BJ Kyubi - Naruhina (+18)

Capítulo 20

Hinata

Apagué la secadora de cabello en el momento en que escuché el timbre de mi puerta ¿Quién podría ser? Estaba preparándome para ir a ver a mi novio y apoyarle en su transmisión final precisamente el día en que el semestre por fin terminó.

Me emocionaba pasar las vacaciones con él, tenía pensado pedirle que fuéramos a algún lugar bonito y con playa solo nosotros dos. Tenía los boletos para el próximo fin de semana, por lo tanto, quería que esta noche fuera especial.

Me coloqué lo primera pijama que encontré, pues venía saliendo de la ducha después de un extenuante día de trabajo y una más extenuante última clase, cuando volvieron a tocar el timbre.

―¡Ya voy! –grité tropezando con mis propios pies.

Llegué a la puerta y la destrabé, encontrándome a Naruto del otro lado.

Jadeé cuando detallé su rostro. Tenía moretones en los pómulos, un ojo morado, un corte en su ceja, sangre seca en la comisura de su boca y los ojos más tristes que en mi vida había visto.

―¡Naruto! –gemí angustiada―. ¡Tu rostro! ¿Qué te pasó?

No dijo nada, solo se adelantó los pasos que nos separaban para abrazarme, con fuerza. Su rostro herido se metió entre la curvatura de mi hombro y cuello, y me estrechó, casi temblando.

―¿Naruto? –Me apretó más, meneándome entre sus brazos. Cerré los ojos y le devolví el abrazo, llevando mis dedos a su cabello para acariciarlo ahí y reconfortarlo, como sabía que necesitaba.

Podía imaginar qué había sucedido; Sasuke se tuvo que haber enterado de alguna forma y como ambos supusimos desde un principio, no lo tomó bien.

Sentí la respiración húmeda de Naruto y como sus lágrimas humedecían mi piel. Mi corazón empezó a doler, pero en el fondo amaba que me buscara a mí en un momento difícil de su vida.

Nos quedamos varios minutos así, estrechamente abrazados, como si no nos hubiéramos visto o hubiéramos pasado por el terrible horror de casi perdernos. Sé que se sentía muy mal, Sasuke es su mejor amigo después de todo, y tuvo que escoger entre él o yo. No era una decisión fácil y comprendía mucho su pérdida, hubiera deseado que jamás tuviéramos que pasar por esto, que Naruto nunca hubiera tenido que elegir entre su mejor amigo y la chica que dice amar.

―Lo siento mucho, sé que te duele lo que pasó… no sé exactamente, pero sé que tiene que ver con mi hermano.

―No me importa lo que piense Sasuke ahora –susurra su voz ronca, siento su garganta moverse áspera―. Más que se enterara, mi miedo es que resultes herida.

Suelto un suspiro.

―Nada de lo que pueda decir Sasuke de mí me puede lastimar más yo… sé que él no me quiere –confieso, revelándole uno de las verdades que más me ha costado aceptar ¿Quién puede aceptar de buenas a primeras que tu único hermano en la vida no siente cariño por ti?

Él siempre ha sido grosero conmigo, incluso cruel, y las únicas veces que ha sido medianamente amable era porque le servía para algo o necesitaba que hiciera algo por él. Nunca he podido contar con Sasuke para nada, si algo me ocurre, es mucho más seguro llamar a Tenten que a él, así que poco a poco fui alejándome, de sus comentarios, de su vida.

Naruto se aparta un poco de mí y me acaricia con su mano, cuyos nudillos están rojos y un poco morados. Me mira con un sentimiento que no logro reconocer entre el amor, la compasión, la lastima y las ganas de protegerme de algo que cree me hará mucho daño.

―Bruja –dice mirándome con tanta ternura. Jamás creí que alguna vez me miraría de esa forma, y sé que no se imagina cuantas heridas cura solo con eso―. Te amo.