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Un omega de cuatro meses en el supermercado era lo más normal del mundo, ¿Verdad? Pues al parecer Zhan no compartía la misma opinión qué su amado esposo.

Yibo lleva media hora fuera de casa ¡media hora! Y ha recibido en total treinta llamadas y sesenta mensajes de su alfa histérico porque no estaba en casa cuando despertó.

Le había dejado una notita, informándole qué sólo iría a comprar algo al supermercado y regresaría lo más pronto posible para comer juntos pero de seguro el muy tonto por andar preocupado no la vio.

Y otra llamada estaba sonando, pensaba ignorarla como las otras veintiocho de de treinta pero como ya estaba en la fila de la caja y ya casi era su turno respondió.

— alfa, te dije que llego en veinte minutos...

— Minino, estoy tan preocupado, ¡¿Dónde están tu y nuestro bebé?! — Yibo quería reír ante lo dulce que se escuchaba su alfa llorando por algo tan simple como salir de casa.

Sabía que el pulgoso era así, una vez lo llevo al hospital de emergencia solo porque tenía un pequeño cortecito en su mejilla, iba llorando y alterado en todo el camino, y aunque lo intento tranquilizar y negarse a ir al hospital por algo tan insignificante el alfa solo se soltó a llorar aun más haciendo así que aceptará ir a que atendieran su grave herida.

— ya voy a salir, y cuando llegue comemos juntos...No llores por algo así pulgoso.

— voy a traerte, dime donde estas por favor, mi amor.

— ya estoy caminando hacia la ca...

— ¡pero si es el secretario Wang!— una voz femenina hizo al Tigre gruñir y al alfa alertarse un más de inmediato.

Digamos que la chillona voz era de una de las recepcionistas de la empresa, una qué para nada estaba de acuerdo en el el omega de Tigre fuera el omega de su sexi jefe al qué juro enamorar y hasta ahora Zhan ni la mirada le dirige.

El peliazul ya ha tenido sus intercambios de insultos con la omega ofrecidota y fea como él le llamaba, si se preguntan porqué sigue trabajando para Xiao es porque Yibo no le ha contado que se han insultado, el es un omega qué si no comprendes de una paliza lo entiendes. Además no quiere ser una carga para su alfa y que esté ya no lo quiera trabajando junto a él.

Aunque eso no evitará qué el alfa qué no quita sus ojos de su adorable omega nunca, ya se diera cuenta del desprecio qué siente por aquella omega qué no sabe su nombre.

— pulgoso, llego en unos minutos. No te alarmes...Estoy de maravilla. — colgó la llamada — y tú! Eres la perra de bajo nivel qué intenta meterse a la cama de ¡mí! Alfa.

— ¡Mi nombre es...

— No me importa una mierda, tengo cosas mejores que hacer.

Se dio la vuelta y cuando iba a dar el primer paso sintió un tirón fuerte en su muñeca, y también unos aruños de las garras de esa desgraciada, sus ojitos azules brillaron intensamente, dándoles un destello de verde.

— ¡sueltame maldita loca! — la empujó y dejó sus bolsas en el suelo — no me vuelvas a tocar, tu no eres nadie a comparación conmigo.

— piensas que por ser secretario del jefe eso te hace importante solo eres un pobre gato que sirve a su dueño.

Gato...

Dueño...

Miro a su vientre y le dijo – mi filetito, agarrate qué papi va a matar a una idiota.

.....

Zhan conducía como loco al supermercado, su lobo estaba demasiado inquieto y aullaba por salir, ya había ido a todos los supermercados cercanos así que esperaba que en este si estuviera su Omega.

Y vaya que si estaba.

Un montón de personas intentaban separar a su Omega de una chica, primero Yibo estaba sobre ella proporcionandole golpes pero cuando sintió su aroma lo volteo a ver unos segundos, segundos que fueron aprovechadod por la otra para darle un puñetazo y subirse sobre su vientre para golpearlo.

