Capítulo 2

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El entrenador Nam Wook suspiró, recargó sus codos sobre el escritorio y  la barbilla sobre sus manos. Observó a Jaekyung y negó.

—No es momento para que seas grosero ... otra vez —respondió, como quien ya está acostumbrado a estas insolencias desde temprano—. Antes de que interrumpieras estábamos hablando sobre el contrato. Si Dan cree necesario que se le pague más, se le va a pagar más. Y yo más que nadie sé que cualquier cifra sería poco si hay que aguantarte en temporada de peleas.

Jaekyung chasqueó los dientes, lamió sus labios y respiró profundo. Observó a Dan, éste ya no podía descifrar lo que esa expresión significaba, intimidado corrió la mirada hacia el entrenador, cuya atención seguía en Jaekyung.

Dan sintió al peleador acercarse y se recargó sobre el respaldo, creando el mayor espacio posible entre ellos. Nam Wook había mencionado que Jaekyung no sería violento fuera del ring, pero que no haya ocurrido no significaba que no pudiera suceder y Dan no estaba de humor para probar su suerte hoy.

Joo caminó entre el espacio de las sillas y el escritorio, el cual era suficiente para garantizar a Dan no tener que recorrer sus pies. Se dejó caer sobre el asiento de cuero al lado, chirriando contra el suelo por el impacto. Tiró el morral a su lado y posó su antebrazo en el reposabrazos. El olor de la colonia invadió las fosas nasales de Dan, seguía oliendo a brisa del mar, pero ya no percibía el dulzor del sudor. De cerca, el cabello se le veía ligeramente mojado, tan oscuro como sus ojos.

Dan podía observar por el rabillo del ojo la pose relajada en la que estaba Jaekyung, sus piernas abiertas, el pecho erguido y los hombros retraídos. Era claro que él sabía lo que su presencia causaba, y no era solamente la vibra de riqueza, sino la confianza en la que cuadraba los hombros y ladeaba la cabeza, como si pensara que todas estas banalidades estaban por debajo de él.

—Ya que estás aquí, espero sea para disculparte con Dan por lo de ayer —habló el entrenador, sin quitarle la mirada de encima—. También por lo de ahora.

Jaekyung arrugó la nariz, una clara muestra de desacuerdo y se enderezó, descansando sus manos sobre los trabajados muslos ataviados en un short deportivo. Sin mirar a nadie, con la mirada en algo que sólo él distinguía, habló:

—Ayer —comenzó, las palabras parecían costarle mucho esfuerzo para salir —, y hoy, dije cosas que pueden o no ser ciertas. No lo conozco todavía, doc, pero espero que no lleguen a ser verdad.

—Eso no es una disculpa —habló el entrenador cansado, mirándolo con reproche, su ceño fruncido lo hacía lucir más intimidante.

—Es una tregua.

Dan estaba incómodo con la atención que le estaban dando. Sabía que se merecía una disculpa, Jaekyung se había portado como un idiota los dos días, pero parte de él estaba seguro que no iba a obtenerla, al menos no explícita, por parte de "El Emperador", dudaba que si quiera supiera lo que significaba. Así que no le quedaba otra más que extender la mano a esta visible muestra de paz. Dan no quería tener dificultades en el trabajo, y si quería tratar a Jaekyung tenían que, por lo menos, estar en términos de colegas.

—La aceptaré —dijo con voz decidida. Nam Wook lo miró sorprendido, le sonrió agradecido y ligeramente avergonzado. A Dan le sorprendió que el entrenador se sintiera así, no había mucho que ninguno de los dos pudiera hacer. Volteó hacia la izquierda, observando el perfil de Jaekyung, éste tenía una sonrisa de lado y seguía mirando hacia enfrente, paseando su mirada sobre los periódicos enmarcados.

Dan le estiró la mano, satisfecho de que no le temblaba. No sabía de dónde había obtenido la confianza para tomar el primer paso. Jaekyung le observó por el rabillo del ojo, carraspeó y rudamente cerró su mano contra la de él, moviéndola brevemente de arriba a abajo. El fisioterapeuta notó lo delicadas que eran, a pesar de tener manos robustas y venudas, los dedos eran largos y delicados, y su piel era muy suave. Tan rápido como el contacto duró, Jaekyung retiró su mano y la tallo sobre su rodilla, poniendo su atención en el entrenador y levantando una ceja.

Jinxed JawWhere stories live. Discover now