، 🍹 : Capítulo 23.

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Jungkook.

Beautiful liar.

Los brazos del omega se envolvieron alrededor del alfa, sus manos acariciando el estómago de Jungkook.

—Te tienes que levantar, Jungkook.

Yugyeom dejó un beso en la nuca de su novio antes de girar su cuerpo para poder seguir durmiendo tranquilamente. El castaño se levantó con cuidado, dejando un beso en la mejilla de su pareja y dirigiéndose al baño para tomar una ducha.

—Yugyeom, ¿vamos a almorzar juntos hoy? —dijo desde el baño mientras se cepillaba los dientes.

—Salgo tarde de la universidad, Jungkook, ya te lo había dicho.

—Lo sé, cariño. Es que hace mucho no pasamos tiempo juntos, solo dormimos y ya.

—Déjame en paz, alfa. Ya hemos hablado de esto, no te pongas insistente.

Jungkook terminó de abrochar su camisa y bufó mirando al omega acostado en su cama.

—Me voy, adiós.

Recibió un suspiro como respuesta y vio como el morocho giraba su cabeza para tener su beso de despedida. Jungkook sonrió mientras apoyaba sus labios sobre los de su novio, en un suave toque.

✧✦✧

Luego de muchísimas horas dentro de la oficina, varias peleas y gente gritándole, Jungkook finalmente pudo salir de ese lugar que lo tenía atormentado.

Solo quería llegar a su casa, tal vez recibir un pequeño masaje y una ducha de agua caliente. Yugyeom no había respondido sus mensajes en toda la mañana y eso lo estresaba aún más, aunque suponía que era porque está en la universidad y tal vez no tuvo tiempo de agarrar su móvil.

El auto se frenó frente a su casa y un pequeño quejido salió de la boca de Jungkook cuando su espalda dio un leve tirón; su cuerpo le estaba pasando factura de las horas que se pasaba sentado en el escritorio.

Ingresó a su hogar con un maletín en su mano izquierda y su saco en la derecha, subió las escaleras tronando su cuello.

Y escuchó un gemido. Y otro.

Y un gruñido.

Dejó sus pertenencias en el piso antes de acercar su oído a la puerta, su mano presionó el picaporte y se le fue el alma a los pies cuando vio a Yugyeom desnudo y de espaldas mirándolo sobre su hombro. Rápidamente el omega trató de cubrirse y de cubrir a su amante.

—Jungkook, llegaste más temprano.

—¿Mingyu? —el castaño preguntó cuando por fin pudo mirar la cara del otro hombre que estaba en su cama, ignorando completamente a su omega.

Mingyu. Uno de los mejores amigos de Jungkook, con quien se había criado y compartido cada momento, la primera persona a la que le dijo que era gay. Ese era el chico que estaba en su cama; desnudo, sudado, y con el cuerpo de Yugyeom sobre él.

—Podemos explicarlo, Kook, te juro que tiene una explicación —habló el hombre.

—Creo que puedo comprender por mi mismo lo que está sucediendo aquí —su voz se quebró durante toda la oración.

Giró y salió rápidamente de la habitación, tragando el nudo que sentía en su garganta y reteniendo las lágrimas que amenazaban con salir. Sintió pasos tras él y una mano apoyándose en su hombro.

—Jungkook, por favor, déjame explicarte.

—¿Explicarme qué, Mingyu? ¿Qué te acostaste con mi omega? ¿Qué me viste la cara de estúpido todo este tiempo? ¡Yo te lo presenté! Lo hice porque tenía confianza y tú me haces esto —miró a Yugyeom quien estaba parado atrás de Mingyu—. ¡Y a ti te di todo! Me destruí trabajando por ti, para que tuvieras todo lo que querías, para que tengamos todo lo que alguna vez planeamos y te acuestas con mi mejor amigo en mi casa, en MI cama.

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