ᶜʰⁱᶜᵒ ⸙ 𝑮𝑬𝑵𝑰𝑶

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El nerd vestía un traje de gala, un traje tradicional de vestir pero que era muy bonito, iba a acercarme a hablar con él pero alguien me ganó. Kaiser lo tomó de la muñeca y se lo llevó arrastras de él, no perdí tiempo y lo seguí, quería saber que demonios quería ese rubio con el nerd.

¿Acaso lo conocía? O solamente quería molestarlo.

Ni idea, solamente fui tras el. Me di cuenta que se acercó a la barra de tragos y habló con su novio, luego de eso, el chico de cabellos azulados asintió levemente con su cabeza y después quedé confundido cuando vi que el alemán se fue corriendo a unas habitaciones junto al nerd, me asuste mucho.

No dude nada y me acerque a su novio, quería verificar todo.

──Hola.

──¿Eh?── el de cabellera azul, giró su rostro para ver quien lo llamaba ──Hola, ¿puedo ayudarte en algo?

──Si, eres el novio de Kaiser, ¿no es así?

──Si, soy su novio. ¿Por qué la pregunta?── alzó una ceja con confusión, quería descifrar lo que le querían decir

──Bueno, no es por ser mala gente pero, pude observar a tu novio subir por aquellas escaleras y adentrarse a una habitación, junto al nerd.── Rin se sentía nervioso, ya sentía que el estaba siendo más afectado que el propio novio

──¿Junto al nerd?── ese bajito se echo a reír a carcajadas, le había parecido graciosa la reacción de ese chico

──¿Ah?── el Itoshi no comprendía el motivo de la risa, pero si sentía ansioso por ver que el novio no hacía o decía nada al respecto

¿Qué acaso no le importaba la infidelidad?

──Lo siento, lo siento. Me causó gracia tu reacción, Michael y "el nerd" son solamente amigos. Te lo puedo asegurar.

──¿Cuál era tu nombre?

──Isagi, Isagi Yoichi.── Isagi demostró una resplandeciente, pero muy encantadora sonrisa

──¿Eh?── sin darse cuenta, al joven Itoshi le dio un suave rubor, de tan solo ver esa linda sonrisa. Era como ver hermosas perlas

──¿Quieres tomar algo conmigo? Siéntete libre de hablar conmigo.

──Bien.── no sabía por qué, pero estaba obedeciendo todo lo que el menor le decía

El chico de cabellera verde oscuro se sentó junto al extranjero, empezaron a dar una pequeña charla entre ellos, por una pequeña pregunta iniciaron un plática muy entretenida, Rin sabía que el siempre fue malo al socializar, pero no sabía el motivo del por qué se le hizo tan fácil con ese chico.

──Isagi ¿De dónde eres?

──Déjame decirte algo, no tengo sangre japonesa. Soy de Alemania.

──Increíble, el habla alemana es muy bonita. Hace tiempo te escuché hablar en tu idioma natal.── Rin se percató que soltó ese pensamiento en voz alta, se sintió realmente avergonzado

Los párpados de Yoichi se abrieron de par en par, con mucho asombro. Hasta ahora, nadie le había dicho que su habla era bonita, eso le sorprendió.

──No, yo.── intentaba justificar su comentario, pero no encontraba las palabras adecuadas

──Tranquilo, no has dicho nada malo. Tus pala me han halagado mucho, tu acento japonés es realmente lindo.── el portador de zafiros soltó una suave risilla traviesa

El Itoshi iba a cuestionar algo de lo que tenía dudas desde hace tiempo, pero fue interrumpido por otra presencia que llegó donde ellos.

──Isagi, Por fin te veo. Pensé que no vendrías.

──Hola Nagi, e venido ¿por qué no habría de venir?

──Tú sabes, el asunto de eso y aquello. Ya sabes.── el recién llegado rascaba su cabellera muy nervioso, teniendo su mirada en otro punto

──No te preocupes por eso, ya me están cubriendo.

El de iris de tono turquesa pudo presenciar ese guiñó, que el omega le dio a su horrendo primo. Que imagen tan horrorosa para sus ojos.

──¿Qué haces aquí Nagi? ¿No tienes amigos con quienes andar?

──Oh, Rin, No te había visto. Pensé que no habías venido, un error mio, disculpa primo.

La tensión entre ambos chicos se hizo notoria para el más bajito, quien fue salvado por un agarré que le hicieron por detrás. Aquel rojizo que había huido, llegó a salvarlo.

──Sae.

──Ignora los, ambos son unos idiotas.── el mayor de los Itoshi llegó a salvar al pequeño alemán, sabía que su familia era de puros celosos. Ya se iba a armar una pequeña pelea entre ellos

Ambos se fueron al piso superior, la casa de Reo era inmensa y así podían perderse de vista.

──Oye Yoichi, ¿te diviertes haciendo ese show?

──¿Cómo lo sabes?

──Te conozco lo suficiente, se que eres un futbolista profesional y también un grandioso actor.

El pequeño omega se quedó atónito, no sabía que decir y temía que eso saliera a la luz.

──No te preocupes, no le diré a nadie tu pequeño secreto.

La sonrisa de Sae tranquilizo mucho a su afligido corazón, sentía que ahí mismo le daba un infarto.

No permitiría que nadie más se enteré, de su gran secreto.