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En lo más profundo de nuestro ser,
ardiendo en las llamas de la pasión,
reside la esencia que nos consume,
un amor que duele, pero que nos llena de pasión.

Hambrientos por sentir la intensidad,
aullamos al viento en busca de libertad,
cada suspiro, cada gemido,
refleja la profundidad de nuestra necesidad.

En la calma de la noche estrellada,
nos entregamos con confianza desbordante,
nuestros cuerpos, como llaves y cristales pegados,
se funden en un abrazo ardiente e incesante.

Así, en lo más profundo de nuestro ser,
encontramos el amor que nos hiere y nos sana,
una profundidad que solo se alcanza
cuando nos entregamos sin reservas, en cuerpo y alma.

A Través De La Poesía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora