XIII

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Mientras el viento acariciaba sus mejillas el frío se apoderaba también de estás, su mirada tomaba el valor del amor y su boca cerraba el sonido que sus ojos podían perfectamente comunicar con la mirada.

Los latidos de su corazón eran incluso una respuesta más clara que el roce de piel con piel quemando de llama en llama siendo mucho más intenso que el fuego vivo que se observa en el calor de la fogata.

Hyunjin y Felix eran como el contraste de dos colores que combinaban a la perfección, eran dos engranes que encajaban a la medida de un reloj y talvez sus corazones tenían el poder de acelerarse y detenerse a la misma hora por pura suerte o verdadero amor.

El saber que encontraste a tu alma gemela debe ser sencillo, el único problema es que aquella persona también crea que eres tú.

"Por que un poeta no es nada sin su tinta y su papel y un pintor tampoco lo es sin su musa y su pincel"

Hyunjin recogía flores blancas del campo en el cual su castillo ya se hallaba situado, era bastante temprano, puesto que Felix aún no se había levantado, lo dejo dormir ya que así aprovecharía el tiempo para poder realizar lo que hace algunos días había querido.

Recogió también algunas ramas que yacían tiradas sobre el suelo, estás eran tan delgadas que podían doblarse con facilidad.

Formo dos coronas hechas de flores blancas con algunas que antes complementaban al cerezo, y las guardo en su habitación para que Felix no pudiera verlas.

-¿Puedo salir al pueblo? Necesito comprar algunas cosas.

-Hyunjin esa vez te dejamos, pero realmente me causa cierta inquietud hacerlo en estos momentos.

-¿Puedo saber el por qué?Es prácticamente lo mismo.

Hari soltó un suspiro demostrando su inconformidad respecto al tema, pues aunque entendía la situación romántica en la que su hijo se veía envuelto y que inclusive fuera el protagonista de aquella, no hacía que su preocupación detuviera el curso que llevaba desde hace años.

-Bien, pero cuídate Hyunjin, no soportaría que sufrieras algún accidente o alguien intentara hacerte daño, sabes que eres lo más importante en la vida de tu padre y en la mía por supuesto.

Hari menciono colocando la palma de su mano sobre la mejilla de su hijo. Sintiendo y observando como es que es que en su rostro se formaba una gran y hermosa sonrisa lo dejo marcharse.

Hyunjin salió del reino para dirigirse al pueblo donde se encontraban todos los materiales que deseaba utilizar para la sorpresa que deseaba otorgarle a su amado chico pecoso.

-¡Principe Hwang! Que alegría verlo por aquí, no visita muy seguido el pueblo.

-Buen día, realmente me encantaría poder visitar más el pueblo de esta manera, la gente de la realeza es demasiado egocéntrica, es increíble el como puestos altos y monedas de oro cambian la manera de pensar de las personas, se sienten superiores.

-La mayoría es así, Joven Hyunjin, pero supongo que el dinero cambia a las personas, incluso llegan a hacernos sentir menos por nuestra situación económica, lamentablemente nos hemos acostumbrado a eso.

Hyunjin hizo saber con una expresión de disgusto que aquello no le parecía.

-Pues no deberían, simplemente no puede ser así ¿Quién a permitido todas estas faltas de respeto hacia ustedes?

-El príncipe Hassani Colline, joven, el será el próximo heredero del pueblo y tenemos que acatar sus órdenes.

-Ojala pudiera haber otro heredero.

El arte de un dorado                                 amanecer Hyunlix Where stories live. Discover now