Capítulo 12

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Naruto

Abotoné mi camisa celeste y enrollé las mangas hasta mi antebrazo. Suspiré, mirándome en el espejo, viendo en mis ojos ese singular brillo que hace tanto no sentía. El mismo que me hacía suspirar cuando a escondidas le tomaba fotos a la hermana de mi mejor amigo mientras se bronceaba en un minúsculo bikini blanco, recostada en las tumbonas de la piscina de su casa, o cuando entraba a hurtadillas al cuarto de lavabo y robaba un par de sus bragas usadas.

Jodido hijo de puta, realmente estoy enfermo.

Solo que hoy los síntomas eran diferentes, hoy era consciente de mis verdaderos sentimientos.

La amaba.

Dios, cuanto la amaba.

Había pasado varios años de mi vida saltando de mierda en mierda, de mujer en mujer, probando el SM, sintiéndome incómodo porque la quería a ella de rodillas, atada, amordazada y vendada, no las tipas que siempre frecuentaban esos clubs. Había sentido un vacío tan grande las veces que busqué placer allí, que me había recluido en mi propio mundo de fantasía; las transmisiones por internet a cambio de dinero.

Hoy las cosas iban a cambiar, hoy yo iba a cambiar.

Desde que admití que amaba a Hinata, cada día había sido sumamente doloroso para mí... aunque para ella fue muchísimo peor, todavía recordaba la humillación en su cara, sus labios mordisqueados por sus dientes y el dolor que sus ojos derramaba como una cascada que provenía directamente de su corazón.

Mi corazón se sentía pesado cada vez que pensaba como fue para ella lidiar con todo luego de que abandonó mi apartamento, era obvio que no quisiera mirar mi maldita cara después de eso.

Por eso empecé a frecuentar los puntos que ella frecuentaba en la universidad; los jardines, la cafetería, la biblioteca... poder mirar su rostro, aunque fuese a la distancia era tranquilizador, bello, llenaba un poco ese vacío que no abandona mi interior.

También era incómodo que ella fuese consciente de mi presencia cerca de ella; me estaba comportando como un maldito acosador, pero lo peor de todo era estar al tanto de eso y, aun así, verla apartar la cara y fingir que yo no existía cada vez que nuestras miradas se encontraban.

¿Qué estarás pensando?

Tragué saliva mientras veía sus enormes esfuerzos por ignorar mi persistente mirada, aquí, en la cafetería de la universidad. Sakura, Sasuke, Toneri, Amaru y Shikamaru parloteaban a mi alrededor, sin embargo, yo solo tenía ojos para ella. Dolía verla así, tan cerca, pero tan lejos, fingiendo que ya no me amaba y luchando por no mirar en nuestra dirección, allí sola, comiendo un sándwich y un café cuando podría estar aquí con nosotros... todo por el hijo de puta que está sentado a mi lado.

De repente, como si no lo soportase más, se puso de pie y se alejó. Solté un suspiro de impotencia, sintiéndome estúpido por haber herido a la chica más asombrosa que he conocido en mi vida.

―Deberías invitarla a la fiesta, Sasuke ―dijo Sakura.

― ¿Para que tome alcohol como si fuese agua? No, gracias.

Sakura resopló.

―Me duele verla allí sola cuando la castaña no la acompaña ¿a ti no?

―Es su vida, Sakura ―refunfuñó Sasuke―. No me interesa.

―Invítala ―interrumpí―. Es tu cumpleaños, Sakura, no dejes que este idiota decida quien va y quién no.

―Oye, imbécil...

BJ Kyubi - Naruhina (+18)Where stories live. Discover now