaba | Peso Pluma ღWhere stories live. Discover now