¡Sus bebés!

Rápidamente corrió y empujó a todos, de un solo movimiento quitó a la chica de encima de su minino y reviso como estaba, se alteró ver sangre salir del rostro de Yibo, además tenía un poco de líquido rojo en sus piernas, gracias a unos raspones.

Su bello rostro estaba un poco hinchado - aunque no más que el de la chica.

tú...— volteo, sus ojos ardiendo en furia mientras levantaba a su Omega del piso.

Este internamente estaba prepandose para empujar a su alfa y devolverle el triple a la idiota que le pegó. Y lo hizo, pero no predijo que su alfa ya sabía sus intenciones y lo tomaría en sus brazos.

A-Yi, mi amor ve al auto, está justo allá — apunto un lugar no muy lejos.

— pero yo...

Zhan lo volteo a ver de una manera que logro asustarlo mucho, sus ojitos de Bambi realmente se veía diferentes, está más que furioso y Yibo era consciente de eso. Así que solo obedeció.

No te quiero volver a ver cerca de mi Omega y de mi hijo nunca más ¡Qué no se te olvide tu nivel! Ese Omega al que acabas de golpear es tú jefe Wang y el esposo de Xiao!! ¡Si algo les pasa a él o a mi hijo por tu culpa te juro que no vivirás lo suficiente como para compensarlo!

Salió a pasó rápido y cuando llegó al auto lo encendió sin siquiera voltear a ver a su Omega.

— ¿Vamos a casa? Tengo muchísima hambre ¡Mira! No se me olvidaron las compras — hablo entusiasmado.

— iremos al hospital

— ¡¿Qué?! No, vamos a casa, así me puedo cuarar lo que esa perra loca me hizo y desayunamos juntos.

Zhan seguía conduciendo, y Yibo seguía hablando y hablando.

— Me puse los zapatos que me regalaste y también una de tus camisas, aquella negra. ¡Mira!

.....

— alfa, ¿Me cocinar un omelette con champiñones?

.....

— ¿Quieres ver películas mientras desayunamos? Si no quieres cocinar puedo hacerlo yo.

.....

— ¿Por qué no me hablas? ¿Estás molesto conmigo? ¡Pero si no hice nada malo! Puedes hablarme, no se, aunque sea gritame o algo... ¡Odio que me ignores! ¡Xiao Zhan! Carajo no me ignores.

— Estoy realmente molesto contigo A-Yi, vamos a ir al hospital y después haces lo que quieras.

— ¿Qué...?

Llegaron, cuando pasaron a Yibo a revisión, a pesar de que no es necesario el alfa se salió de la sala, dejando a su Omega triste. Tampoco apareció cuando le curaron los raspones ni los moretones.

— y perfecto! Todo está en orden de nuevo si te untas está pomada, estás heriditas desaparecerán cómo rayo y sin dejar cicatriz. Y en cuanto a tu bebé...De nuevo te repito, no sufrió absolutamente ningún pequeño golpe, al parecer tu tigre lo cuida siempre. Es grandioso.

— gracias — sonrio forzado

— quieres que llame a tu alfa...?

— ¡No!, Solo...¿Podría dejarme solo unos minutos?

El doctor asintió y salió del consultorio, dejando al Omega decaído y viendo los papeles donde decía que nada estaba fuera de lugar, él solo podía pensar en que el pulgoso no quería no hablarle, y eso lo deprimía muchísimo.

Y mientras el estaba llorando y llenando aquel espacio de feromonas tristes, el doctor regañaba al alfa por no cuidar de su Omega y hacerlo sentir mal al no estar junto a él.

— señor le recomiendo que vaya con su Omega porque estaba más que deprimido allá adentro. Los omegas embarazados rara vez son como el suyo, siéntase afortunado.

— lo sé, soy tan imbécil que no lo merezco.

Zhan estaba a punto de caer en un círculo depresivo.

Minino 2Where stories live. Discover now