Charles había perdido a su esposa, la pequeña Flor perdío a su madre y F1 perdío a una gran piloto.
¿Habría un lugar para una nueva piloto y un nuevo amor para el monegasco?
Nadie quería que tomara el lugar de Daniela y harían lo que fuera para qu...
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Domingo 22 de octubre 2023
Estados Unidos
Madelyn
Hoy era día de carrera, la ultima que correría antes de tomar un descanso por mi embarazo; Alex no estaba de acuerdo y seguía molesto, mientras que Oscar me apoyaba, entendía que no podía conducir embarazada, por otra parte estaba evitando a Charles no habíamos hablado mucho desde que llegue.
—Mad—Hazze llegó con una sonrisa— le compre esto al bebé, como no sabemos si será niña o niño le compre estos zapatitos.
—Muchas gracias—la abrace— vas hacer la mejor tía.
Altaír llegó a los pocos segundos, ella sería la encargada de cantar el himno nacional, me sorprendió la madurez de mi amiga la hablar con Elisa y Oscar, creo que ambos podían ser amigos después de todo lo que pasaron.
—Siento que voy a vomitar en cualquier momento—dijo ella— ¡Estoy nerviosa! ¿y si lo arruino?
—Lo harás perfecto—respondí— eres de las mejores cantantes.
—Awww—se toco el pecho— es lo más bonito que me has dicho
Ambas reíamos, la abrace mientras Hazze nos miraba con una sonrisa.
—¿Sabes donde esta Alex?—pregunte.
—En su cuarto de descanso.
—Iré hablar con el.
Ambas asintieron y comencé a caminar hacía la habitación de descanso; note que la puerta estaba entre abierta pero al parecer no había nadie.
—¿Alex? ¿estas ahí? necesitamos hablar...
Silencio
—¿Alex , puedo pasar?
Silencio...
—Por favor, creo que necesitamos hablar; eres mi mejor amigo y no me gusta estar peleada contigo, así que voy a entrar no me importa si me quieres echar porque...—entre a la habitación y me quede estática al ver aquella escena enfrente de mi— ¡ALEX!—Grite— ¡AYUDA! ¡JAMES!—Grite.
Corrí hacía el, estaba inscociente pero había una mancha de sangre abajo de su cabeza, lo tome en mis brazos y comencé a gritar.
—¡JAMES!—Grite!
Hazze llegó corriendo junto con Daniel, la primera se quedo en shock.
—¡OH POR DIOS!—dijo Daniel— ¡Necesito ayuda!
Toda la gente comenzó asomarse, mientras que James entraba con los paramédicos. Mick llegó corriendo hacía a mi y me alejo de Alex, mientras yo negaba.
—¡No! ¡No!—comencé a llorar— ¡Alexander despierta!
