، 🍹 : Capítulo 25.

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Jimin había llegado más temprano del trabajo. El trabajo en la oficina últimamente no era tan pesado, lo cual era un gran alivio para el omega.

Junseo corrió a su habitación en el momento que cruzaron la puerta de la casa. A los segundos apareció en el campo visual de Jimin, presionando una caja contra su pecho y estirando una de sus manos para sujetar la de su madre.

—¿Qué pasó cariño?

—¿A qué hora llega papi?

—Deben faltar como dos horas para que venga, ¿para qué lo quieres?

—Vamos a jugar al doctor juntos —le mostró la caja donde había un juego de medicina.

—Oh, estoy seguro de que cuando papá venga va a jugar. Ahora vamos a hacer otra cosa, ¿bien? Podemos mirar la televisión si quieres.

—¡Sí, mami! Bob esponja.

—Está bien, vayamos a mirar tu programa, pequeño.

✧✦✧

De hecho, solo pasó una hora para que el alfa ingresara al hogar. Cargando su maletín mientras intentaba desatar la corbata que rodeaba su cuello.

—Hola —su voz salió rasposa y aunque el alfa trató de aclarar su garganta, su voz seguía del mismo modo.

—¡Hola, papi! —Junseo se acercó abrazando los muslos del alfa.

—¿Cómo estás, ángel? —Jungkook hizo el esfuerzo de levantarlo, ignorando el tirón que sentía en el costado de su cuerpo.

—Bien. Papi, tú no estás bien —formó un pequeño puchero.

—Estoy bien, Jun.

—Te huelo —arrugó su nariz.

—No pasa nada, pequeño, solo estoy cansado por el trabajo.

Jungkook acarició con su nariz la pequeña nariz de su hijo, dándole un beso esquimal. El niño sonrió ampliamente mientras se removía por las cosquillas que le brindaban los besos que su padre dejaba en su cuello.

—¡Cosquillas, papi!

Jimin, finalmente, se acercó a su pareja; sonrió hacia el niño antes de tomarlo entre sus brazos, aliviando el dolor en la espalda de Jungkook. Sujetó el brazo del castaño hasta hacerlo sentar en una silla.

—Estás enfermo —afirmó—. Y pasas muchas horas en la oficina. Tu cuerpo te está pasando factura.

—Estoy bien, Jimin. Solo necesito un baño y descansar, se va a pasar —clavó sus ojos azules en el omega—. ¿Cómo te fue en el trabajo?

—Bien, está todo muy tranquilo.

—Me alegro de que no tengas que hacer tanto trabajo pesado.

—Si —susurró nervioso.

—Necesito hablar contigo, Jimin.

Jimin observó como Junseo nuevamente se había concentrado en mirar su programa de TV favorito mientras acariciaba a su gatito.

—Hablaremos después de la cena, cuando Jun esté dormido.

✧✦✧

Jungkook secaba su torso mientras salía del baño de la habitación. Jimin estaba sentado en la cama, sus piernas cruzadas y sus manos sobre su regazo.

El alfa se apoyó en el escritorio frente a la cama mientras mordía sus uñas y bebía el té que Jimin le había hecho.

—Ni siquiera sé por dónde comenzar a pedirte disculpas —soltó Jungkook una vez que su garganta se suavizó un poco—. Siento tanto haberte gritado, no quise asustarte, no tendría que haberte hablado de ese modo.

—No me asustaste, tú no me asustas Kook.

—Y siento tanto haber dicho tantas estupideces, haberme enojado sin sentido, fue tan inmaduro de mi parte. Dar a entender que tú quieres estar con Siwon después de todo lo que pasó fue muy tonto, no sé que se me pasó por la cabeza cuando dije eso... Estoy muy arrepentido, Jim, en serio.

—En cierto punto entendí tu reacción ayer, porque claramente mi forma de reaccionar se pudo haber malinterpretado, pero jamás pienso en él cuando estoy contigo. Desde que soy un adolescente la única figura de alfa que tuve fue él, fui completamente dependiente y no quiero serlo más. Soy feliz ahora porque tengo lo que siempre quise; una familia... Lo quiero a él muy lejos y denunciarlo solo traería más recuerdos dolorosos para mí y para Junseo.

Jimin se acercó hacia donde estaba parado Jungkook, envolvió ambos brazos en la cintura del ojiazul mientras el contrario posaba sus manos en los hombros del omega.

—Fui un imbécil que no se pudo poner en tu lugar por un momento. Te grité, te presioné y me la pasé diciendo tonterías. Te recordé en todo momento las cosas que sucedieron como si tú no la recordaras, involucré a Junseo y su dolor cuando no venía al caso y y-yo los amo mucho a los dos. Saber que Siwon está afuera y que puede venir a molestarlos en cualquier momento, me deja un nudo en el estómago durante todo el día.

—Eres un alfa, está en tus instintos cuidarnos y para ti la mejor opción sería denunciar, pero para mí no lo es. No te justifico, si estuvo mal que me gritaras y dijeras que quiero volver con Siwon, sin embargo, no me quiero quedar estancado ahí, no quiero estar peleado durante semanas por esto cuando es muy fácil de solucionar si tenemos comunicación.

—Entiendo, cielo, lo hago. Respetaré tu decisión y te acompañaré en lo que quieras —dejó un beso en la mejilla del omega—. Siento tanto ser tan poco empático contigo —repitió.

—Eres el alfa más empático que hay, eres la persona más empática que hay. No hay muchos alfas que se comportaran como tú lo hiciste, me aceptaste y apoyaste y adoras a Junseo como si fuera de tu sangre. Deja de decir tonterías.

—Eres tan precioso —se estiró para conseguir un beso, respiró profundo cuando su cuello sonó fuertemente.

—Cariño, estás tan lastimado.

Aclaró Jimin cuando una mueca de dolor apareció en el rostro de Jungkook. El alfa solo se quejó y movió su hombro para quitarle importancia.

—No es nada. El doctor dijo que es normal por todas las horas que paso sentado y encorvado.

—Ven te haré masajes.

—No los merezco.

—Mi amor, por favor, deja que te haga masajes. Te lo mereces más que nadie.

Tomó la mano de Jungkook entre las suyas y lo recostó boca abajo en la cama. Luego de conseguir algo de crema para masajes, se sentó a horcajadas sobre su trasero y comenzó a tomar entre sus manos la piel de su novio.

Jungkook cerró los ojos, disfrutando completamente de las suaves manos que recorrían su espalda, además la suave melodía que su omega tarareaba lo hacía perderse completamente en una nube de satisfacción y relajación.

—Y sobre lo que preguntaste ayer... Claro que te considero mi familia Jungkook, tú eres mi pilar, Junseo y tú son mis amores. Y, obviamente, eres mi alfa, no hay otra persona en el mundo que pudiera ocupar ese lugar. Si alguien algún día quiere robar ese puesto va a tener que luchar mucho —Jungkook sonrió—. Porque jamás había conocido a una persona tan buena, cariñosa y bondadosa como tú.

—Eres el mejor omega del mundo, ¿te lo había dicho antes?

—Sí, pero puedes volver a decírmelo si quieres.

Jungkook giró, haciendo que Jimin quedara sentado casi sobre su abdomen, empujó el cuello de Jimin haciendo que sus bocas se presionen juntas. Los labios del alfa envolvieron por completo los del omega.

—Solo para aclarar, anoche tenía muchas ganas de dormir contigo, no llegué a la cama porque me quedé toda la noche terminando un informe.

—Te amo, mucho.

—Te amo más, precioso. Duerme bien.

Jimin sonrió mientras se apretaba al cuerpo de Jungkook.

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