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Yibo bajo a la cocina, acaba de despertar así que solo lleva una camisa de Zhan y unos shorts cortos que usa como pijama, toda la ropa de Zhan suele quedarle maravillosa como pijama.

Cuando bajó vio como Zhan estaba más o menos vestido, tenía puesto una camiseta negra, unos shorts rojos con una línea a los costados de color blanco y una sandalias negras y todo esto acompañado de una gorra blanca hacia atrás y mechones de pelo a los costados.

— ¿Zhan? — interrogó el omega mientras se acercaba al más alto y quitaba su gorra para de hacer a un lado su cabello y quedara bien dentro del "accesorio"

— Buenos días, minino bello — saludo mientras sentía las manos acariciar su cabello y luego cubrirlo dulcemente.

— ¿vas a salir? Te ves gracioso... — sonrió mientras se alejaba e intentaba alcanzar un vaso de la alacena pero estaban muy altos.

Zhan lo agarro y sacó el jugo de fresa de la nevera para servirlo y dárselo a su omega — a veces me preguntó qué haces para alcanzar las cosas cuando no estoy, mi amor, eres muy pequeño.

— gracias — beso fugazmente los labios de su alfa — y no me jodas que soy un Tigre y te puedo cortar la cabeza — saco sus garritas y Zhan lo miro con adoración. — además hago lo más lógico, alfa.

— ¿y eso sería?

— uso una silla.

Zhan se reía a carcajadas y Yibo se puso rojo no era su culpa ser bajito, es lógica.

¡Si su omega es una cría de Tigre, pequeña y sin fuerza más que hacer ojitos para chantajear, ERA OBVIO QUE ÉL SERÍA BAJITO!

Dejo el vaso de jugo fuertemente en la isla de la cocina y intento caminar hacia la salida. Sintió la mano de Zhan tirar de su muñeca suavemente y lo apego a él.

Zhan observó con detalle el rostro de su omega mientras deslizaba sus dedos de la muñeca a la palma y enlazo ambas manos, tenía un pequeño puchero en su labio inferior y sus pestañas algo revueltas incluyendo su cabello, bajo un poco más la vista hasta toparse con uno de los hombros un poco acanelados gracias a que llevaba una de sus camisas de trabajo y está le quedaba grande.

— ¿Ya te dije que eres hermoso, precioso, divino y extremadamente sexi y perfecto? — alzó las manos juntas y beso los nudillos de su omega.

Luego las estiró hacia arriba y le dio dos vueltas a su omega, viendo a la perfección sus piernitas llenitas y sus pies descalzos, como adoraba esas nadas que su preciso tigrecito usa para dormir.

Podía acariar y adorar a su minino con total tranquilidad.

— ¡ya! Me vas a marear — hablo el omega mientras volvía a pegarse al pecho de su alfa. — tonto pulgoso...

— minino tengo que irme, regreso en una hora — estaba por soltar la cintura del omega, cuando este se aferro más a su cuello y empezó a dejar besos en la dicha zona.

—¿a — beso — dónde — beso — vas? — más besos.

— voy al supermercado... — Yibo jugaba sucio, sabe cuanto ama los besos, en donde sea, el ama cuando su omega lo chantajea de esa forma.

El omega se separó del alfa y lo miró serio, con los brazos cruzados y su cabello cayendo por su frente, mientras retrocedía dos pasos y respiraba pacíficamente.

— ¿Qué sucedió? — inquirió el alfa al darse cuenta de que su omega estaba enojado.

— ¿Por qué ya no quieres que vaya contigo a ningún lado? — protesto molesto — ¿tienes otro omega? — siguió, dudoso. — ¿o solo ya no me quieres cerca de ti? — al no recibir respuesta se sintió mal. — es eso verdad, ya no me quieres cerca de ti porque para ti también estoy gordo y te causó vergüen...

Minino 2Where stories live. Discover now