Capítulo 3

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Hinata

«No fue un sueño»

Fue lo primero que pensé esta mañana al despertar. Aun sin saber cómo se sentía realmente tener sexo, la experiencia con Naruto; el chico que quise y seguía queriendo, fue única, excepcional. Sentir sus labios suaves, sus caricias en mis pechos, su polla entre mi sexo desnudo. Oh Dios, lo que daría por volverlo a sentir.

Prácticamente floté sin gravedad durante todo el día y Tenten, en el trabajo, lo había notado.

― ¿A ti que diablos te pasa? ―preguntó cuando me oyó suspirar por enésima vez. Metí las bandejas llenas de cupcakes en el horno y lo cerré.

―Nada.

Hizo un mohín gracioso y reí. Rápidamente Kurenai, mi jefa, asomó la cabeza y nos señaló los clientes que esperaban por un café caliente en la mañana. Solíamos distraernos, pero ella era muy tolerante con nosotras.

Naruto y Bj Kyubi ¿quién lo pensaría? Yo no al menos, y creo que ahora comprendo porque de entre todos los Bj's de Nutwork.com, era precisamente él el que llamó mi atención. Me atrajo su voz, su atractivo, su carisma. Todo lo que en mi adolescencia temprana amaba de Naruto, y aunque todavía me preguntaba porqué decidió exhibirse así por internet, en el fondo me decía que no era de mi incumbencia.

No era ilusa; sabía que la experiencia no se repetiría. Para Naruto yo seguía siendo la pequeña hermanita menor de su mejor amigo y lo que había hecho conmigo anoche en su sofá fue solamente su manera de comprar mi silencio. No me arrepiento, sin embargo, todo lo que sentí lo llevaría a fuego tatuado en la piel. Jamás lo olvidaría y lo recordaría por siempre como la mejor experiencia de todas.

― ¿Hacemos pijamada y asistimos juntas al primer día?

Me desinflé como un globo cuando Tenten sugirió que pasara la noche en su casa. Me perdería la transmisión de hoy, pero al ver a mi sonriente y entusiasmada amiga supe que no podía negarme. Habíamos estado tan ocupadas que hacía mucho que no hacíamos nada juntas como una pijamada.

Forcé mi mejor sonrisa y asentí.

Caminaba por los pasillos de la universidad con la cabeza en alto, sonrisa en los labios y los ojos bien abiertos admirándolo todo. El campus era enorme y había muchísima gente hoy en la mañana, a todo eso se sumaba mi creciente buen humor. Tenía un papel en la mano con la lista de todas mis clases y los respectivos salones. Solo la primera; Cocina Internacional I, me puso como loca, y mi entusiasmo por la carrera de Gastronomía aumentó en demasía.

Giraba en una esquina cuando de repente sentí un tirón en mi brazo y mi espalda chocó con una pared.

Gemí de dolor.

Un cuerpo grande y cálido me cubrió pateando la puerta, cerrándola con fuerza. Abrí los ojos y me encontré con esos ojos azules que me volvían loca fijos en los míos, me estremecí cuando bajaron hasta posarse en mi boca.

―Maldita seas, Hinata ―susurró con voz ronca―. Maldita seas.

Sus labios cubrieron los míos, y como la estúpida que era; me rendí al sabor primitivo y la necesidad con que me besaba. Rodeé sus hombros y gemí en su boca, palpando con mi lengua la suya que saqueaba todo mi interior. Sus manos subieron por los costados de mi cuerpo, que a pesar de las grandes de capas de ropa que lo cubrían, sentía su calor atravesar mi piel y colarse en mis venas. Hice lo mismo, clavando las uñas en su trasero revestido de mezclilla y él como respuesta, gimió contra mis labios cuando su erección se aplastó en mi estómago.

Se separó de mí chupando mi labio y me levantó en sus brazos. Inmediatamente lo rodeé con mis piernas.

― ¿Querías sexo, bebé? ―Lamió mi barbilla―. ¿Lo querías?

BJ Kyubi - Naruhina (+18)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz