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En la profundidad del dolor y la ausencia,
se esconde un amor que persiste con presencia.
Aunque hayas fallado y te estés olvidando,
mi corazón sigue amando, sin cesar, esperando.

Cada herida, cada escalón apartado con angustia,
conduce mi vida hacia la tuya, sin prisa.
Amar y temer amar, una dualidad que nos une,
en cada despedida, en cada adiós que se consume.

No tomes la decisión incorrecta, no la elijas,
deja que la vida fluya, que las emociones se fijen.
Siempre hay algo más que dar, algo que mostrar,
en cada despedida, en cada nuevo empezar.

Los recuerdos perduran, aunque decidas huir,
cambian la forma en que vemos el existir.
La vida sigue su rumbo, con desconcierto y certeza,
mientras el amor renace en cada despedida, con destreza.

En cada palabra escrita, en cada verso pronunciado,
se esconde la verdad de un amor compartido, anhelado.
Que los recuerdos existan, que los motivos se detengan,
en cada despedida, en cada adiós que se entreguen.

Que el amor perdure, a pesar del tiempo y la distancia,
que las palabras dichas sean luz en la bonanza.
En cada despedida, en cada cambio de vida,
siempre habrá un rastro de lo que fuimos, de lo que aún nos guía.

A Través De La Poesía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora