BJ Kyubi - Naruhina (+18)

Capítulo 8

Hinata

Los días empezaron a pasar frente a mí, unos tras otros, cada uno más lento que el anterior. Intenté, por todos los medios, concentrarme en mis estudios, en mi trabajo, pero a veces el dolor y las lagrimas me podían y quedaba hecha un puñito en un rincón desahogando todo lo que me carcomía, la humillación que sentía, la impotencia que me oprimía me impedía avanzar, y lo peor de todo, dormir.

Tuve, obviamente, que contárselo todo a Tenten aquella noche. Nunca la había visto tan cabreada y con ganas de matar a alguien, y la hubiese dejado de no ser porque... aquí la única culpable soy yo. Yo fui la que me ilusioné, la que se enamoró, no él, él me lo dejó claro desde un principio, y yo como una idiota fui y hice exactamente lo que él no deseaba de mí.

― ¿Hina?

Llevé una mano a mi boca cuando el dolor volvió a atorarse en mi garganta y las lagrimas volvieron a derramarse incontenibles. Ni siquiera era capaz de preparar un maldito café sin recordar sus palabras hirientes.

―Lo siento... ―susurré entre sollozos.

―Tenten, tu atiende a los clientes, Hina ve a limpiar ¿sí? No te preocupes ―indicó Kurenai. Asentí sin mirarla y fui por los implementos de limpieza.

― ¿Quieren ir a cenar? Hoy podemos cerrar temprano ―dijo mi jefa cuando empezó a anochecer. Tenía sueño, mucho sueño, pero sabía que sería imposible para mí dormir más de dos horas. Tenía sueños horribles con Naruto como protagonista, donde revivía la forma tan humillante en la que me mandó a la mierda.

―Yo... creo que iré directo a...

― ¡Sí! ―exclamó Tenten―. ¡Gran idea, jefa! Vamos, Hina. Podemos ir al pub que hay cerca de casa.

―Yo...

―Anda, ve a cambiarte y vamos a pasarla bien ―Kurenai me guiñó un ojo, y supe que si estaba haciendo esto era por mí. Quise agradecerle, aunque no funcionaría de nada. Estaba deprimida, no tenía ganas de nada más que acurrucarme en mi cama y sufrir por el dolor y la impotencia, pero al menos, podía hacer un intento por sentirme un poco mejor ¿no? ¿Estaba bien si me lo guardaba todo para mí misma?

Estoy tan cansada de llorar, de sufrir.

―Sí, claro, vamos ―Intenté sonreír.

Nos detuvimos en el Beer Shop Pub, nos sentamos en una mesa y Kurenai pidió comida y cerveza. Tenten parloteaba sin cesar, tratando de levantarme los ánimos. Al ver que no hablaría, se enfrascó en una conversación sobre sus clases este semestre, en la que no supe qué decir. Tal vez es porque no estaba durmiendo bien, pero sentía que mi mente estaba en blanco.

―No deberías concentrarte tanto en la universidad, Tenten. Te esfuerzas demasiado, deberías divertirte más, conocer gente, enamorarte.

¿Amor?

―Naa, no me hace falta, solo quiero terminar mi carrera y ya después veré qué hacer.

―Si no lo haces, luego te arrepentirás, eres joven, disfruta la vida ahora que puedes.

¿Entonces no sientes nada por mí?

No.

Me mareé, tuve que llevarme una mano a la frente para contener la ola de lagrimas que se avecinaba. Sorbí por mi nariz, sintiendo el dolor ardiente que atravesaba mi destrozado corazón. Me habían usado, me habían humillado y no podía soportar sola este dolor más.

―Hina ―Tenten rodeó mis hombros cuando se percató de mi estado.

― ¿Estás bien, Hinata?

―Sí... estoy bien ―Miré a Kurenai cuando dos lagrimas cálidas humedecieron mis labios―. Estoy bien...