Capítulo 42: "Eres demasiado"

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La versión +18 pueden encontrarla en mi ig: haruviolette


☆♛☆ 42. "Eres demasiado" ☆♛☆


—¿Quieres darte un baño? —Beso su frente.

—Quiero... pero no puedo mover ni los dedos del pie.

Ladeo mi boca y la envuelvo con la sábana blanca.

—Descansa un poco, prepararé el baño. —Beso su mejilla.

Me envuelvo con una toalla y abro la llave de agua caliente. Echo las especias y el jabón. Mientras se va llenando la tina regreso con Amelia. La encuentro durmiendo en posición fetal. Me recuesto a su lado y voy acariciando su cabello mientras contemplo su tranquilo rostro.

—Frank... —su voz sale como un susurro.

—¿Sí?

—Te amo...

Mi rostro se contrae de felicidad. La atraigo hacia mí y la apretujo por lo tierna que luce.

—¿Tan bueno estuvo? —murmuro rozando su mejilla.

—¿Es todo lo que dirás? —Abre los ojos y frunce el ceño.

Acaricio su rostro, fascinado por lo hermosa que es.

—Amelia... —Suspiro para despejarme al menos un poco de todas las emociones que se alocan en mi interior.

Tantas veces que soñé con algo así, con tenerla entre mis brazos de este modo, con poder observarla así de cerca... y ahora se ha hecho realidad. Una abrumadora realidad.

—Mi mente está repleta de recuerdos tuyos, de cada oración que salieron de tus labios, de cada gesto que se talló en tu rostro, de cada acción que realizaste frente a mí. Con la pintura descubrí miles de colores, pero desde que te conocí el verde se ha convertido en mi favorito. Porque desde que me miraste fijamente con aquellos ojos verdosos supe que jamás encontraría algo más perfecto.

Hace un puchero y sus ojos se cristalizan.

—Solo quería que me dijeras que también me amas —se le rompe la voz—, no que me hagas llorar.

Limpio con el pulgar la primera lágrima que desciende.

—Sí, Amelia, también te amo.

Más lágrimas caen, y aspira por la nariz mientras mantiene su puchero.

A veces siento que amar a esta mujer es demasiado para mí.

—Vamos. —La cargo—. El baño caliente te ayudará a prepararte para retomar la práctica.

Pero la dicha que me embarga el tenerla en mis brazos me hace sentir listo para recibirlo todo.

—Eso no fue una práctica... —dice mientras la llevo al baño—. Fue una masacre.

Le quito la sábana y entro con ella en la tina.

—¿Qué tal está la temperatura?

—Perfecta. —Cierra los ojos y apoya su cabeza en mi pecho.

—Descansa. —Acaricio sus brazos—. Te despertaré cuando sea hora de salir.

—No quiero dormir. —Toma mis brazos y se envuelve con estas—. Quiero disfrutar este momento un poco más.

—Si eso es lo que deseas... —Beso su cabeza.

—No deberías consentirme tanto, podría mal acostumbrarme.

Conde herpes [Futuro MVDH #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora