ᶜʰⁱᶜᵒ ⸙ 𝑮𝑬𝑵𝑰𝑶

──── • ✾ •XI• ✾ • ────

──¡Rin!

──¿Qué?

──Te eh estado hablando por un largo tiempo. ¡Contesta, hombre!

──¿Qué decías?

──Serás.. No me estabas escuchando para nada.── un sonoro bufido salio por sus labios

──.. ¿No? ¿Qué decías?── el Itoshi se notaba confuso, no sabía que Reo le había hablado. No escucho ni la brisa

──Te decía.── el joven Mikage acariciaba su sien, ya perdiendo los estribos ──Haré una fiesta en mi casa, quiero que me ayudes a repartir el anuncio de ello.

──¿Y por qué yo?

──No solo eres tú, todos los demás invitaran a sus conocidos y amigos. Solo te avisaba, para que puedas invitar a quien quieras.── una sonrisa socarrona se cruzo por aquellos labios, quería ver si su teoría era cierta

──Comprendo. Solo llevaré a Sae.── se resignó a aceptar, su poco círculo amistoso

──¿Solo a tu hermano? ¿Y qué tal si lo lleva Shidou?── esa inocente pregunta hizo enfurecer de gran manera al Itoshi

──¡No, lo vuelvas a mencionar!

──Cálmate Rin, solo era una pequeña pregunta.── se estremeció ante tal grito

──Parece que el pequeño Itoshi no soporta nada.── una burlona voz se escuchó venir

──¿Y ustedes por qué siguen viniendo? ¡Fuera de aquí!── el de iris turquesa se levantó con mucho enojo de su asiento. Esos extranjeros no le agradan de completo

Sobre todo ese fastidioso líder.

──Tranquilo Itoshi. Somos amigos ¿no? No le veo el problema a seguir viniendo.

──Cállate la boca. Que no te sirve para nada.

──Obvio si. Sin estos buenos labios ¿cómo besaría a mi niño?── el rubio en sus belfos plasmó una coqueta sonrisa. Burlándose de todos ellos

Todos observaron cómo el novio del alemán golpeó su hombro con enojo. Se veía avergonzado de las palabras del mayor, su rostro y sus orejas estaban teñidas de un brillante rojo.

──¡Cállate Kaiser!

──Tranquilo amor. Yo se que quieres que te devoré ahorita, pero espera a llegar a casa.── acariciaba su hombro, sonriendo a su novio y cuándo llamó su atención, le dio un pequeño guiñó

──Aquí no se permiten esas muestras de cariño.

──Oh~ Reo, Reo. ¿Por qué me estás prohibiendo eso?

──Kaiser, está prohibido decir o hacer obscenidades aquí.

──¿Quién lo dice?── el alemán mayor, se separó de bajito y se acercó hasta llegar frente al de cabellos lilas. Se sentía amenazado

──Yo, Mikage Reo y soy el chico con más dinero aquí en Japón.── el joven adinerado resaltó el apellido de su familia, quería intimidar a ese extranjero. Del cuál no sabía nada más que su nombre

──Oh~ Qué raro.── el rubio movió su mano y la puso en su mentón, estaba pensativo ──Yo recuerdo algo. Tú eres el tercero en la lista, después de Nagi y Itoshi.

Los integrantes de ambos grupos intentaban tranquilizar esa situación, ese par de líderes se iban a dar una buena pelea y es que, el joven Mikage era alguien que le gustaba echar más leña al fuego.

──¡Tú eres de otro país! Aquí en Japón no tienes poder, mucho menos autoridad.

──¿Eso crees?

──No lo creo, lo sé. Es un hecho que no puedes negar.

──Mira, Reo. No quiero pelear contigo, dejemos esto en buenos términos y nos damos una pacífica disculpa.

──¿Pero qué dices? ¿Acaso le temes a tu novio? No seas idiota.

Todos los alemanes tenían sostenido al chico de cabellos rizados, era el que intentaba irse contra el cuerpo ajeno y los japoneses intentaban detener a Reo, para que dejara de provocar. No sabían ni el motivo del inicio de esa absurda pelea.

──Ya cállate, Reo. Estás empeorando todo, sólo pide disculpas y ya.

──Silencio, Rin.

──Mi novio no tiene nada que ver y te pido, que no lo vuelvas a mencionar.

──Un omega es un omega. No importa sus opinión ¡Por eso soy mejor que tú!

En ese preciso momento de silencio, sonó una fuerte bofetada. Al de cabellos violetas le pegaron en su mejilla, el pequeño alemán fue hasta dónde él y realizó esa acción. Dejó a todos mudos.

──Cállate.── esa profunda voz, hizo temblar a todos los de ahí. Todos los alfas bajaron su cabeza en señal de regaño

──¡Yoichi~!── Kaiser frotaba su mejilla con la mejilla contraria, con mucho cariño. Adoraba cuándo usaba esa voz

──Vamonos, chicos.── tras decir eso, el pequeño omega se fue de ahí siendo seguido por su grupo

Los japoneses alzaron su cabeza para verificar que ese chico ya no estuviera. Tras observar que ya no se encontraba, soltaron un espeso suspiro, era la primera vez que veían a una leyenda frente a ellos.

──¿Pero qué fue eso? ¿Por qué bajaron sus cabeza?── Rin veía desconcertado a todo su grupo, eso lo tomó por sorpresa

──¿No te afectó su voz?

──¿Qué voz? Si solo mencionó que se callará.

──Eres raro, Rin.

──Es increíble que hayamos visto a una leyenda, frente a nosotros.

──¿Leyenda? ¿De qué hablan? No comprendo.

Todos los de su grupo se quedaron observando los unos a los otros, con rostro de incredulidad.

──Pues. El es un omega, pero por lo visto, no uno cualquiera.

──¿De qué hablas Kuni?

──Rin, lo que Kuni quiere decir es que, hay una leyenda de los omegas y más sobre uno que es legendario.

──¿Qué con eso?

──Investiga Rin, investiga.

──Ajá. Oye Reo ¿es cierto lo que mencionó? ¿Qué eres el tercero en la lista?

El oji violeta tosió un par de veces, volteando su vista para no verle a los ojos. Se sentía avergonzado de aquello.

──Si, Rin. Soy el tercero en la lista, por solo dos motivos.

──¿Cuáles?── tenía curiosidad

Su grupo de amigos se sentó alrededor del Mikage, querían escuchar tal motivo. Estarían al tanto del chisme y por qué, no tenían nada mejor que hacer en sus vida.

──Se dice que en tu familia Itoshi y la familia Nagi, han existido puros alfas. Aparté de eso, todos los descendientes de ambas familias son puros alfas, no hay ningún omega o beta, tú llevas el segundo lugar por tu hermano.

──¿Mi hermano?

──Por qué tu hermano es Omega, bajaron a tu familia de nivel. Ya sabes cómo es la sociedad.

──Si, supongo. ¿Entonces dices que Isagi es especial?

──Si. Una leyenda viviente.

──¡Yo lo voy a enamorar!

──¡Será mío!

Y ahí fue donde empezaron otra nueva discusión, por saber quién robaría el corazón de aquel místico ser. Nadie perdería la oportunidad de poseer tremenda reliquia entre sus manos.

Menos dos chicos importantes, que no participarían en eso.